José Hilal, un apasionado por las aceitunas

Agroempresario.com conversó con José Hilal, dueño de la empresa Hilal Hnos. y presidente de la Cámara de Industriales Olivícolas de La Rioja. Durante la charla, el empresario reflexionó sobre la actualidad del sector y los principales desafíos de las economías regionales en la provincia, la principal productora de aceituna del país. 

El eslabón perdido 

La empresa Hilal se estableció en el año 1951 en el rubro comercial, fundando una tienda de ramos generales en el centro de Aimogasta, provincia de La Rioja. En 1957 se inició la elaboración de aceitunas de mesa, y en 1969 la familia Hilal comenzó la fabricación de aceite de oliva. 

José Hilal está vinculado a este universo olivícola riojano prácticamente desde la cuna. “La planta de elaboración se instaló en julio del 69´ y yo nací en septiembre de ese mismo año. Mi vida arrancó con la empresa, me hice en esta actividad y es de lo que más conozco. Continué no sólo por mandato familiar sino porque me gusta, lo entiendo y porque soy un apasionado de este negocio”, expresó. 

Hilal está a cargo de la firma desde el año 98´, una época difícil del país y del sector en particular. “Sucedieron muchos cambios en la olivicultura Argentina desde los años 90 hasta la actualidad. Yo soy medio un "eslabón perdido" porque conozco tanto a la vieja como a la nueva olivicultura de la provincia, eso me llevó a la presidencia de la Cámara de Industriales Olivícolas de La Rioja”, manifestó. 

El “oro verde” de Argentina 

El sector olivícola de La Rioja lidera el ranking nacional de exportación de aceituna de mesa y aceite de oliva. En este marco, Hilal se refirió a los principales desafíos de la actividad, entre ellos las cuestiones relacionadas al manejo del dólar y al vínculo comercial con Brasil, el principal comprador de aceitunas argentinas. 

“El Mercosur firmó un tratado de libre comercio con Egipto por el tema de las carnes y la aceituna la "ligó de rebote". Esto nos está sacando parte del mercado además de provocarnos serias dificultades para las negociaciones de precios”, precisó. 

No obstante, algunas empresas han podido generar lazos comerciales con otros países, lo que posibilita abrir nuevos horizontes. En esta línea, Hilal reconoce la urgente necesidad de políticas constantes para y desde el sector. “Hay algunos avances de aceiteros para conformar consorcios de exportación, lo cual abre posibilidades y potencia la producción local. Por el lado de la aceituna de mesa tenemos un camino pendiente en cuanto a la conformación de un consorcio para hacerlo más fuerte y direccionar nuestra política comercial con un diseño un poco más profesional”, detalló. 

Agregado de valor 

Los productos regionales, las aceitunas en conserva y el aceite de oliva de Hilal Hnos. se destacan por el volúmen, la calidad y el agregado de valor. “La primera medida que tomé cuando me hice cargo de la empresa fue orientarme un poco más al mercado interno y en el agregado de valor en el fraccionado. Tenemos una línea comercial de aceitunas rellenas con quince sabores. Fuimos incorporando diversos productos como aceitunas rellenas, pastas, aceitunas tipo salad condimentadas; también fraccionamos las aceitunas en envases más pequeños y vendemos a granel”, contó. 

La empresa combina métodos artesanales con tecnología de punta: “Los productos reciben procesos de elaboración totalmente artesanal. El aceite de oliva extra virgen se extrae mediante el método tradicional, con un molino de piedra, prensa hidráulica en frío y filtrado por decantación natural, adquiriendo propiedades y características nutricionales muy buenas”, explicó. 

Cabe destacar que los olivares se cosechan manualmente obteniendo un producto agroecológico, sin que ningún agente químico o mecánico lo altere.

Por otro lado, Hilal resaltó la creación del Centro Federal de Servicios Tecnológicos, Desarrollo e Investigación Olivícola. Se trata de una organización del tipo Consorcio Público-Privado que apunta a ser un nexo entre ciencia y técnica. “Permite la toma de proyectos para desarrollar en campo así que pensamos que puede ser una gran herramienta para el sector. Hay que darle el tiempo necesario de maduración y esperemos que dé sus frutos”, destacó. 

Desafíos bioeconómicos 

La Ruta del Olivo es una iniciativa riojana que busca darle competitividad al sector y transformar la riqueza productiva en una propuesta turística atractiva. El proyecto apunta al armado de una red para visibilizar el trabajo de más de 3.000 productores y fincas.

“La idea es que la Ruta del Olivo sea ofrecida a los visitantes desde el aeropuerto y la terminal de ómnibus; es decir, que la persona que llegue a La Rioja sea recibida por la Ruta. Todo eso requiere de esfuerzo, dinero y coordinación. En este sentido trabajamos con el ministerio de Industria de la provincia y la primera etapa ya está concluida”, indicó.

Por otro lado, es importante mencionar que una de las grandes distorsiones a las que se enfrenta la olivicultura son los altos costos energéticos que prácticamente duplican los de producción. Respecto a la deficiencia energética de la actividad, Hilal hizo especial hincapié en una serie de proyectos destinados a transformar los residuos de la industria olivícola en “energía limpia” y en subproductos, entre otros usos.

En este punto, Hilal compartió en exclusiva con Agroempresario.com detalles sobre el primer desarrollo del Centro Olivícola: “Estamos desarrollando una mosca que sembrada -de manera controlada- en los residuos de la molienda de aceituna genera fertilizantes para plantas y también un tipo de alimento balanceado para animales”, adelantó. 

Sobre su visión respecto al futuro del sector, el empresario se mostró optimista: “Lo veo mucho más profesional, enfocado en este tipo de actividades y buscando la rentabilidad en toda la cadena. Lo veo integrado y mi deseo es que esté mucho más desconcentrado, que puedan insertarse todos los actores en el proceso y no se centre en pocos operadores. A eso apunto”, concluyó agradeciendo la invitación de Agroempresario.com