Siguiendo el camino europeo: cómo producen carne porcina las dos empresas líderes del sector

Según datos oficiales, la ganadería es responsable del 11% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), siendo el cuarto mayor contribuyente a nivel mundial. Debido a que los cerdos no generan metano, la producción de su carne suele ser menos nociva para el medioambiente que la de vaca o cordero. No obstante, los productores deben rever sus estrategias a fin de mitigar las consecuencias del cambio climático en su entorno.

En este contexto, dos de los actores más importantes del sector en Europa, Pilgrim’s UK (Reino Unido) y Danish Crown (Dinamarca), están desarrollando prácticas agrícolas sostenibles, promoviendo actividades relacionadas con la agricultura regenerativa. En términos simples, el objetivo del sistema es combatir la crisis climática a través de la extracción de carbono de la atmósfera y su retención en el suelo.

De acuerdo al Instituto Rodale (Estados Unidos), se trata de un método de cultivo que “mejora los recursos que emplea, en lugar de destruirlos o agotarlos”. En las últimas tres décadas, la agricultura regenerativa fue incorporada en las cadenas de suministro de Pilgram, con el propósito de reducir su impacto ambiental.

El director de Sostenibilidad de la marca, Matt Dight, asegura que el 100% de los cerdos que producen representan el 20% del total del Reino Unido. Todos ellos se crían como parte de una rotación mixta junto con cultivos herbáceos. “Las prácticas regenerativas utilizadas permiten secuestrar carbono del suelo, aumentando su salud y la biodiversidad. Además, disminuyen la necesidad de recurrir al uso de fertilizantes petroquímicos”, expresa.

Desde la perspectiva de Danish Crow, la carne es producida a partir de un enfoque estratégico basado en la sostenibilidad, que se incluye dentro de los términos regenerativos. En palabras de sus directivos, elementos tales como la seguridad alimentaria, el empleo de antibióticos, el abastecimiento responsable y la economía agrícola forman parte de un viaje sustentable hacia el futuro.

Dentro de dicha óptica holística, la meta de la compañía es reducir las emisiones de carbono en un 50% de 1990 a 2030. En este sentido, el 100% de las prácticas se implementan bajo el concepto de certificación sostenible “Climate Track” de cara a 2024. Este año, alcanzan a los aproximadamente 12 millones de cerdos entregados a las granjas danesas.

Vale aclarar que “Climate Track” es el programa de agricultores que viene desarrollando Danish Crown a la hora de afrontar su camino hacia una producción más sostenible. El mismo comienza con un control climático de todos sus productores, donde cada uno de los miembros de la cooperativa se compromete con los propósitos oficiales de la empresa.

Además de reducir las emisiones de carbono, el concepto se centra en los estándares de bienestar animal, seguridad alimentaria, abastecimiento responsable y biodiversidad de las granjas. El enfoque hace particular hincapié en el cuidado de las aguas y el uso limitado de fertilizantes y pesticidas.

Por su parte, Pilgrim lleva adelante prácticas similares, que le posibilitaron disminuir la huella de carbono de su carne en más de un 50%. Actualmente, invierte en Investigación y Desarrollo (I+D) para seguir achicando los márgenes mediante la alimentación animal: la soja que utiliza en sus planes de dieta se obtiene a través de cadenas sostenibles y libres de deforestación.

El enfoque agrícola regenerativo de Pilgrim para la producción porcina también abarca el empaquetado y el bienestar animal. En este punto, el negocio está logrando avances significativos gracias a la innovación en sus paquetes minoristas para consumidores.

Ya que la firma reconoce que gran parte de la huella del empaque proviene de la propia cadena de valor –incluso antes de llegar al público–, se realizan labores de investigación para hallar materiales alternativos que permitan disminuir el uso de envases, aumentando la capacidad de reciclaje.

Desde el punto de vista del bienestar animal, Pilgrim remarca que los 1,5 millones de cerdos que produce anualmente son RSPCA Assured Higher Welfare (Bienestar Superior Asegurado), con sistemas de producción en Outdoor Born, acabados a base de paja certificada orgánica.

A su vez, los sistemas superiores de bienestar animal cumplen con ciertas métricas claves de sostenibilidad, que engloban desde la reducción del riesgo de deforestación, hasta la garantía de beneficios sociales y derechos humanos. Además, protegen la biodiversidad de la tierra y las áreas aledañas.

A futuro, la marca espera que la posición de la industria cárnica en materia de sostenibilidad esté mejor representada, siendo líder en dicho espacio. Para que eso suceda, realiza colaboraciones con distintos actores de la cadena de valor, como la Mesa Redonda de Soja Sostenible del Reino Unido, la Mesa de Soja Responsable (RTRS) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

“La agricultura regenerativa forma parte de los muchos sistemas agrícolas tradicionales que los agricultores han utilizado durante milenios. La producción de carne es fundamental para asegurar un futuro sostenible en la salud del suelo y garantizar que la tierra pueda apoyar la necesidad de seguir generando alimentos en todo el mundo”, sostiene Dight.

Por consiguiente, agrega que es importante continuar estableciendo alianzas para amplificar el mensaje de sostenibilidad y educar a los consumidores sobre los beneficios de la agricultura regenerativa para la producción en Gran Bretaña y el resto del mundo.

Mientras las personas prefieran comer carne regenerativa, Danish Crown continuará desarrollando sus métodos de cultivo sostenibles. Según sus directivos, la meta es ser la empresa cárnica más sustentable del mundo en menos de diez años.