Los primeros ministros de Gran Bretaña y Australia anunciaron un principio de acuerdo de libre comercio. Es el primero que el Reino Unido sella con otro país, tras su salida de la Unión Europea.
Este anuncio tiene una importancia política muy superior a su significado económico, aunque éste no es menor. Se trata de un acuerdo por el que se apunta a liberar todo el comercio bilateral, tanto en bienes como en servicios.
En el caso específico de la carne vacuna, Australia dejará de enfrentar los altos aranceles británicos a partir del año diez, a contar desde su firma y aprobación.
Mientras tanto, ganará acceso inmediato a una cuota de 35 mil toneladas anuales, libre de aranceles, la que irá aumentando progresivamente cada año, hasta llegar a 110 mil t en el año diez.
En los siguientes cinco años (años 11 al 15), Australia exportará sin aranceles, aunque habrá un tope, a partir del cual la carne tributará un arancel de salvaguardia en caso de que las ventas superen cierto nivel. Este nivel también irá aumentando gradualmente cada año, para llegar a las 175 mil t en el año 15. Las cantidades exportadas por encima de esos topes anuales, deberán pagar 20% de arancel, lo que también resulta conveniente en vista de los derechos aduaneros que tributarán los demás exportadores.
En el segmento de la carne ovina se consiguieron los mismos objetivos, exención de aranceles al año diez, mientras tanto habrá una cuota creciente libre de aranceles y cupos de salvaguardia entre los años 11 y 15.
Esta negociación se completó en poco menos de un año, habiendo arrancado en julio pasado.
Éste el tipo de objetivos que debería plantearse el Mercosur, en lugar de los decepcionantes tópicos que se vienen discutiendo entre los miembros.
Valor Carne