Conocidos como vinos de las zonas frías, los vinos patagónicos argentinos demandados por los más exigentes mercados externos, crecen en un terruño que proporciona condiciones ideales para obtener vinos de alta acidez y por lo tanto de gran frescura.
Argentina es un gran productor de vinos. De acuerdo al Instituto Nacional de Vitivinicultura la producción total de vino durante el 2020 fue de 3.948.697 hl y sus exportaciones ascendieron a U$S 791.268.820.
Entre los pocos bodegueros patagónicos se encuentra Casa Yagüe, productora de vinos premium, ubicada en una de las regiones más extremas para la viticultura, el Valle de Trevelin, Provincia de Chubut, Patagonia Argentina, a 12 km de la frontera con Chile.
Sus viñedos se encuentran a 330 metros sobre el nivel del mar, a 500 metros del Río Futaleufú y en el centro de un valle fértil de 4 km de ancho, rodeado de montañas de más de 2000m de altura. La composición y la consistencia del subsuelo y del suelo donde la vid encuentra sus nutrientes como así también el clima patagónico que gobierna su desarrollo, provoca que lo vinos posean cuerpos más ligeros. Los blancos tienden a ser muy frescos, con notas florales y de frutas cítricas. Los tintos se consideran elegantes y con taninos finos, con aromas de fruta roja y notas herbales o florales.
“Dando gran importancia a su origen, desde el INTI se trabajó con profundidad en el análisis sensorial de sus vinos, lo que permitió un dictamen favorable para que Trevelin, sea una zona con protección legal para los vinos que allí se producen, reconociendo la calidad y características diferenciales de los mismos”, reflexiona María José Miranda del Departamento de Alimentos y Bebidas de INTI- Patagonia
Los vinos de Casa Yagüe han sido puntuados por la Guía Descorchados de Patricio Tapia con 94 y 95 puntos. Esta guía se distribuye en USA, Brasil Chile y Argentina. Por otro lado, Tim Atkin, crítico inglés de vinos del mundo, en su reporte anual los ha puntuado con 93 puntos.
Trabaja con prácticas agronómicas que han sido constatadas como tal por SENASA en los controles mensuales que realiza a la viña, por lo que se puede considerar que sus vinos tienen todas las cualidades para ser orgánicos.
Sus vinos premium Chardonnay, Sauvignon Blanc, Semillón, Cabernet Franc, Pinot Noir, se producen en cantidades limitadas y están a la altura de los más exigentes clientes internacionales. Actualmente su producción es de 3.500 botellas anuales y se prevé una producción escalonada año tras año hasta llegar a las 40.000 botellas en 2026.
“Nuestros viñedos se encuentran en el límite de lo posible, es una zona extrema de clima frío, al sur del Paralelo 43. Estas condiciones permiten producir uvas de calidad superior y elaborar vinos Chardonnay y Sauvignon Blanc de características únicas por la concentración de aromas y sabores que solo son posibles con la amplitud térmica de más de 30 grados entre la noche y el día (0 a 30C), incluso pudiendo tener heladas en pleno verano. La luminosidad es también una particularidad con 17 horas de luz. La salinidad de los viñedos es otra característica debido a los vientos del Oeste (el océano Pacífico está a solo 100 kms”, comenta Marcelo Yagüe – presidente de la bodega.
Los vinos de Casa Yagüe salen de la tipicidad esperada para los varietales como el Chardonnay o el Sauvignon Blanc. Son vinos únicos, diferentes, con una acidez natural que otorga frescura y equilibrio con vinos de bajo alcohol entre 11,5 a 12% de alcohol, frutales, aromáticos, con mineralidad y elegancia.
“Somos un proyecto familiar que busca la excelencia de todos los procesos para alcanzar la máxima calidad y competir en "las ligas mayores" con vinos únicos, diferentes, y difícil de olvidar. Somos pioneros en una región sin historia vitivinícola y esto es algo muy emocionante”, concluye Marcelo Yagüe.
Ministerio de Desarrollo Productivo