n búsqueda de más eficiencia y economía para preparar alimentos, productores y vecinos de la localidad participaron de un curso para realizar el horno que les permite preparar diversas comidas, incluso con los alimentos de la huerta y la granja propia.
¿De qué se trata? Es un tambor que tiene una base de ladrillos y en cuyo interior se lo recubre con ladrillos y adobe. Lo que hace el tambor de aceite es cocinar en forma continua. La clave es que ni la combustión, el humo y los aromas invaden los alimentos porque tiene la cámara de cocción separada de la cámara de combustión. Se puede utilizar para dar calor desde ramas, hojas, papel, cartón, diario hasta alguna cáscara de cereal. De esta manera se aprovechan casi todos los materiales para lograr una muy buena cocción.
El resto de la construcción de este horno se completa con materiales económicos como barro en forma de adobe (tierra, bosta de caballo, paja), ladrillos comunes y algo de herrería así como los tambores que muchas veces se desechan. La propuesta es que no haya mayores costos en su construcción sino que sean muy económicos y accesibles. Una clave, es elegir un buen lugar para ubicar el horno y preparar el barro 15 días antes de comenzar con la construcción.
La iniciativa es parte del ProHuerta, cuyos técnicos y promotores buscan alternativas agroecológicas y accesibles para cerrar el ciclo de la huerta y la granja, utilizando tecnología apropiada para la familia y la comunidad o un emprendimiento. Este tipo de tecnologías tienen mucha llegada a los usuarios, que las valoran por su economía, versatilidad y calidad.
INTA