El 3 de junio se celebra el Día Internacional del Sommelier en conmemoración de la creación de la Asociación de la Sommellerie Internacional (ASI) en el año 1969, en Francia. Dicha asociación es en la actualidad la comunidad más grande de sommeliers del mundo, ya que agrupa a más de 55 países en los 5 continentes.
El sommelier es un fenómeno relativamente reciente en la Argentina, y es la persona que, por estudios, conocimientos y experiencia, es especialista en bebidas, incluyendo aguas, infusiones, destilados, licores pero, por sobre todo, vinos.
La función del sommelier, tanto en un hotel como en un restaurant, pasa por seleccionar vinos, comprarlos, estibarlos, confeccionar y mantener actualizada una carta de vinos, asesorar a los comensales que así lo deseen sobre los vinos y bebidas del establecimiento y su interacción con los platos, entre otras tareas.
Los sommeliers también se desempeñan en otros ámbitos, como la organización de catas, la comercialización de vinos en bodegas y vinotecas, el turismo, las capacitaciones profesionales, la docencia, la organización de eventos, la prensa especializada, o la concentración en productos como el café, los destilados, el té, el aceite de oliva, y hasta la yerba mate.
La profesión de sommelier en San Juan ha logrado en poco tiempo posicionarse como un eslabón muy importante en la cadena de valor de la industria vitivinícola. Desde el 2018 hasta la actualidad se continúa profundizando con un convenio de capacitación a través del Gobierno en conjunto con el Ministerio de Turismo y Cultura y la Universidad Católica de Cuyo.
Gracias a este convenio estudiantes avanzados de la carrera Sommelier realizan prácticas laborales rentadas en bodegas del Valle de Tulum y Valle de Ullum, Zonda.
Actualmente, hay tres mujeres sommeliers que desempeñan funciones en la Ruta del Vino y del Olivo. Se trata de Natalia Rivero quien trabaja en La Salmuera en Pocito, Giuliana Ferre en Bodega Callia en Caucete y Guadalupe Martínez en Finca Sierras Azules.
Guadalupe con 20 años es una de las profesionales más jóvenes del sector y destacó el excelente nivel de viticultura que posee San Juan.
“Yo estudié en la UCCuyo y gracias a la pasantía estoy trabajando en la bodega Sierras Azules desde hace más de un año. Es muy lindo porque este es el primer año que festejo siendo sommelier. Es una profesión que tiene mucho contacto con la gente, bodegas, proveedores y se aprende varios conocimientos”, destacó Guadalupe.
“Está muy bueno que las mujeres incursionemos en el ámbito de los vinos, siempre se creyó que este sector era para los hombres. De hecho, la única sommelier de argentina avalada a nivel mundial es una mujer y me pone muy orgullosa”, expresó la joven.
También se destaca la labor de la sommelier Daniela Soto, productora de “Amigos del Vino”.
“En los últimos años, nos dieron un espacio dentro de las bodegas. Somos el último eslabón de esta gran cantidad de personas que trabajan para elaborar un vino. Esta carrera es muy nueva en San Juan y no solo es de vino, tiene un abanico muy amplio con otros productos como aceite de oliva y membrillo”, comentó la egresada de la UCCuyo.
Con esta capacitación en conjunto con la UCCuyo, se espera continuar elevando la calidad en la prestación de los servicios y favorecer la inserción laboral de futuros sommeliers. Luego de un año de trabajo, surgen innovadores productos enoturísticos que son el resultado de combinar la formación universitaria del alumno avanzado con años de experiencia de propietarios y personal de bodegas.