Argentina aprobó un convenio de financiación con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) para combatir la pobreza en el noreste y noroeste del país. Según el decreto firmado por el presidente Alberto Fernández; del jefe de Gabinete, Juan Manzur; y del ministro de Economía, Martín Guzmán se destinarán U$S13,1 millones al “Programa Promoción de Sistemas Agroalimentarios Resilientes y Sostenibles para la Agricultura Familiar (PROSAF).
De acuerdo al Fida, la meta general del programa es contribuir a reducir la persistencia de la pobreza de los pequeños productores rurales de la agricultura familiar, campesina e indígena en condición de vulnerabilidad. Asimismo, la iniciativa se propone mejorar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios locales y regionales incrementando la resiliencia de los productores.
El programa está dirigido a dos grupos objetivos: los pequeños productores en condición de pobreza que ya producen de forma agroecológica o se encuentran en transición; y los pequeños productores convencionales en la mismas condiciones pertenecientes al sector de la agricultura familiar, campesina e indígena. Dentro de este último grupo se priorizará la inclusión de mujeres, jóvenes y personas provenientes de pueblos originarios.
El PROSAF se diseñó bajo tres pilares: apoyo y financiamiento para la producción y comercialización; desarrollo de servicios sistémicos de apoyo a la producción y comercialización y gestión de conocimiento, monitoreo, evaluación y administración.
El Préstamo del Fida tendrá un plazo de reembolso de 32 años, con un período de gracia de siete años.