Por Agroempresario.com
Con dos locales en Buenos Aires y muchas ganas de seguir creciendo, los fundadores de Cookie Brothers, Nicolás Musi y Martín Romero, participaron de una entrevista exclusiva con Agroempresario.com, en la que nos contaron de qué se trata la propuesta, destacando cuáles son sus principales virtudes. También nos hablaron acerca de lo que significa para ellos emprender en un país tan inestable como el nuestro, sin bajar los brazos a pesar de las adversidades.
- ¿Cómo nació Cookie Brothers? ¿Qué referencias tomaron y en qué se inspiraron para desarrollar la marca?
La empresa nació en 2018. Los dos siempre tuvimos la idea de emprender. Como nos encantaba la gastronomía, sabíamos que íbamos a hacer algo relacionado, aunque no teníamos bien en claro qué.
En ese momento yo, Nicolás, estaba trabajando para una empresa de franquicias y me tocó visitar una exposición que se realiza todos los años en La Rural. Ahí me encontré con un mundo que me voló la cabeza. Tuve la posibilidad de charlar con varios emprendedores, quienes me contaron cómo habían creado su marca.
Particularmente, me sentí muy identificado cuando me crucé con el dueño de una firma de empanadas, que me mencionó que el negocio estaba en vender en volumen y cantidad. Cuando me junté con Martín, nos pusimos a hablar y coincidimos en qué ese era el camino.
No obstante, tenía que ser algo que nadie hiciera para que el desafío fuera real. Un día, viendo la película Small Time Crooks, me di cuenta de que el potencial en el negocio de las cookies era real. Ahí hablo con Martín y nos ponemos a investigar si existía algo parecido en la Argentina.
Si bien el concepto no estaba presente, aquellos consumidores que tienen la posibilidad de viajar, saben de su existencia. Entonces, nos lanzamos a la aventura y empezamos a buscar un lugar donde producir e iniciar este hermoso camino de crear una marca desde cero.
- ¿Por qué eligieron el barrio de Belgrano para abrir su primera sucursal? ¿Y Martínez para la segunda?
Creemos que en ambas zonas está el público objetivo al que apuntamos: jóvenes que se puedan dar un gusto y elijan algo diferente al momento de hacerlo. El poder adquisitivo no es algo que consideremos clave a la hora de escoger las áreas de expansión, porque vendemos un producto accesible y que le gusta a todo el mundo.
Solo buscamos zonas en las que la gente tenga el deseo de satisfacer su desayuno o merienda con algo diferente, que le escape a las opciones de siempre.
- ¿Con qué se encuentran los clientes al entrar en un local de Cookie?
Antes de entrar a un local, los clientes se chocan con un exquisito aroma a galleta recién horneada. Es normal que al percibirlo se pregunten de dónde viene. Una vez que ingresan, ofrecemos una atención 100% personalizada, dirigiéndonos hacia las personas como si las conociéramos.
- ¿Qué clase de productos venden?
Vendemos principalmente cookies. Ofrecemos variedades rellenas y opciones veganas. También postres como cheesecakes y brownies.
- ¿Cuáles son las cookies más elegidas por el público?
La favorita indiscutible es la rellena. La triple de chocolate con Nutella es un camino de ida. Es muy elogiada por el público.
- ¿Tienen pensado lanzar nuevos productos en los próximos meses?
Sí, queremos lanzar una línea exclusiva para el verano, usando helados. También deseamos incorporar opciones saladas.
- ¿Cómo se elaboran las galletitas?
El producto se elabora a diario desde cero, lo que hace que sea bien fresco. Contamos con tres proveedores clave: uno que nos entrega todos los secos y líquidos para producir las galletas, otro que nos provee el chocolate, y el último nos brinda los huevos para unir las mezclas.
El proceso es sencillo una vez que se encuentra la receta clave. Contamos con una batidora planetaria de 50 litros que hace todo más fácil. Consiste básicamente en cremar el azúcar con la manteca. Luego, es necesario incorporar los huevos y perfumar con el ingrediente que corresponda según el sabor, previo a mezclar los secos.
La magia está en controlar que la temperatura con la que la masa cruda entra en el horno sea la perfecta. Ese equilibrio le da forma y consistencia a las cookies.
- ¿Cómo le hicieron frente a la pandemia?
La pandemia nos agarró abriendo nuestro primer local. Teníamos todo para inaugurar en abril de 2020. Al principio, como muchos, estuvimos llenos de dudas y pánico. Aunque teníamos tantas ganas de concretar este proyecto que nada nos iba a parar.
Nos acomodamos como pudimos. Debido a que gran parte de nuestro negocio correspondía a delivery, nos enfocamos en dicha modalidad. Nos sirvió para posicionarnos con un producto que llega -literalmente- recién salido del horno y eso nos llevó a ofrecer esa frescura y calidad que siempre quisimos mostrar.
- Tras expandirse de Capital a Zona Norte, ¿tienen pensado abrir otras franquicias alrededor del país?
Tenemos un plan de expansión en Capital Federal y Córdoba, proyectamos abrir tres franquicias más el año que viene. También tenemos previsto cubrir la zona de Villa Urquiza.
El modelo es sencillo: nosotros contamos con un centro de producción para la elaboración, ya que en los locales no se produce, sino que sólo se fracciona, decora y hornea el producto. Sabemos que uno de los principales desafíos al momento de poner un negocio son los costos fijos.
Por ello, nuestro modelo plantea una pequeña plaza de estibado y horneado que se puede cubrir con un sólo cocinero experimentado y dos personas para la atención al público. Se trata de una estructura reducida, cuyo método de producción sencillo permite al franquiciado un mayor control, con costos básicos para el funcionamiento del negocio.
- ¿Qué significa para ustedes emprender en un país tan inestable como el nuestro? Sobre todo en un rubro como la gastronomía, que fue de los más golpeados por la pandemia.
En nuestro país, el rubro gastronómico siempre fue un desafío, más cuando manejás una escala de precios moderados y no vendés algo exclusivo donde los márgenes de contribución son más altos. El negocio del volumen es un desafío constante para todos los que arrancamos desde abajo sin contar con una gran inversión. La realidad es que hay que vender una barbaridad.
Por eso, hay que tener paciencia hasta que la rueda gire y de beneficios. Las redes y la folletería son recursos económicos que permiten que una marca se haga a conocer. Las aplicaciones de envíos también son una buena fuente de posicionamiento, aunque las comisiones que cobran son altas.
Nuestra recomendación para el momento que atraviesa el país es que, en el rubro gastronómico, hay que adaptarse a estructuras pequeñas, de pocos empleados, que sean fáciles de encaminar. Hay que priorizar que el público conozca el producto, ya que el “boca a boca” es la herramienta más importante a la hora de emprender. ¡La primera impresión es clave!
A nosotros también nos sirvió llevar un control excesivo en los movimientos de dinero. Desde el primer momento contamos con un sistema que nos permite obtener un panorama general de las ventas, la liquidez de efectivo y los pagos a proveedores. Llevar los números bien ordenados y estar atentos a nuevas ofertas de compra, stockeándonos de materia prima para ganarle a la inflación, es vital para seguir adelante.
- ¿Algo más que quieran agregar?
Nos gustaría contarles algo antes de que alguien se aventure en el camino de emprender. Hay un momento en que es necesario hacerse una pregunta clave: ¿estás dispuesto a sacrificar tu tranquilidad económica y mental para llegar dónde querés llegar? Porque si uno quiere triunfar hay que ir a fondo: esto implica dejar tu trabajo estable, postergar planes (viajar, comprar una casa o un auto), no gastar plata en artículos inútiles, etcétera.
En fin, tu vida entera -al menos por unos años- va a estar supeditada a la creación de una marca, haciendo que tu cabeza no pare de trabajar. Antes de todo esto, uno tiene que estar dispuesto a hacer estos sacrificios para ser bienvenido en el mundo emprendedor.