Un paraíso en tierras de palmeras. La Aurora del Palmar, un refugio silvestre entrerriano ubicado en la localidad de Ubajay, se convirtió en una parada obligada para muchos visitantes que por estos días llegan a la provincia en busca del contacto con la naturaleza. Te invitamos a conocer los detalles de una experiencia turística integral que combina la tranquilidad del campo con la conservación de la naturaleza.

Marcos naturales imponentes, alojamientos originales, gastronomía regional, vínculo con la comunidad e investigación, todo esto y mucho más puede encontrarse en La Aurora del Palmar, una refugio declarado Reserva Provincial de Entre Ríos y miembro de la Red de Refugios de la Fundación Vida Silvestre de Argentina. 

Los inicios de La Aurora se remontan a 1950 cuando Juan Peragallo (abuelo de María Eugenia) compra 1.100 hectáreas de campo con fines ganaderos. En 1979 La Aurora pasa a manos de su hijo, el ingeniero Raúl Peragallo, padre de Eugenia: “La Aurora es una reserva de naturaleza y un proyecto familiar. Me gusta contar que es un campo privado que está en la familia desde hace varias generaciones, de hecho Aurora es el nombre de mi abuela”, contó.

Cabe destacar que gracias a la decisión de su fundador, La Aurora preserva, cuida y conserva los ambientes naturales que son una continuación del Parque Nacional El Palmar. En este sentido, el campo posee recursos naturales muy importantes como la palmera yatay (Butia yatay) de más de 400 años y declarada especie protegida por la provincia de Entre Ríos. También se protegen ambientes de “selva en galería”; pastizales naturales; pajonales de inundación y bosques de espinal. “Tradicionalmente se manejó una actividad productiva que cuidaba estos ambientes y eso se mantuvo pero a partir del año 1998 y, de la mano de un convenio con la Fundación Vida Silvestre Argentina, arranca el proyecto del Refugio”, explicó.

Desde ese momento, La Aurora pasó a ser reconocida como un área protegida y posteriormente incorporada al Sistema Provincial de Áreas Protegidas de Entre Ríos en 2005. Este marco institucional de sus acciones de conservación regional pudo consolidarse en 2011 con la creación del Sitio RAMSAR Palmar-Yatay que también integra al Parque Nacional El Palmar junto a otros actores locales y provinciales.

Desde hace 20 años María Eugenia junto a su esposo decidieron sumar la actividad turística al trabajo de conservación y  producción dando vida a una experiencia donde los visitantes pueden conocer y experimentar la producción ganadera tradicional de pastizal; citricultura, cultivo de nogales, vitivinicultura y horticultura para consumo propio y comercial, aplicando buenas prácticas agrícolas.

“El principal objetivo de La Aurora siempre es el de conservar e investigar cómo podemos cuidar mejor esta palmera que es un patrimonio en la provincia, es única y es nuestra. Es una gran responsabilidad”, expresó. En este sentido, La Aurora realiza estudios propios y recibe a becarios e investigadores con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre la especie. La reserva también prioriza la educación ambiental como eje de todas sus acciones: “La Educación ambiental está como en el ADN de nuestro lugar”, manifestó.

La propuesta turística 

Dentro de las opciones para hospedaje, La Aurora propone un original alojamiento en antiguos vagones de trenes reciclados y acondicionados, una de las opciones más buscadas por los visitantes. 

En cuanto a las excursiones se realizan paseos a caballo, recorridos en canoas por la selva, safaris interpretativos en  4 × 4 , avistaje de aves y caminatas nocturnas.

Sobre la oferta gastronómica, la carta del restaurante hace hincapié en el uso del fruto de la palmera en los platos: “Tenemos desde cheesecake hasta cerdo de yatay, entre otros platos. Son sabores nativos y muy ricos”, contó Eugenia.

La Aurora impulsa el proyecto “Alma Yatay”, un proyecto de puesta en valor de la palmera y de su fruto, el yatay. Se trata de una iniciativa que se propone convertir al yatay en un atractivo turístico y gastronómico de la zona. “Empezamos a trabajar con este proyecto que tiene varias puntas: difusión de sus valores nutricionales, generar puestos de trabajo, la investigación y dar a conocer el yatay fuera de la región”, explicó.

Las oportunidades de la pandemia y el turismo que viene

Según contó María Eugenia, durante el período de cuarentena La Aurora del Palmar empezó a ser visitado tanto  por residentes locales como por  turistas de otras provincias. No obstante,  el “destino naturaleza” implica múltiples desafíos, entre ellos no sobrecargar el espacio y manejarse con grupos reducidos de visitantes para el cuidado de la flora y fauna. 

“Tenemos que tener un crecimiento más ordenado y ese es el desafío, encontrarle la vuelta. El turismo es muy cíclico y bastante imprevisible. Esperamos seguir trabajando en la misma línea para que más personas se acerquen a la naturaleza y lo hagan a través de La Aurora”, concluyó.

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