Por Agroempresario.com
Sergio Berensztein es doctor en Ciencias Políticas y licenciado en Historia. Actualmente, es el presidente de Berensztein, una consultora de análisis político y estratégico fundada por él en 2014.
Además, dicta conferencias y clases magistrales tanto dentro como fuera del país. Es director académico del Instituto de Neurociencias y Políticas Públicas de Fundación INECO, profesor de la Maestría en Negocios de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y profesor invitado en varias universidades extranjeras.
Publicó libros y artículos académicos en revistas especializadas y participa activamente en medios televisivos y radiales.
En una entrevista en exclusiva para Agroempresrio.com dialogamos sobre la actualidad política y económica del país de cara a las próximas elecciones legislativas de noviembre.
- ¿Consideras que las medidas del Gobierno para el sector agropecuario son netamente políticas por el resultado obtenido?
Sí, por supuesto que tienen que ver con el resultado de la elección y es evidente que tienen un objetivo político. Quieren revertir, sobre todo, La Pampa a ver si pueden quedarse con un senador más y también focalizan en Santa Fe. Obviamente, las restricciones a las exportaciones de maíz trajeron un ruido negativo enorme por lo cual las otras señales como la apertura de las exportaciones a la carne se han diluido. De hecho, la gestión la lleva adelante un ministro que entró al Poder Ejecutivo como consecuencia de las PASO que es Julián Domínguez.
- ¿Quedó demostrado que la solución para evitar el aumento del precio de la carne en góndola no tenía que ver con el cierre de exportaciones?
En la opinión pública todavía falta una tarea de docencia y pedagogía para que el consumidor comprenda la naturaleza o la complejidad del proceso de formación de precios y por qué la exportación no compite o no es causante del aumento de precios.
Creo que hay una parte de la sociedad que comprende y otra parte que no y aún compra esto que la culpa la tiene la cadena de la carne.
Considero que falta un esfuerzo por parte de la industria de explicar este proceso mejor. Al margen de esto, el Gobierno con Roberto Feletti busca profundizar las medidas del control de precios y hay actores políticos y sociales que tampoco comprenden.
Hay mucho por hacer todavía en términos comunicacionales, políticos y de lobby en el mejor sentido de la palabra.
- ¿Qué medidas se podrían tomar para incentivar la producción, inversión y exportaciones?
No se puede incentivar la producción, inversión y exportación en un contexto macroeconómico tan desordenado. La Argentina necesita políticas macro antes de pensar en políticas micro. Por supuesto, hay mucho por hacer pero no hay micro que funcione con una macro desordenada. Entonces Argentina necesita un plan de estabilización, desregular la economía, por supuesto una política fiscal lógica y también reformas en la regulación laboral.
No creo que haya que distraerse tanto en lo micro cuando el desorden es macro.
- ¿Cómo incluiría la reforma laboral y tributaria el plan de estatización ?
Hay dos etapas o, mejor dicho, una secuencia: se necesita bajar la inflación, ordenar la economía y luego establecer un calendario o una dinámica de reformas estructurales donde lo tributario y lo laboral están incluidos.
Debe haber una visión de conjunto y no ver a los dos factores aisladamente.
Más allá de reformas específicas debe haber un acuerdo político porque ya tuvimos en Argentina reformas y hubo reversiones por falta de acuerdo.
Cuando las reformas son implantadas solamente por un gobierno sin que haya un consenso amplio con mayorías contingentes está demostrado ser reversible y poco sustentable. Hace falta no sólo un programa de reformas estructurales sino que la economía política tiene que estar muy cuidada para asegurar la continuidad de las reformas que se logren.
- ¿Cuánto tiempo más puede sostenerse la brecha, casi del 100%, entre el dólar oficial y los demás tipos de cambio?
La brecha es el resultado de una falta de plan económico. Por eso una brecha es lo que te blanquea la desconfianza junto a la falta de dólares. ¿Cuánto puede sostenerse la brecha? Depende. En Venezuela la brecha es mucho mayor, con lo cual si hay un empecinamiento y se continúa con esta política, ésta durará mucho tiempo. Las consecuencias están a la vista con una destrucción económica muy importante. Hay que tener cuidado también, porque así como Venezuela se quedó sin petróleo, Argentina se puede quedar sin alimentos.
Esta lógica si se profundiza lleva a la destrucción de valor, aún en los sectores más competitivos. La brecha en un contexto razonable, con un programa con el Fondo Monetario Internacional debería reducirse; pero estamos lejos de eso.
- ¿Cuál debería ser el papel de la oposición y del Frente de Todos para garantizar la gobernabilidad?
Teniendo en cuenta los problemas económicos, esto implica no sólo un cambio de personas sino de estrategias.
Acá todo es un híbrido, se combinó un giro pragmático con Juan Manzur; más intervencionismo y proteccionismo con Roberto Feletti; y más autoritarismo con Aníbal Fernández.
Ese híbrido es insustentable porque la Argentina, para evitar una crisis económica mayor, necesita un plan y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el Club de París.
Los gobernadores deberían coordinarse y exigir un giro del Frente de Todos hacia posturas más programáticas y lógicas para evitar una crisis más profunda.
La oposición tiene que contribuir hacia la gobernabilidad pero no co-gobernar. Por ejemplo, discutir un presupuesto lógico, dar quórum para leyes fundamentales, debatir las reformas que se propongan, no obstaculizar pero tampoco permitir que el gobierno -como ocurre ahora- imponga una dinámica indiscrecional de gastos y caprichos electorales.