La importancia del muestreo de suelo para el diagnóstico de fertilidad

El diagnóstico del estado nutricional de los suelos de nuestros lotes ante una campaña de siembra es fundamental para lograr un uso eficiente y racional de los fertilizantes y obtener la máxima rentabilidad económica dentro de un sistema sustentable de producción. De esta forma es imprescindible conocer los contenidos actuales y/o potenciales de cada nutriente para determinar si los mismos cubren la demanda del cultivo en base al rendimiento objetivo que nos proponemos obtener y, en su defecto, si es necesario implementar alguna estrategia de fertilización para ajustar ese desbalance.

En tal sentido, uno puede determinar mediante este diagnóstico de fertilidad, el contenido de los principales nutrientes que pueden estar limitando el rendimiento planteado y ajustar los mismos a los niveles óptimos deseados para cubrir los requerimientos del cultivo.

Pero para lograr a un correcto diagnóstico de la fertilidad, primero resulta clave realizar un correcto muestreo del lote, dado que representa el primer paso dentro del proceso que lleva a la correcta recomendación de fertilización. Según observaciones que se han realizado, los errores en el muestreo de suelos suelen ser superiores a los errores durante el análisis de laboratorio. Por lo tanto, se deberían tener especial cuidado cuando se esté muestreando el suelo como es el momento y profundidad de muestreo según el nutriente a cuantificar, el número de sub-muestras por muestra, los elementos utilizados para la extracción y el acondicionamiento de las muestras hasta su llegada al laboratorio.

Toma de muestras

Para la obtención de las muestras de suelo que nos permita determinar el nivel de fertilidad, en primera medida es fundamental identificar la variabilidad que podemos tener dentro del campo e incluso dentro de cada lote caracterizando zonas o áreas homogéneas en cuanto a diferencias naturales (relieve o topografía, color, drenaje, vegetación, erosión, rendimientos) y diferencias de manejo (rotaciones, antecesor, tipo de labranzas, fertilizaciones, etc.).

En la actualidad existen distintas herramientas tecnológicas que nos pueden ayudar a detectar esta variabilidad a nivel de lote y validar lo observado “in situ” como pueden ser imágenes satelitales, imágenes NDVI, mapas de rendimiento, cartografías de suelo, etc.

También existen aplicaciones o programas que permiten realizar solapamientos o apilamientos de mapas con distintas informaciones y así determinar con mayor precisión las áreas homogéneas.

Una vez que tenemos separadas las áreas de muestreo (zonas homogéneas), se recomienda respetar algunas normas básicas de donde evitar tomar esas muestras tratando de no incurrir en errores que nos perjudiquen este diagnóstico de fertilidad. De esta manera, es necesario evitar sacar muestras en cercanías de caminos, alambrados, sectores de concentración de hacienda (aguadas, mangas, etc.), sobre deyecciones, sitios no representativos del lote como “barros blancos”, sectores donde se haya cargado fertilizantes. En definitiva, evitar toda zona dentro del área delimitada como homogénea que pueda sobre o subestimar la fertilidad de la misma.

Los muestreos se deben realizar antes de cada campaña, aproximadamente unos 20-25 días previos a la siembra o cercano a la fertilización durante el cultivo, tratando de evitar que transcurra mucho tiempo entre la determinación y el momento donde realizo la fertilización, pero con un tiempo prudencial que permita realizar la logística para conseguir el tipo de fertilizante necesario.

El procedimiento para realizar la toma de muestras, una vez determinada el área homogénea, consiste en confeccionar una muestra compuesta que represente la misma.

Esta muestra compuesta como su nombre lo indica, es un combinado de varias extracciones o sub-muestras. A mayor número de extracciones más representativa será la muestra del área homogénea que estemos muestreando. En tal sentido y a modo de referencia, el número de sub-muestras no debería ser inferior a 15-20 extracciones por cada 50 has de superficie.

Por otra parte, el recorrido para efectuar las extracciones de estas sub-muestras se pueden realizar siguiendo determinados patrones en cada área homogénea. En este sentido se puede realizar en forma de cuadrículas, en zig-zag, en diagonal o en forma sinuosa.

Ahora bien, yendo al proceso de extracción de las muestras propiamente dichas se pueden utilizar distintas herramientas como son palas de punta y/o barrenos para distintas profundidades. Para la determinación de fertilidad en general se extraen muestras a profundidades de 0 a 20 cm, aunque para el caso particular del nitrógeno de deben extraen muestras a mayores profundidades (de 20 a 40 cm y de ser posible de 40 a 60 cm) debido a la mayor movilidad de este elemento en el perfil del suelo.

Como primer paso cuando estamos situados en el punto de extracción, debemos eliminar la cobertura vegetal y posteriormente realizar el muestreo. Si el muestreo se realiza con pala de punta, se debe hacer una extracción primaria en forma de “V” para luego sacar una capa de aproximadamente 3 cm de espesor sobre una de las paredes y a una profundidad de 20 cm, de la cual descartaremos los bordes con la ayuda de un cuchillo y nos quedaremos con el tercio central.

Posteriormente, si en nuestro análisis pretendemos incluir la determinación del contenido de nitrógeno, debemos continuar extrayendo muestras de capas más profundas. Esta operación generalmente se realiza con barrenos los cuales traen una escala graduada cada 20 cm, la cual nos permite conocer la porción o capa de suelo de la cual estamos extrayendo (20 a 40 cm, 40 a 60 cm, etc.)

Cada extracción de tierra en cada punto de muestreo (sub-muestra), se debe ir colocando en un recipiente por separado de acuerdo a la profundidad muestreada. De esta forma la capa arable (0 a 20 cm) tendrá su muestra representativa al igual que cada una de las capas muestreadas a las distintas profundidades (20 a 40 cm, 40 a 60 cm y así sucesivamente)

Seguidamente cada muestra se debe mezclar bien tratando de homogeneizar la misma para ser remitida al laboratorio de análisis. Para su embalaje las muestras comúnmente se colocan en bolsas de plástico en lo preferible de un grosor tal que evite roturas y se procede a rotularlas para su identificación. Para este último paso es aconsejable realizar dos tarjetas identificatorias, una por fuera de la bolsa y otra por dentro protegida en una bolsita de plástico para evitar que humedezca y se pueda borrar las anotaciones. Otra opción es utilizar bolsas especialmente diseñadas para tal fin (suelen ser entregadas por el laboratorio de suelos) donde las mismas traen impresos los datos necesarios para identificar la muestra.

Los datos necesarios para identificar cada muestra remitida al laboratorio deben consignar: Nombre del establecimiento, fecha, número o identificación del lote, profundidad de muestreo y observaciones si se creen necesarias (antecesor, tipo labranza y otras).

Todas las muestras recolectadas deben ser acondicionadas para el transporte y para los casos donde se soliciten análisis como Nitratos, es necesario que no transcurran más de 48 hs desde la extracción a la llegada al laboratorio. Por otra parte, estas muestras deben estar acondicionadas para su conservación en un lugar fresco para lo cual se pueden utilizar heladera o conservadoras con refrigerantes o hielo y ser enviadas al laboratorio con la mayor brevedad.

Por último, para el diagnóstico de fertilidad actual se incluyen generalmente las determinaciones llamadas “de rutina” donde se definen contenidos como Materia orgánica, Fósforo disponible o extractable, Nitrógeno como Nitratos y pH. También se pueden solicitar determinaciones de otros elementos como sales solubles (Calcio, Magnesio, Sodio y Potasio) y otros elementos como Azufre, Boro, Zinc, etc. Actualmente estos últimos se suelen solicitar en planteos tecnológicos donde los mayores rendimientos obtenidos producto del mayor uso de fertilizantes e híbridos y variedades de mayor potencial, hacen que se encuentre respuesta al agregado de estos elementos.

Campo Total