La exportación de vino superó récords durante la primera mitad del año generando US$432 millones en divisas. No obstante, las bodegas se encuentran afectadas por la falta de oferta logística para exportar e importar y por la escasez de insumos. Las alternativas que se evalúan para no perder despachos.
Si bien las ventas de vino fraccionado fuera del país crecieron un 13,8% en volùmen, las complicaciones mundiales en logística para envíos preocupa al sector. A esto se suma la escasez local de botellas, papel para etiquetas, corchos y cartón producto de las limitantes a la hora de importar insumos.
Respecto al problema logístico global, se trata de una problemática que abarca la falta de barcos y de contenedores que retrasa los envíos y el ingreso de insumos clave para la actividad. Según las principales cámaras del sector, la falta de oferta encarece la logística y demora los despachos en puerto generando serios riesgos que atentan contra la calidad del producto.
En este contexto y, ante la falta de alternativas, muchas bodegas salieron a la busca de las aerolíneas para concretar los envíos. De concretarse esta estrategia, la decisión podría ayudar a aliviar la situación de las aerolíneas internacionales en crisis a causa de la pandemia.