La producción total de lana ovina pampeana llegó a 851 toneladas entre lana fina, cruza fina, mediana y gruesa. El actual stock del rodeo oficial es de 221.570 cabezas. En La Pampa se certificaron en la última zafra 214.500 kilos de lana ovina bajo las normas de los estándares formalizados en el Prolana (requisitos especiales para exportación establecidos por el Ministerio de Agricultura y la Federación Lanera Argentina), con 51 productores en 337 establecimientos adheridos. Sin embargo, hay 2.397 censados que realizan las dos esquilas anuales.
La producción total de lana ovina pampeana llegó a 851 toneladas entre lana fina, cruza fina, mediana y gruesa. El actual stock del rodeo oficial es de 221.570 cabezas si bien se conoce que hay más de 360 mil lanares y una majada que se moviliza en un área de 1.420.665 hectáreas, es decir el 9,8% de toda la superficie con carga animal de la provincia.
El mercado de lanas recibió un fuerte espaldarazo al confirmar una nueva alza que le da la necesaria y merecida estabilidad a un producto que ha tenido muchos altibajos a lo largo de los últimos cinco años. Sucede que el precio internacional de la lana se afirma y sube a U$S 10,45 (20 micras). Según la Federación Lanera Argentina (FLA) sobre estimaciones laneras sobre la zafra dejada atrás, La Pampa concentró el 2,17% de la producción total del país, que trepó este año a las 44.611 toneladas de lanas base sucia (lanas de esquila: fina, cruza fina, mediana y gruesa) y una majada global de 12,55 millones de cabezas.
Las técnicas de alimentación y reproducción del sector ovino pampeano mejoran de a poco y hay ahora una mayor eficiencia productiva. Sucede que la evolución de los precios al barrer según la moneda local muestra que se ha producido un incremento mucho más significativo en lo que va del año, producto de la mejora internacional de los precios. En el contexto nacional, Chubut concentra el 31,77% de la producción; Santa Cruz 22,51%; Buenos Aires 13,96%; Río Negro 9,18%; Tierra del Fuego 3,29%; La Pampa 2,17% y otras el 17,12% restante.
La producción lanar aquí está compuesta por un rodeo ovino de 221.570 cabezas (aunque se estiman existencias supriores a las 360 mil), con 25 barracas comercializadoras y acopiadoras de lanas no industrializadas (vellón, barriga y cordero),13 cabañas dedicadas a la producción de animales de raza (Corriedale, Merino y Lincoln) junto a la prestigiosa raza Pampinta creada por el INTA (es una raza de triple propósito: carne, leche y lana). Las majadas ovinas conformaron durante décadas el principal rubro de exportación pecuaria de la provincia (carne y lanas), que a fines del siglo XIX tenía una existencia de 5,3 millones de cabezas, para ubicarse en los años ’60 en el cuarto lugar en el ranking nacional de producción lanera (3,5 millones de cabezas).
El deterioro de la ganadería lanar extensiva de la última década fue producto de un mercado distorsivo de la tipificación de lanas y el surgimiento de las fibras artificiales, aunque el mayor desplazamiento del rodeo lanar fue reemplazado por la especie bovina a mitad del siglo pasado. Según el último censo agropecuario la provincia, presenta 337 Explotaciones Agropecuarias (Eaps) dedicadas a la producción ovina, pero donde su actividad primaria es la ganadería bovina y parte de agricultura, siendo pocos los que tienen la actividad ovina como cabecera, pero sí como una actividad que contribuye al crecimiento de la empresa agropecuaria.
Nuestro territorio presenta tres grandes regiones: Norte, Este y Oeste, que incluyen diferentes microrregiones con distintas características. Se registra escaso desarrollo del sector en la región oeste dado que el principal problema radica en la predación sobre las majadas por parte la fauna silvestre. Pero el principal problema es que los productores laneros pampeanos desde hace años no quieren insertarse en el programa de esquila Prolana, por tanto nuestras lanas terminan siendo gruesas para el mercado y finalmente ven a la esquila como un problema y no un agregado de valor a un subproducto que represente un margen monetario dentro de la actividad. Aquí se cuenta con un sector cabañero que se centra en razas como la Pampinta, Corriedale y Texel además de un Centro Genético dependiente de la UNLPam que ha mejorado genéticamente las majadas.
Según la FLA, la producción lanera pampeana por finuras durante la zafra 2020/21 está compuesta por 101 toneladas de fina (Fine), 527 toneladas de cruza de mediana (Medium crossbred) y 94 toneladas de gruesa (Coarse crossbred), lo que totalizan una producción total de 851 toneladas de lana. Con respecto a las finuras de la lana puede decirse que la Fina tiene entre 24,9 y más micrones, la Cruza Fina entre 25 a 29,2 micrones, la Mediana entre 29,3 a 34,4 micrones y la Gruesa entre 34,5 y más micrones. El aumento con respecto a la zafra pasada en la producción de vellón fue del 2% (se pasó al 1,57% de la producción total de lanas base sucia). En La Pampa hay 53 cabañas dedicadas al mejoramiento genético de la producción ovina para lanas; 15 de ellas se dedican a la raza Corriedale, 6 a Merino australiano, 2 a la raza Lincoln, además del INTA y otros privados con la Pampinta. Según la Federación Lanera, el acopio de lana aquí depende de las barracas. El stock de la zafra llegó a 631 toneladas de lana por parte de los acopiadores y 219 toneladas por parte de los productores. Geográficamente las barracas con existencias lanares se encuentran ubicadas en Acha, Barón, Victorica, Trenel, Pico, Castex, Riglos, Uriburu, Rancul, Santa Rosa, Telén, Alpachiri, Quemú, Realicó, Guatraché, Alta Italia, Araúz, Ataliva Roca, San Martín y Bernasconi. Desde la provincia de Buenos Aires ingresan acopiadores que compran las lanas claras de campos naturales (similares a las bonaerenses pero no iguales) y las venden a un precio que el productor (tijera manual y mecánica) y el barraquero pampeano no obtienen.
Según la FLA, la recuperación de la demanda mundial de lana depende del control que la humanidad tenga sobre la cuestión sanitaria y de la producción de vacunas. De todas formas, para lograr un verdadero crecimiento de los precios se necesita una mayor demanda de lana gruesa, a niveles previos al Covid-19.
La Arena