Darío Groppo: “La ganadería argentina está preparada para todo, tiene un poder de adaptación increíble y es imposible de parar”

Por Agroempresario.com

Cabaña La Sultana de la familia Groppo celebra en este 2021 50 años ininterrumpidos de remates de reproductores bovinos. Este establecimiento ganadero de Bell Ville, Córdoba se inició como criador en 1963 y en 1972 efectuó su primer remate. Conocemos los detalles de un establecimiento de excelencia dedicado a la genética ganadera de las razas Angus y Brangus.

- ¿Qué nos podés contar sobre la presencia de La Sultana en la reciente Expo Nacional de Razas y sobre su remate anual que tuvo lugar en septiembre pasado?

La verdad es que fue un año diferente con distintos formatos de eventos a los que estábamos acostumbrados en la ganadería. Durante la cuarentena cerrada, tuvimos que entrar a lo comercial desde formatos totalmente virtuales pero gracias al manejo de los protocolos y al avance en la cuestión sanitaria pudimos volver a vernos las caras los productores y criadores.

En septiembre tuvimos nuestro 50º Clásico Remate aniversario; si bien la Cabaña tiene más de 60 años, hace 50 que realiza remates anuales ininterrumpidos y pudimos realizarlo de manera presencial. La Exposición Nacional de Razas en Corrientes y la Expo Bra en Santiago del Estero nos permitieron reencontrarnos con nuestra actividad natural que es la de concurrir a las exposiciones para exponer nuestros ejemplares, la genética y el trabajo de todo un año. Estamos contentos ya que La Sultana obtuvo una performance muy buena en ambos eventos así que es una alegría volver a poder asistir a encuentros de este nivel.

- ¿Cuál es el planteo productivo y reproductivo de la La Sultana y cómo fue mutando desde la incorporación de la raza Brangus en 2004/05? ¿En qué consiste el sistema de núcleos genéticos que implementan?

La Sultana es una cabaña con más de 60 años en actividad, la fundó mi abuelo y la condujo y llevó adelante mi padre, Dante Groppo. Con la incorporación de la tercera generación con mi hermano Mauricio a la cabeza del programa genético, el establecimiento tuvo una evolución constante por muchos años con la raza Angus y desde hace 12/13 años con la raza Brangus. Tomamos la decisión de insertarnos en la cría de una nueva raza por una cuestión de mercado y de corrimiento de la frontera agrícola en la zona del sudeste de Córdoba (zona núcleo) hacia el norte.

Por este motivo emprendimos un desafío nuevo en Salta, con un campo adquirido en la localidad de Macapillo para trabajar con la raza Brangus.

Ni bien comenzamos tuvimos un buen inicio de cría porque incorporamos genética de altísimo nivel de cabañas de Argentina y de alguna línea americana. Nuestro Brangus se fue posicionando rápidamente, lo que nos generó un crecimiento exponencial desde el punto de vista genético.

Hoy, con más de diez años en la actividad, contamos con numerosos padres en las centrales genéticas tanto de Argentina como en el exterior; también se van sumando casos como Bolivia y Ecuador. Nuestra genética no sólo es valorada por criadores locales sino también por criadores de toda la región del subtrópico de Latinoamérica.

-¿Cuál es el perfil del criador que elige la genética de la Sultana?

A través de nuestro programa de núcleos (a cargo de Mauricio) multiplicamos la genética de La Sultana en distintos ambientes desde hace siete años: se trata de clientes estratégicos asociados en distintas zonas productivas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Colombia donde con nuestra genética y know-how se multiplican nuestras líneas genéticas en sus vientres y campos. Hay una diversidad de clientes que aspira a trabajar con nuestra genética, esto hace que la demanda de socios y criadores de distintas zonas sea creciente. Estamos muy contentos e ilusionados en este sentido. Si bien esto es un trabajo lento, porque la genética no se hace de un día para el otro, esos núcleos se van nutriendo de distintas líneas genéticas de La Sultana y van teniendo cada vez más reproductores propios en esos campos. Cada uno de estos núcleos y de los prospectos genéticos está pensado para el mercado donde va a actuar y desarrollarse. Son todos desafíos diferentes pero con gente muy interesante y comprometida.

- Este año La Sultana se convirtió en la primera Cabaña Brangus de Argentina en lanzar una plataforma de ecommerce ¿cómo llegaron a la decisión de incorporar nuevos canales y cómo se va adaptando el cliente a estas nuevas herramientas?

La herramienta del ecommerce ya es una realidad y es algo que venimos desarrollando hace tiempo. Toda la comunicación de La Sultana va evolucionando atrás del producto ya que tenemos como principal foco productivo tener la genética, la familia y las madres que nos van a dar todas esas líneas. Detrás de eso hay todo un programa de comunicación porque la genética requiere de mucha información y es lo que más valora el criador a la hora de adquirir un reproductor, una dosis de semen o un embrión.

Esa es la otra parte de nuestro trabajo, tener toda la información que necesita el criador de forma precisa y en tiempo real. Para eso contamos con catálogos completos y bien informados para todos nuestros remates y exposiciones y también catálogos de donantes. Es algo que va muy lento pero cada vez adoptado por las nuevas generaciones en la toma de decisiones que confían en la información de nuestro sitio web. Si bien es algo novedoso, de a poco otros actores de la ganadería lo van incorporando.

- En tu opinión, ¿cuáles son las condiciones más favorables en términos coyunturales para que un proyecto como La Sultana pueda seguir generando genética ganadera de calidad en Argentina?

Como familia ganadera sabemos qué producir, a dónde queremos ir con nuestra genética y hacia dónde va la ganadería en el mundo y la producción de carne de calidad a nivel global.

Sabemos que si tuviéramos políticas claras de largo plazo para el sector todo sería más próspero, simple y fluido; contrataríamos a más personal y generaríamos una mayor distribución de riqueza en el interior productivo, donde hacemos nuestra ganadería.

La realidad nos indica que tenemos un país con muchos altibajos, con cambios de políticas y de reglas de juego constantemente, como por ejemplo las limitaciones y el cierre a las exportaciones.

Así y todo, en lo particular tengo la sensación de que todo lo invertido en desarrollo y conocimiento en agricultura y ganadería en nuestro país es imparable; más allá de los gobiernos de turno y de la falta de políticas claras y de largo plazo, esto no hace que el productor deje de pensar en el futuro de la actividad siempre a conciencia. La ganadería argentina está preparada para todo, tiene un poder de adaptación increíble y es imposible de parar. 

Argentina cuenta con las mejores razas a nivel mundial: Angus, Brangus, Braford, Hereford están a la vanguardia del mundo. Si nos dieran más libertad, seguridad y previsibilidad te puedo asegurar que esto sería en muy poco tiempo una máquina producir carnes imparable. 

- ¿Cómo se proyectan de acá a diez años y cómo ves el escenario para la genética ganadera del país?

Como todos los productores ganaderos del país y, más allá de las vicisitudes que nos toca transitar, vemos un futuro a mediano y largo plazo con una creciente demanda mundial de carne de calidad. Tenemos cada vez más tecnología que nos ayuda a impulsar proyectos de ganadería más sustentables y amigables con el medio ambiente y, a su vez, a que la carne que producimos pueda destinarse  al consumo integral con otras carnes como parte de una dieta sana, esto es lo que demanda el mundo.

En los próximos años, La Sultana va a seguir invirtiendo y creciendo en estas asociaciones como los proyectos recién iniciados en Brasil y Colombia. A mediano y largo plazo nos vemos haciendo lo que hacemos hoy (genética de punta) pero multiplicado, invirtiendo, incorporando nuevas líneas, participando de las exposiciones, haciendo remates anuales y premium como el que tenemos en junio con las mejores hembras del año. La idea es que esos núcleos empiecen a dar productos similares a los que sacamos de nuestra área central para poder seguir mostrando nuestra genética en el mundo y estando al lado del criador con la genética de punta que nos caracteriza y que siempre es compartida. La idea es crecer así que para lo que viene, La Sultana va a estar mirando el futuro de la ganadería y siempre con la ilusión de que se puede hacer.