Por Agroempresario.com
En una entrevista con Agroempresario.com, el ministro de Producción, Industria y Empleo de Chaco, Sebastián Lifton, nos contó acerca de las principales cadenas productivas de la provincia y detalló cuáles son los desafíos que se plantearon desde la cartera para apuntalar su industria.
“Gracias por recibirme y darme la posibilidad de contar lo que estamos haciendo y generando en la provincia. En el marco de lo que denominamos Plan Chaco 2030, establecimos prioridad en 20 cadenas y subcadenas de valor, entendiendo las grandes posibilidades que tienen los sectores bovinos, ovinos, caprinos, piscícolos y porcinos. Sabemos que Chaco tiene la producción primaria para transformar granos en carne”, señaló al inicio de la charla.
Con el foco puesto en la ganadería bovina, indicó que Chaco es la segunda provincia con mayor stock ganadero del norte. “Tenemos plantas habilitadas para la faena local y el tráfico federal, con la materia pendiente de volver a contar con frigoríficos con capacidad exportadora y habilitaciones”, declaró.
Sobre este punto, hizo hincapié en el hecho de que en breve la provincia logrará completar la cadena de valor con faena para exportación, a través de dos plantas: una pendiente de terminación con capitales extranjeros y otra local que permanecía cerrada desde hace seis años y ahora volverá a operar con grandes perspectivas a corto plazo.
En este sentido, aclaró que uno de los mayores desafíos de su gestión es traccionar la terminación de animales, para poder agregarle valor a los terneros de la provincia.
“Discutimos este asunto en el marco del Plan Ganadero Nacional con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, quien abrió la ronda de consultas de propuestas desde el norte para luego trabajar con cada una de las regiones”, expresó.
Adicionalmente, Chaco trabaja de manera ardua en el desarrollo de la cadena de producción porcina, ejecutando diversos programas, como la habilitación de un frigorífico propio para exportación que fomente el crecimiento de emprendimientos locales.
“Entendemos que disponemos del maíz y la soja necesarios para alimentar a los animales y transformarlos en carnes. La perspectiva es grande porque es uno de los sectores que exhibe mayor crecimiento a nivel nacional. Además, la demanda global es sostenida”, sostuvo el ministro.
Entre los desarrollos pendientes, destacó a la cadena avícola, remarcando que Granja Tres Arroyos posee varios complejos instalados en territorio chaqueño de cría y postura, aparte de una planta muy moderna en Colonia Bajo Hondo. “Ahora, tenemos el desafío de apuntalar al sector para completar el eslabón industrial y la faena directamente desde la provincia, con destino al mercado interno y la exportación”, pronunció.
Por otra parte, el funcionario distinguió los avances realizados en piscicultura y ganadería caprina y ovina. “Desde el Ministerio queremos avanzar en una mayor integración en estas cadenas. Los últimos dos sectores ganaron mucha presencia. En Pampa del Infierno tenemos un frigorífico que exporta cortes caprinos a distintos destinos”, anunció el entrevistado.
Asimismo, en las próximas semanas se comenzará a faenar ovinos, con el objetivo de vincular a pequeños productores con ganado menor hasta el proceso de exportación, aspirando a comercializar en el exterior –por primera vez- este tipo de cortes desde el territorio provincial.
“Hablamos de estas cadenas porque entendemos la necesidad de fortalecer el procesamiento productivo primario. Venimos trabajando fuertemente en él con esquemas. También queremos generar la discusión del régimen de beneficios para biocombustibles, a sabiendas de que la provincia cuenta con la semilla de algodón remanente para la transformación en aceites y biodiesel. Lo mismo con la producción de soja y la posibilidad de crear etanol a partir del maíz”, advirtió Lipton.
Al respecto, el ministro afirmó que Chaco tiene la proyección de llegar a tres millones de hectáreas de producción agrícola, si bien las cifras actuales rondan la mitad. Los cultivos más desarrollados en territorio local son algodón, soja, trigo, girasol, maíz y sorgo; más allá de aquellos que derivan de la horticultura.
En el caso particular del algodón, explicó que la provincia alberga el principal parque desmontador del país. “Gran parte de las hilanderías más importantes procesan su materia prima en Chaco. Además, contamos con la mayor producción de tela denim de la Argentina” acotó.
“Tenemos la misión de seguir trabajando el resto de la cadena textil, sobre todo en materia de tejeduría y confección. Lo mismo sucede con la generación de biocombustibles. El desafío más importante que se presenta en nuestro camino tiene que ver con la producción de aceites para consumo de soja y girasol”, aseguró el entrevistado.
En palabras de Lipton, estos dos elementos son esenciales, debido a que en maíz, Chaco es una de las provincias que lidera la producción nacional. “Es un producto que termina saliendo del territorio local sin procesar. Por eso pusimos en marcha el desarrollo de parques industriales en toda la región. Hasta el momento, contamos con 24, unos que están completamente colmados y otros con los que recién avanzamos en las primeras etapas de infraestructura”, acotó.
Estos establecimientos se completan con un régimen de producción industrial, que aspira a la promoción fuerte de empleo. La meta es que la industria demandante de materias primas de origen chaqueño permita instalar proyectos de inversión en la zona.
“El aceite de girasol es una de nuestras mayores obsesiones. Sabemos que es un requerimiento permanente del mercado, con grandes pujas en relación a la exportación. Entendemos que Chaco tiene todo para poder desarrollar su propia industria y generar un excelente polo productivo en el norte del país”, planteó el funcionario.
En cuanto a los accesos a la provincia, reveló que en el último tiempo se llevaron adelante diferentes obras, con el fin de reducir costos sistémicos y atraer nuevas inversiones relacionadas a productos cárnicos, agrícolas extensivos y forestales.
“Este año sumamos dos nuevas plantas de generación de energía a través de biomasa y buscamos dar un salto cualitativo y cuantitativo con productos de buena incidencia en el mercado de exportación”, sostuvo.
Lipton anunció que el programa gira en torno a tres grandes ejes: producción, empleo y exportaciones. “Cuando uno logra desarrollar productos con valor agregado y presencia internacional, se genera volumen y escala. Los nuevos proyectos de inversión se traducen en una mayor demanda de artículos primarios procesados en territorio. Esto además crea puestos de trabajo en el sector privado formal, que es uno de nuestros mayores propósitos desde el Gobierno”, declaró.
Según él, no es casual que –de acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo de la Nación-, hasta abril de este año, Chaco fue la única provincia nacional que evidenció una senda de crecimiento de once meses consecutivos en el empleo privado formal.
“Quizás no crecimos de la manera esperada, pero sí sin interrupciones desde junio de 2020 a abril de 2021. Esto nos permitió recuperar los niveles prepandemia, aunque estamos lejos de los parámetros que nos planteamos como ideales. Queremos incentivar la producción primaria y mejorar el índice que tenemos de productividad, tratando de sostener todos los eslabones industriales subyacentes”, anticipó el ministro.
Vale remarcar que, actualmente, la industria forestal chaqueña es vista por grandes inversores, que buscan generar un mayor aprovechamiento de los desperdicios industriales. La idea es aumentar los niveles de producción y mejorar los índices de productividad sin afectar al monte nativo.
“Nuestra industria forestal se basa en la extracción de maderas de bosques nativos. Chaco cuenta hoy con 4.600.000 hectáreas, propiciando esquemas de aprovechamiento integrales y sustentables”, indicó Lipton.
Lipton contó que el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) casi no perjudicó a los sectores productivos chaqueños, que desde marzo del año pasado son considerados “esenciales”.
“Priorizamos el rubro a causa de la necesidad de abastecer a la población local e internacional y por el deseo de querer sostener el aparato productivo del interior de la provincia. Resistencia es principalmente un área de comercios y servicios, en el resto del territorio se encuentran los parques industriales que se dedican a producir”, detalló el funcionario.
De todas maneras, el ministro lamentó el escenario que tuvieron que afrontar varios trabajadores del sector de comercios y servicios, que a causa de las restricciones a la circulación, no pudieron operar con normalidad.
“Aun así, el arco productivo desde mayo de 2020 empezó a tener índices de crecimiento. La provincia fue traccionada por la generación de empleo del sector agropecuario e industrial, logrando recuperar sus niveles prepandemia. Esto nos ayudó a compensar las pérdidas de trabajo de los sectores más afectados, con quienes dialogamos para delinear esquemas de incentivos para fomentar su reconstitución”, mencionó.
“Trabajamos en un programa específico que implica el posicionamiento de productos chaqueños. La iniciativa Pro Chaco abarca alimentos, textiles y artículos de innovación”, destacó Lipton.
En este contexto, el Gobierno local puso en marcha su propia firma de jeans, en miras a completar la cadena algodonera y llegar a la confección de prendas de vestir propiamente dicha desde la Marca de Origen Chaco. La misma se encuentra en el principal shopping de la ciudad y vincula talleres de confección de pequeños, medianos y grandes productores de distintos puntos de la provincia.
Sobre el final de la charla, el ministro subrayó que “es una picardía” que Chaco no aproveche su potencial a la hora de fabricar sus propios aceites de soja y girasol. “Son industrias a escala que por algún motivo se apuntalaron en otros rincones del país. Venimos trabajando con distintas empresas multinacionales y locales para generar una marca propia de producción chaqueña. También queremos desarrollar biocombustibles y sumarnos a las provincias que producen energías renovables”, concluyó.