Un grupo de investigadoras y becarias del Conicet, en el Instituto de Química Básica y Aplicada del Nordeste Argentino (IQUIBA – NEA, CONICET-UNNE) está trabajando en la producción de harina de legumbres para la formulación de alimentos, a partir de dos tipos de porotos que se cultivan en Corrientes: el caupí y el guaundú.
El equipo de trabajo está encabezado por María Victoria Avanza, quien coordina el equipo de especialistas del INTA, la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El proyecto fue seleccionado en la convocatoria nacional “Ciencia y Tecnología contra el Hambre” del Ministerio de Ciencia y Tecnología y el equipo recibirá un financiamiento de dos millones de pesos para ejecutar el desarrollo del plan en dos años.
Actualmente, el cultivo de estas especies de legumbres está circunscripto a pequeños y medianos productores de la región y no constituyen una actividad económica relevante o de sostén para el agricultor familiar, debido muchas veces al desconocimiento acerca de los beneficios nutricionales de las legumbres.
“Queremos aportar a la revalorización de estos cultivos, para que puedan reemplazar a los productos de origen animal, tanto para los sectores vulnerables que no pueden acceder a ellos por su alto costo como para las personas que optan por alimentación vegana o vegetariana”, destaca Avanza.
A través de este proyecto también se avanzará en la elaboración de nuevos alimentos, como bebidas y snacks, además de un recetario para la utilización de las harinas.
Con esta iniciativa, se adaptará una planta piloto que funcionará en instalaciones de la Estación Experimental INTA de El Sombrero, que será destinada a la producción de harina de legumbres en base a estándares de alta calidad.
Los productos obtenidos serán caracterizados desde un punto de vista nutricional, analizando su vida útil y adecuándolos en función a las normas de envasado y rotulado.
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