En línea con una tradición de producción de alimentos que la define, Argentina ya tiene una industria foodtech (acrónimo de comida y tecnología) propia que crece de manera acelerada y con proyectos de expansión en el resto del mundo.
Con propuestas para toda la cadena de valor, ofrece desde ingredientes hasta productos basados en proteínas vegetales, análogos cárnicos y alimentos congelados. El objetivo es llegar a un público con mayor conciencia alimentaria.
Este grupo está mayormente integrado mayormente por flexitarianos (consumen carne de modo esporádico y concentra casi el 30% de la población argentina), vegetarianas y nuevas generaciones que buscan:
"Argentina es valorada como gran productor de alimentos aunque de no mucho valor agregado. La tecnología permite sumar valor a los comodities que tenemos, no solo soja y cereales, sino a todas las categorías. Es uno de los principales motivos por los cuales surgen proyectos, mientras que también hay mucho apetito de los inversores en este rubro a nivel global", señala José Robledo, cofundador de Frizata.
Pero el desafío no es exclusividad de las foodtech: las grandes alimenticias tradicionales también están incursionando en el desarrollo de productos para este segmento de consumidores, ya sea dentro de la empresa o a través de alianzas con startups.
Coca-Cola, de la mano de AdeS lanzó al mercado una bebida a base de semillas. En la misma línea, Mastellone ofrece dos variantes de leche vegetal (almendras y arroz), dentro de la cartera de productos de La Serenísima. Mientras que, la propuesta de Danone en la categoría de alimentos líquidos de origen vegetal es Silk, a base de coco y almendras.
Otro gigante que apuesta a la incorporación de alimentos de origen vegetal es la brasileña Marfrig, principal frigorífico a nivel global y dueña de marcas como Paty y GoodMark, que introdujo en el país vecino su hamburguesa 100% plant based.
Un estudio elaborado por Talent Garden, en colaboración con Accenture, Unilever y Var Group, señala que la industria foodtech se encuentra en plena expansión a nivel global:
"Estamos trabajando en un estudio cuantitativo del sector, pero estimo que creció cerca del 70%, en volumen de ventas en los últimos dos años. Queremos buscar apoyo, créditos blandos o Aportes No Reembolsables (ANR) para fomentar el crecimiento de la industria. Al país le viene muy bien apoyar a un mercado con gran potencial exportador y que crece de forma gigantesca", afirma Francisco Piñero Pacheco, presidente de la Asociación y CEO de Vegan Nature. Su empresa produce en cuatro plantas y tiene presencia en el mercado con cuatro marcas: Casa Vegana, Plant Based Grill, Green Think y Augusta. El 35% del segmento de medallones y nuggets es suyo. Entre 2018 y 2020, crecieron un 500% en ventas y proyectan facturar $200 millones este año.
Pero, quiénes son y qué ofrecen las principales foodtech locales que ya apuntan a nuevos mercados en la región, Sudeste Asiático o Estados Unidos.
Desde el mundo de la biotecnología, la foodtech creada por Ricky Cassini y Mauricio Braia, se propone, nada más y nada menos, que ser la opción de colorantes, sabores y fragancias, detrás de una cantidad de productos (yogures, snacks, mermeladas, golosinas) que están en el mercado, y contienen ingredientes que derivan del petróleo, entre otras sustancias tóxicas.
El rojo 40, colorante estrella, presente en una enorme cantidad de alimentos que consumen sobre todo niños, no solo tiene un impacto negativo en el medioambiente, sino que pueden ser causantes de alergias, hiperactividad en niños, trastornos y déficit de atención y hasta cáncer.
A través del uso de tecnologías como biología sintética y fermentación de precisión, en Michroma producen componentes de forma sustentable, innovadora y natural.
"No solo queremos reemplazar los ingredientes que provienen del petróleo, sino también los de la agricultura, con nuevas opciones naturales producidas con fermentación, un proceso similar al de la producción de cerveza, pero en lugar de levadura, fermentamos hongos para producir colorantes, que es nuestro primer ingrediente más avanzado", explica Ricky Cassini, CEO y cofundador de Michroma.
El proyecto se encuentra en escala de laboratorio y este mes pasará a escala piloto, una nueva instancia que les permitirá cumplir con el envío de muestras a una cantidad de empresas top-3 a nivel global, dentro de las categorías de alimentos, bebidas, cosméticos, ingredientes y farmacéutica, con las que vienen teniendo conversaciones.
En los próximos meses planean levantar una ronda de inversión para ampliar las capacidades del laboratorio en Argentina y Estados Unidos y aumentar la planta de colaboradores de sus sedes del país y el exterior.
A partir de cultivos locales, Tomorrow Food, se enfoca en la extracción de proteínas de origen vegetal y los transforma en distintas soluciones como premezclas para la industria alimenticia. La foodtech, que nació en Pergamino hace tres años, acaba de abrir un laboratorio y se prepara para salir al mercado con su primer producto: una hamburguesa sin carne destinada a restaurantes y hamburgueserías de Capital Federal y Conurbano.
En las antípodas del medallón tradicional de carne vacuna, el Sistema Proteico Vegetal (SPV) Burger, que se produce a base de proteínas de arvejas de origen sustentable, ofrece una fórmula libre de colesterol, grasas trans, gluten y alérgenos, reducida en sodio y apta para paladares veganos.
Su proceso de producción es sostenible y apunta a disminuir la huella de carbono de las proteínas que consumimos porque se genera en base a legumbres que permiten mejorar la fertilidad de los suelos.
"La industria está apuntando a desarrollar alimentos de producción sustentable y que, a su vez, sean saludables para las personas. En ese sentido, aparecen los análogos cárnicos, que se pueden elaborar a partir de proteínas vegetales o del cultivo celular en laboratorio. Son las dos ramas que hoy en día crecen rápidamente para complementar los alimentos de origen animal", confía Gonzálo Segovia, cofundador de Tomorrow Foods.
La startup rosarina produce, comercializa y distribuye alimentos congelados desde una plataforma digital y directo al hogar. Basados en un segmento de consumidores flexivegetarianos, con una visión amplia sobre alimentación, Frizata ya tiene un catálogo con más de 70 productos que incluye comidas, frutas, vegetales, carnes, empanadas y pizzas, entre otros. Solamente su línea meat free cuenta con ocho productos, con "hitazos" como la FriBurger o los FriNuggets, y planean lanzar 10 nuevas opciones en los próximos meses. Sin embargo, no son productos plant based: poseen huevo y lácteos dentro de su formulación. En Argentina tienen presencia en Córdoba, Rosario y Buenos Aires y, a nivel regional, desembarcaron este año en Chile, en junio en Brasil y en septiembre planean comenzar a operar en San Francisco, Estados Unidos.
"Esos son los tres puntos de partida de la globalización de la marca Frizata y ya empezamos a dar nuestros primeros pasos en el Sudeste Asiático, puntualmente en Singapur. Nuestra visión es convertirnos en una marca global. El otro lado del mundo va a un ritmo superior a América latina, e incluso a Estados Unidos, y queremos estar en esos mercados porque nuestro objetivo es estar al máximo nivel posible de evolución", explica Robledo.
Esta foodtech de comidas congeladas, sin conservantes, ni aditivos, listas para consumir en cinco minutos de microondas o 15 en agua hirviendo, se propone como la alternativa para "personas que viven solas o en pareja y que valoran su tiempo", o empresas que necesitan resolver el almuerzo de sus empleados en la oficina.
En 2020, Simpleat superó los 220.000 platos vendidos, lo que se tradujo en un incremento en ventas del 400% respecto a 2019, y planea cerrar el 2021 superando el medio millón de platos vendidos en la región. La empresa está operativa en México desde el año pasado, después de levantar una ronda de inversión de u$s600.000 para acelerar su crecimiento en la región. Dentro de las firmas que invirtieron se cuenta Angel Ventures, cuyo principal accionista es Nestlé; la segunda cadena de supermercados de México; el co-fundador de iFood, la plataforma líder de delivery de comida de Brasil; el fondo latinoamericano Alaya Capital; el fondo mexicano NOA Capital y el fondo argentino Global AgriFoodTech.
Este año lanzaron una línea de postres saludables, jugos prensados en frío y más de 10 platos por mes para distintos nichos de mercados, el fitness o vegano, entre otros, y sumaron nuevos puntos de retiro para aumentar su cobertura a nuevos barrios.
En sintonía con su crecimiento, la empresa se mudó recientemente a un nuevo centro de distribución de más de 1.000 metros cuadrados donde se prepara para cuadruplicar su volumen. "La tecnología utilizada detrás es lo que nos permite crecer como lo estamos haciendo, desde la inteligencia para entender el tipo de platos a ofrecer y la personalización de la oferta, como también el desarrollo de un modelo online 100% escalable, generando una experiencia de compra rápida y simple de cara al usuario", agrega Tomás Iacub, fundador y CEO. Las foodtech vienen pisando fuerte en los últimos años y prometen seguir creciendo ante la tendencia cada vez más fuerte de un segmento de consumidores que demandan propuestas de alimentos saludables y amigables con el medio ambiente.
IProUP