La economía circular es una realidad aplicada por las culturas ancestrales y originarias de América y en este contexto gana prestigio el programa "Polok Nenu" o trabajo para el buen vivir en nuestro huarpe original, diseñado por los pueblos orginarios de San Juan y que asiste en su totalidad en la primera etapa a unas 600 familias huarpes y diaguitas y, en forma directa e indirecta, aproximadamente unos 2.400 personas
Dentro de este programa se destaca el proyecto "Tambo caprino con producción de forraje hidropónico", puesto en marcha ya en la localidad caucetera de Bermejo por sus propios habitantes según relatara recientemente Franco Gil, representante de la Comunidad Huarpe en el Consejo de Participación Indígena de San Juan, gracias al trabajo del Ministro de Desarrollo Humano Fabio Aballay y el director de Políticas para la Equidad, Raúl Alonso. Allí, un total de 26 familias beneficiadas directas de las comunidades "Gualtaya kaja bermejo" (Bermejo) y "Che tayayko" (Vallecito) participan del proyecto. Ambas localidades donde se ejecutan los proyectos son zonas de turismo religioso por las devociones a San Expedito y la Difunta Correa, generando más beneficiarios indirectos, estimando un incremento de 3 veces al aplicar turismo a la demanda original.
El invernadero tiene 80 metros cuadrados cubiertos que posibilitan el desarrollo de la hidroponia vertical.
Según indicó Gil, gracias a las políticas implementadas por el gobierno de Sergio Uñac, la capacidad de producción es de hasta 6.000 kilos de biomasa alimenticia en un periodo de 15 días, con un gasto aproximado de 3.000 litros de agua. Esta biomasa sirve de alimento para cabras, caballos, conejos, cerdos, ovejas y vacunos. Las potencialidades del forraje hacen que se puedan fortalecer gran diversidad de cadenas productivas pecuarias, multiplicando la cantidad de los beneficiarios.
Al tratarse de una tecnología de innovación, requiere un cambio cultural en las formas de producción tradicionales con manejo de animales extensivos; se puede realizar en caso de caprinos y bovinos, manejos semi-intesivos lo que trae aparejado un impacto altamente positivo en el ambiente. Explotando su máximo potencial se pueden llegar a beneficiar hasta 40 familias que realizan producción pecuaria en las zonas de Bermejo-Vallecito. Por su parte el tambo caprino recibió ejemplares de raza Saanen, con capacidad de producir leche en periodos de hasta 8 meses en el año, dando entre 1 y 2 litros por vientre, frente al medio litro diario de la raza criolla, y para la mejora genética también. Esta capacidad de producción permite obtener leche en cantidades significativas que se puede procesar para la elaboración de quesos, quesillos, dulce de leche, yogurt, entre otros lácteos. Las cabras de la raza Saanen posibilitan a largo plazo elebar por mejora genética los rindes lácteos del caprino criollo.
El invernadero tiene 80 metros cuadrados cubiertos que posibilitan el desarrollo de la hidroponia vertical.
Diario de Cuyo