Carlos Banacloy: “Río Negro es la provincia productora de fruta orgánica más importante del país”

Por Agroempresario.com

En el marco de una entrevista exclusiva con Agroempresario.com, el ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro, Carlos Banacloy, nos contó cómo trabajan desde la cartera para potenciar la industria local en base a las grandes virtudes geográficas que tiene la provincia. También nos comentó acerca de las labores que vienen realizando desde la región para desarrollar y poner en valor la Marca Patagonia a nivel global.

“Río Negro es una provincia que se ubica en un lugar privilegiado desde el punto de vista estratégico. El río Negro nos da una oportunidad muy grande en lo que respecta a la disposición del agua. Su cuidado y responsabilidad depende exclusivamente de nosotros. Por otra parte, el aspecto climático nos posiciona en un sitio relevante para producciones agroecológicas y orgánicas. La incidencia del viento y del aire, sumado a la falta de humedad, genera un ambiente muy propicio para este tipo de desarrollos. En el último tiempo, notamos incrementos interanuales de entre el 2 y el 14%, siendo la provincia productora de fruta orgánica más importante del país”, señaló al ser indagado sobre las posibilidades de inversión en el área.

En este sentido, indicó que el entramado productivo rionegrino está muy arraigado a todo aquello que se relaciona con la frutihorticultura, dentro de un contexto cambiante, donde varias de las producciones emblema se fueron perdiendo a lo largo de los años.

“Durante mucho tiempo, tuvimos casos de valor agregado dentro de la matriz productiva local que se han ido perdiendo. Hemos tenido más de 12 tomateras y enlatadoras de frutas, más de 10 jugueras y una industria de sidra muy importante. Por ello, creo que la única alternativa para generar valor es crear un escenario macroeconómico que sea sustentable a mediano plazo. Esa macroeconomía debe darle un mínimo de estabilidad a las producciones para que se garantice el agregado de valor en el territorio”, subrayó.

A modo de ejemplo, citó el caso de la pera, fruta que en muchas oportunidades debe recorrer el mundo para acceder a un destino de cercanía. “Podríamos sortear todo esto si tuviéramos una macroeconomía estable. El contexto, incluso, sería beneficioso a la hora de importar ciertos insumos”, supuso.

Con énfasis en sus palabras, describió que Río Negro dispone del clima, el agua, el suelo y el capital humano para producir numerosos bienes de consumo. “Dentro de lo que es el sector de peras y manzanas, estamos viendo grandes reconversiones en los valles, donde se fueron introduciendo nuevas variedades y tecnologías”, especificó.

Sobre este punto, afirmó que la provincia responde muy positivamente a la demanda de ciertos productos que únicamente se pueden producir en la región a causa del clima.

“Somos el mayor exportador de cerezas del mundo. El polo productivo que rodea a la fruta es por demás importante. Para mí, no tiene techo. A nivel mundial, la cereza no tiene ningún proceso de conservación que haga que dure más allá de dos o tres meses luego de la cosecha. Esto hace que pierda calidad. Desde el punto de vista global, solamente a contraestación estamos abasteciendo el 7% de la demanda internacional. Existen muchos mercados muy ávidos de este tipo de productos”, explicó.

Actualmente, la provincia exporta su fruta fina a China, Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y la Unión Europea (UE). Entre los productos que han crecido enormemente en los últimos años se destacan los frutos secos. En este marco, Río Negro es el principal productor de avellanas del país; también posee buenos índices de producción de nueces y almendras. 

“Hay que entender que a lo largo y ancho de nuestro río se van generando distintos valles. El Alto se caracteriza por la producción de peras y manzanas; en cambio, en el Medio e Inferior predomina la de frutos secos”, añadió al respecto.

Diversificación de la matriz productiva

Tras la llegada de Banacloy, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro se transformó en el Ministerio de Producción y Agroindustria. Según el entrevistado, esta alteración responde a que se buscó que la cartera tuviera una mirada mucho más amplia respecto a las producciones locales, tratando de agruparlas a todas en función de su capacidad y/o volumen. 

“Entendemos que el complejo más importante, históricamente, es el de peras y manzanas. Sin embargo, hay otros con mucho potencial como el lúpulo y la fruta fina. También las carnes certificadas, siendo una provincia con estatus sanitarios diferenciales. Pertenecemos a una zona libre de mosca de los frutos y aftosa sin vacunación. Creo que tenemos muchas posibilidades de diversificar nuestra matriz productiva a través del estatus, la calidad, el agua, el clima y la gente de Río Negro”, declaró.

Gestión en pandemia

En palabras de Banacloy, la pandemia representó una gran oportunidad para poner en valor a todas las producciones locales, a partir de la redacción del primer Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que permitió que el sector productivo pudiera seguir trabajando a pesar del contexto de crisis.

En este sentido, expuso que cuando se decretó a nivel país el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), Río Negro pudo satisfacer la demanda de su población en virtud de sus grandes producciones.

“Nuestro territorio está muy diversificado. Tenemos autonomía en la pesca, valles arraigados a la fruticultura y ganadería ovina y bovina. Nuestra matriz productiva frutihortícola también es muy fuerte. En este marco, entendimos que podíamos ser autosuficientes incluso con la provincia cerrada”, reconoció.

Bioeconomía y Marca Río Negro

Actualmente, Banacloy y su equipo de funcionarios trabajan con ministros de toda la Patagonia en pos de valorizar la marca regional, entendiendo que la misma fue leída hace muchísimos años por varias empresas.

“Hoy encontramos que los productos Marca Patagonia fueron registrados hace más de 30 años. En ese momento, el Estado quizás no estuvo a la altura para leer el peso y significado que tenía y tiene el sello. Por eso, creemos que es necesario agregarle valor y darle protección a nivel global. En base a esto, estamos trabajando desde los ministerios con el Gobierno Nacional para conseguir el sello emblema ‘Patagonia Argentina’ y defenderlo internacionalmente”, afirmó.

Por otra parte, la gestión trabaja fuertemente en la identificación local, entendiendo que Río Negro, como provincia, tiene solo 66 años. 

“La Patagonia se ha poblado mucho de gente extranjera, con lo cual el sentido de pertenencia no es tan amplio. Debido a ello, tenemos que trabajar de adentro hacia afuera, poniéndonos en valor a nosotros mismos para que nuestros vecinos conozcan lo que hacemos. A veces, ni los propios rionegrinos saben identificar las distintas variedades de pera que se producen en la provincia. Si no nos reconocemos, es difícil que otros lo hagan”, transmitió.

Para poner en valor la producción local, desde la cartera están desarrollando el sello Punto Río Negro, que tiene como objetivo comunicar todos los productos que se elaboran en la provincia.

“Debemos fomentar la fuerza identitaria. La pera rionegrina no es una pera más. Hoy prácticamente no se produce esa fruta en muchas partes del mundo porque requiere mucha agua. Tenemos una oportunidad enorme para seguir posicionando al producto en todo el mundo”, concluyó.