Europa: Pepsico lanza un programa de Agricultura Positiva

Recientemente, la empresa de bebidas y snacks Pepsico lanzó un proyecto de Agricultura Positiva, cuya meta es difundir prácticas agrícolas regenerativas en tres millones de hectáreas, buscando reducir notablemente su huella de carbono de acá a 2030. Entre los objetivos adicionales, se incluye mejorar los medios de vida de más de 250 mil personas en su cadena de suministro y alcanzar el abastecimiento sostenible del 100% de sus ingredientes clave.

El director senior de Agricultura de Pepsico Europa, David Wilkinson, quien se desempeña en los mercados de la Unión Europea (UE), Reino Unido, Rusia y Turquía, asegura que la agricultura es la base del sistema alimentario de la firma, remarcando que muchos de sus productos inician su camino a las góndolas en campos y granjas de todo el continente. En este sentido, sostiene que actualmente es imposible seguir cultivando de la misma manera que en el pasado, ya que los métodos contemporáneos son altamente nocivos para el suelo.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la agricultura, la silvicultura y el resto de los usos de la tierra representan el 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global. Esto quiere decir que si no se toman medidas de forma inmediata, más del 90% de los suelos del mundo podrían degradarse en treinta años.

A partir de este panorama, la compañía aspira a reinventarse a través de nuevos modelos agrícolas, ofreciendo soluciones en su importante mercado de alimentos. Según Wilkinson, las prácticas regenerativas pueden ayudar a restaurar la tierra y mejorar la calidad del suelo y el rendimiento de los agricultores. “Tenemos que acelerar su adopción, tomando un enfoque sistemático que permita compartir aprendizajes y herramientas”, enfatiza.

Se define como “agricultura regenerativa” a la actividad agrícola que incorpora las siguientes prácticas:

- Cultivos de cobertura.

- Métodos sin labranza.

- Rotación de cultivos.

- Agricultura mixta.

- Uso de Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la eficiencia.

En un sentido más amplio, se utiliza a la hora de eliminar el carbono de la atmósfera y devolverlo al suelo, brindando resultados en términos que superan la reducción de CO2: también mejoran la salud y la productividad de la superficie, disminuyendo la necesidad de sumar fertilizantes químicos para su buen desarrollo.

A pesar de esto, aún no existe un estándar claro dentro de la industria que defina exactamente qué quiere decir cuando una empresa anuncia que iniciará actividades relacionadas con el método. El propósito de Pepsico es actuar de inmediato, respaldando el desarrollo de estándares y medidas, a través del trabajo con organizaciones líderes que guíen la práctica a escala en toda Europa.

Vale remarcar que solo en la UE, 13 países se han declarado afectados por la degradación del suelo, de modo que las acciones deben centrarse en aquello que desde Pepsico consideran que “funciona”.

“Estamos viendo a muchas empresas dar un paso adelante con planes de acción transparentes centrados en la agricultura y el apoyo a los agricultores. Pese a los diferentes objetivos y enfoques, sabemos que con nuestra escala, alcance y asociaciones exigentes, las metas generarán un impacto positivo a corto plazo”, indica Wilkinson.

Mientras la multinacional continúa trabajando con distintos agricultores en miras a fomentar la adopción de prácticas regenerativas, el directivo confía en que la recolección de datos será un factor clave que determinará los buenos resultados de la iniciativa. En este punto, señala que se evaluará el rendimiento de todas las hectáreas incorporadas al proyecto para medir el progreso y estimular la toma de decisiones haciendo foco en las acciones prioritarias de mayor impacto.

Para desbloquear su poder, Pepsico invirtió en una serie de tecnologías agrícolas de predicción. Una de las más destacadas es ICROP, que se implementará en los campos de papa que abastecen el negocio de snacks. A fin de cuentas, la idea es comprender cómo es posible seguir creciendo, utilizando menos recursos.

La firma también explora otras herramientas de gestión, como las ondas del suelo. Sobre esto, Wilkilson explica la importancia de colaborar con otros actores relevantes del sector, a fin de descifrar la forma de rastrear los impactos positivos del nuevo modelo.

El uso de fertilizantes y pesticidas químicos afecta tanto la salud del suelo como el desarrollo de la biodiversidad circundante. La gestión en torno a su empleo es profundamente importante en cualquier estrategia regenerativa. Pepsico adoptará un enfoque activo para su manejo, que considera las preocupaciones sociales, la solución de las regulaciones y las posibles consecuencias ambientales.

Asimismo, estableció un Consejo Global de Plaguicidas para monitorear y evaluar los problemas relacionados e impulsar políticas y programas propios para minimizar su consumo. Por otra parte, se encuentra en tratativas de encontrar nuevas formas de reducir el uso de fertilizantes químicos.

Hace unos pocos meses, su marca Walkers introdujo en el Reino Unido su nueva tecnología de “papas circulares”, que utiliza cáscaras de desecho de la planta de Leicester para producir un novedoso fertilizante rico en nutrientes y bajo en carbono que se espera que reduzca las emisiones del cultivo en un 70%. Ahora, aguarda que la adopción de tecnología agrícola y el uso de big data sigan generando impactos positivos en el entorno.

“La tecnología jugará un papel crucial al momento de hacerle frente a diversas plagas. Hemos añadido un monitor de alerta de destrozo a nuestra tecnología ICROP, desarrollado en colaboración con la Universidad de Wageningen (Holanda), que está ayudando a los agricultores a reducir la aplicación de productos químicos”, añade al respecto Wilkilson.

La gestión del agua es otro asunto relevante en la agenda sostenible de Pepsico, más que nada teniendo en cuenta que agricultores de toda Europa tuvieron que lidiar con inundaciones y sequías en el último tiempo. El directivo insiste en que el recurso es por demás valioso, motivo por el cual es necesario hallar soluciones para conservarlo.

En este punto, nuevamente, los desarrollos tecnológicos serían de gran utilidad para mejorar la gestión. “Irrigar los campos en el momento y la medida adecuada es un trabajo difícil que, por tradición, se ha valido de la intuición. Utilizar agtech permite advertir tempranamente sobre los requisitos de riego y mejorar el manejo de las áreas de producción”, precisa.

Dicha herramienta es particularmente beneficiosa en zonas de estrés hídrico, donde la gestión del agua es cada vez más crítica, porque estimula la buena toma de decisiones por parte de los agricultores durante la temporada.

Aparte de apoyar el esquema de agricultura regenerativa, el programa anunciado por Pepsico incluye objetivos asociados a la mejora de los ingresos de los agricultores dentro de la cadena de suministro. La meta es fomentar el buen estilo de vida de más de 250 mil personas vinculadas al sector, respaldando el empoderamiento económico del género femenino.

En mercados como Rusia, Turquía, Ucrania y Rumania, la empresa trabaja para estimular la inclusión financiera de todos los productores de papa, proporcionando flujos de ingresos para que tengan fondos al momento de adquirir fertilizantes y semillas.

La tercera área a la que se dirige el programa es el abastecimiento sostenible. Recientemente, la compañía comunicó que planea obtener de manera sustentable el 100% de sus ingredientes claves de acá a 2030, expandiéndose para incluir no solo sus cultivos de origen directo (papas, maíz integral, avena y naranjas), sino también los de terceros, como aceites vegetales y cereales.

Hasta el momento, se ha logrado un gran progreso, aunque aún queda mucho por hacer. En Hungría, Rumania y Rusia, Pepsico lanzó programas de colaboración con proveedores para seguir desarrollando prácticas de abastecimiento sostenible en su aceite de girasol. Los mencionados ensayos tienen como fin mejorar los rendimientos, reducir los insumos, estimular la salud del suelo y proporcionar un cultivo más productivo, que minimice el impacto medioambiental.