Ideas & Opiniones / Ganadería

Alcides Birchenz: “Cuando veo vacas flacas y terneros criándose mal, recomiendo el destete”

El médico veterinario especialista y defensor del destete precoz, le contó a Agroempresario.com de qué se trata el procedimiento y cuáles son sus principales beneficios


Por Agroempresario.com

 

En 1993, el entrerriano Alcides Birchenz se recibió de veterinario en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Esperanza, dependiente de la Universidad del Litoral (Santa Fe). Luego de sumar experiencia en centros de salud animal para pequeñas y grandes especies, en 2003 comenzó a asesorar a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), especializándose en nutrición de rumiantes y destete en rodeos de cría.

Junto con la Cooperativa del Progreso -a la cual asesora- y otros profesionales, cubre el 100% de la cuenca lechera de Nogoyá y alrededores (Entre Ríos), aunque a diario también visita establecimientos ganaderos de toda la provincia.

Muy amablemente, accedió a participar de una entrevista con Agroempresario.com, en la que nos contó en qué consisten algunos de los procedimientos más importantes que realiza. En este sentido, detalló el paso a paso del destete precoz e hiperprecoz y señaló cuáles son sus principales beneficios. Por otra parte, nos habló sobre nutrición animal y mencionó cómo lleva adelante el proceso de inseminación artificial en rumiantes.

 

Dieta y alimentación animal

En palabras de Birchenz, en la época en la que se recibió como profesional no se suministraba demasiado alimento balanceado para las vacas en la mayoría de los establecimientos productivos tamberos. Según dijo, esto hacía que sus rendimientos fueran inferiores a los de la actualidad.

“Hoy en día en el ordeñe, por ejemplo, en un tambo le damos a la vaca 8 kilos de balanceado a diario en dos ordeñes. Cuando me recibí eran solo dos y se trataba más bien de una ración que hacía el productor con sorgo o maíz molido. En aquel momento, no se empleaban premezclas minerales y ni hablar de monensinas, que tienen propiedades fundamentales. Además de ser antiempastes, favorecen la digestión de los alimentos e impiden diarreas y la hinchazón de los animales”, explicó.

En la actualidad, los balanceados se componen de granos, que es la parte energética; subproductos industriales como expellers de soja o girasol, que aportan proteína; y una premezcla mineral que incluye monensinas. Gracias a esto, los productos logrados tienen mucha mejor calidad. Para Birchenz, es fundamental aclarar que “está comprobado que si uno no le da 8 kilos de esta clase de alimentos a una vaca de tambo, es imposible producir lo esperado”.

Por otra parte, comentó que anteriormente se criaba muy mal a los terneros, destacando que una vez que se los destetaba, se los largaba al campo para que se criaran solos sin ningún tipo de seguimiento.

“Actualmente existe la crianza artificial y todo se distribuye en corrales. Una vez que se desteta al ternero, se lo cría artificialmente antes de que pase a la recría 1, 2 y 3, hasta vaquillona pre-servicio. El 100% de estas actividades se realiza en corrales: desde que nace el ternero hasta que queda preñada la vaquillona y entra en el tambo. Todo está estrictamente distribuido, mientras que el suministro consiste en una ración especialmente diseñada para para cada categoría. Así, el proceso es mucho más eficiente”, afirmó.

En este contexto, recomendó que lo ideal es que el productor prepare las raciones sembrando sus propios granos. En el campo, él trabaja con dos dietas:

1) Abierta: se realiza con todo lo que el productor cosechó. “Brinda la posibilidad de jugar con los ingredientes –alfalfa, maíz o sorgo-, incorporando, por afuera, una premezcla mineral compuesta por macro y micro minerales más monensinas”, especificó el entrevistado.

2) Cerrada: el productor le compra el balanceado a un tercero.

Luego, el profesional trabaja en base a las cifras deseadas en cada categoría. Por ejemplo, un ternero necesita de un balanceado iniciador con un 18% de proteína y buena energía. A medida que el animal va creciendo, pasa a una dieta de recría, donde la proteína baja al 16%.

Si el ternero pasa a engorde, accede a un novillero, donde la proteína bruta es del 13%.

 

Destete precoz

Antes de hablar sobre el procedimiento, Birchenz subrayó que en el campo él realiza tanto el destete precoz, como el hiperprecoz. El último implica retirarle el ternero a la vaca parida a los 30 días, mientras que el primero se lleva adelante a partir de los 60 días de vida del animal recién nacido.

“El hiperprecoz se desarrolla con un alimento especial que es el ruter, con el cual llevamos a los terneros a un corral chico, donde empezamos a suministrarle la ración en pocas cantidades y de forma escalonada durante 15 días. Luego mezclamos este alimento con un balanceado compuesto en un 18% por proteína bruta. Todo el proceso implica 30 días. A lo largo de ese período, se desteta al animal, transformándolo rápidamente de lactante a rumiante capaz de pastorear”, reveló el veterinario.

El precoz, en cambio, se efectúa cuando el animal ya tiene 60 días de vida y pesa más de 70 kilos. A lo largo del mismo, el profesional emplea un balanceado comercial compuesto en un 18% por proteína bruta, llamado “balanceado de destete precoz”. De todas formas, la ración también se puede lograr con 70 partes de maíz entero y 30 de un concentrado proteico iniciador, respectivamente.

“Ahí, hacemos lo mismo. Se empieza de a poco, de forma paulatina de a 200-300 gramos, aumentando la ración a medida que los animales van comiendo hasta llegar a los 2 kilos. Luego, se le da una semana más al ternero, antes de largarlo al campo a pastorear por una hora. En ese momento, se puede decir que el rumen ya está desarrollado. Más adelante, se aumenta el tiempo de pastoreo hasta lograr que llegue a los 150 kilos, balanceándose sólo en energía y proteína”, narró Birchenz.

Las categorías para realizar el procedimiento se evalúan de acuerdo al estado de deficiencia corporal de las vacas paridas. Generalmente, el mismo se mide en una escala del 1 al 5. Uno es demasiado flaca, 5 es gorda. Al momento en el que el animal se encuentra en estado corporal 2 y se le ven las costillas, el profesional recomienda destetar.

Otras categorías aconsejadas para realizar el procedimiento son vaquillona primera parición y vaca cut, es decir la que cría el último ternero.

“Por lo general, el destete se hace por una necesidad de urgencia. Considero que a pesar del alto precio de los balanceados sigue siendo rentable, ya que es sumamente efectivo para salvar tanto al ternero como a la vaca. Además, permite conseguir grandes índices de preñez. Cuando voy al campo y veo vacas flacas y terneros criándose mal, yo recomiendo el destete”, enfatizó el veterinario.

Para analizar la performance del proceso, lo comparó con un destete convencional sobre una muestra de 100 vacas (ver cuadro).

El costo de los 30 kilos de ternero implica el balanceado más el rollo dado en esa etapa del destete, que contempla desde los 70 hasta los 150 kilos.

Según el cuadro, con el destete convencional se logra un 65% de preñez, mientras que con el precoz, el índice es del 90%. Luego existe una merma del tacto hasta que la vaca pare, que implica abortos y muertes embrionarias, provocando que ambos porcentajes disminuyan en un 5%. En los dos casos, los animales llegan a pesar 150 kilos.

Con el destete convencional, el kilo de terneros logrados es 9.000, mientras que con el precoz la cifra asciende a 12.700. En lo que respecta a los costos, el primero no supone gastos adicionales, ya que el animal recién nacido permanece hasta los 5 o 6 meses en compañía de su madre. El segundo, si bien es más costoso, implica grandes beneficios productivos.

“El destete precoz supone una diferencia de 1.200 kilos en peso obtenido de los terneros. A la larga termina siendo mucho más eficiente debido a los altos índices de preñez que se logran. Cada 100 vacas, el procedimiento permite ganar hasta $250.000”, precisó Birchenz.

Defensor del método, lo considera como una herramienta más que tiene el productor a la hora de lograr buenos rendimientos. “Si la vaca está con buen estado corporal, no es necesario llevarlo a la práctica. En cambio, si voy a un campo y se le ven las costillas, es preciso destetar. Después, los resultados vienen solos”, aclaró el experto.

Inseminación artificial

De acuerdo a Birchenz, el procedimiento va de la mano del destete. “Suponete que destetás 100 vacas y las dejás descansar por 20 días. Luego de que se desinflaman sus ubres, se realiza la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF). Tras colocar el dispositivo, se retira a los 7 días, para realizar la inseminación pasadas las 48-50 horas. Con eso, se logra preñar a la mitad de la muestra”, explicó.

En este marco, la otra mitad, gracias al IATF comienza a ciclar, de modo que luego es posible realizar un repaso de inseminación o largar los toros de servicio para aumentar el porcentaje de reproducción.

“Lo que permite el destete es que la vaca se recupere rápido: que comience a ciclar para lograr altos porcentajes de preñez”, concluyó el entrevistado.

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