La misma incluye: difusión de las propiedades y beneficios; conferencias sobre la actividad; y un concurso que premiará a la mejor miel de la provincia. Desde el 14 hasta el 21 de mayo se celebra la semana de la miel en Tucumán. “El motivo principal es darle difusión y promover el consumo de la miel”, recalcó la ingeniera zootecnista y apicultora, Verónica Albarracín.
Argentina es el tercer productor de miel a nivel mundial y el segundo país exportador más importante. “Nuestra miel es de muy alta calidad y muy valorada a nivel internacional”, resaltó Albarracín.
La ingeniera explicó que el empeño en la difusión de este producto natural se debe a que en nuestro país no es habitual su consumo. “Sólo es buscada en el invierno. Además compite en desventaja con el azúcar de caña – sobre todo en Tucumán- ya que este último es un endulzante que tiene un precio menor”.
La miel es un alimento de vital importancia para la nutrición y salud humana. Cuenta con numerosas propiedades y beneficios. En primer lugar representa una gran fuente de energía y nutrientes. “La miel está compuesta en un 80% por azúcares, por lo que se considera un alimento netamente energético. A su vez, los azúcares que la componen son azúcares simples, es decir, monosacáridos que no necesitan ser digeridos por lo que rápidamente se encuentran disponibles para su utilización. En otras palabras, es un excelente alimento recomendado para deportistas -que necesitan energía inmediata- o estudiantes con altas exigencias en el consumo de azúcares y también para los que se encuentran sometidos a altos niveles de estrés”, detalló.
Por otro lado, la miel no solo es importante por su alto contenido en azúcares, sino también por la composición en oligoelementos y vitaminas. Es por esto, que la miel se convierte en un alimento funcional.
Dentro de los minerales que contiene la miel se encuentran el potasio, magnesio, fósforo, calcio. Asimismo, dentro de los elementos traza se encuentran el zinc, molibdeno, yodo, todos estos muy importantes para los diferentes metabolismos.
En cuanto a las vitaminas, la miel es una gran fuente de vitamina C. Además,contiene las vitaminas del complejo B, como el ácido pantoténico y el ácido fólico, como así también las vitaminas A y D.
Por otro lado, constituye un gran edulcorante natural, que aporta una cantidad considerablemente menor de calorías que un edulcorante artificial.
Cabe aclarar que la distribución de estos compuestos depende del origen botánico de la miel.
El otro producto perteneciente a la colmena y que la abeja utiliza para su nutrición es el polen recogido de los estambres de las flores.
El polen se compone de proteínas, lípidos, vitaminas y minerales. Sus proteínas están compuestas a su vez por aminoácidos esenciales que necesita el organismo para subsistir. “Su aporte es básicamente proteico; esto hace que tenga propiedades antiinflamatorias, para el sistema prostático de los hombres, ayuda a normalizar el intestino, favorece al tono muscular y al crecimiento y desarrollo de los tejidos”, consideró al respecto.
En referencia a los eventos programados para la semana de la miel, la ingeniera Albarracín comentó que esto pudo lograrse gracias al trabajo en conjunto de los integrantes de la mesa apícola de Tucumán.
Además de las actividades de difusión y promoción de la miel, se llevarán a cabo conferencias técnicas online sobre aspectos relacionados a la actividad. Los webinars están programados para hoy, mañana y el jueves a las 15hs. Se transmitirá en vivo por el sitio del Ministerio de Desarrollo Productivo de la provincia.
Finalizando la entrevista, la especialista brindó su opinión respecto a la actualidad del sector. “La apicultura tucumana de alguna manera siempre fue apoyada por los organismos oficiales, como la Secretaría de Ganadería, la facultad de agronomía y Zootecnia y el INTA. Nos organizamos para brindar el asesoramiento técnico necesario y que los productores tengan al menos un lugar donde hacer sus consultas”.
“Sin embargo, no siempre es suficiente lo técnico, es necesario un apoyo económico. Como toda producción agropecuaria, existen años que le va bien a la apicultura y años en los que va mal. El problema se presenta cuando es difícil levantarse de un año malo”.
En este sentido, admitió que sería bueno poder contar con un apoyo más estable por parte del Estado. “Esto le permitirá al apicultor suplir los daños de un año malo y poder mantener vivos a estos organismos tan importantes. No solo para la alimentación, sino también como agentes polinizadores y de preservación de la biodiversidad”, cerró.
Suena a Campo