Por Agroempresario.com
Moderno, digital y eficiente, BitCow es el primer token ganadero respaldado por un activo real. Agroempresario.com conversó con su creador, Willy Villagra, sobre los detalles de este medio digital que provee de ventajas para aquel inversor que quiere convertirse en un productor ganadero sin moverse de su casa.
- ¿Cómo surgió BitCow y de qué trata la iniciativa?
Junto a un grupo de amigos y gente del sector creamos Open Bit, una empresa de tecnología que promueve la inclusión financiera mediante la tokenización de activos reales, brindando un servicio simple, ágil y confiable, a través de una plataforma digital.
Somos gente que está relacionada con el sector desde hace mucho tiempo, todos del rubro de la producción agrícola-ganadera y de comercialización de corredores de granos y consignatarios de hacienda.
Veíamos que había mucha gente que no pertenece al agro pero que siempre le interesó participar de alguna manera con algún con algún ahorro o inversión pero que muchas veces no sabía cómo canalizarlo. En el agro argentino, independientemente de las rentabilidades que se manejen de acuerdo al momento y a los precios, la realidad es que se necesita bastante capital para emprender algo. Siempre hubo gente que no pertenece al sector agropecuario pero que le interesa participar, nosotros lo que hicimos fue abrir las puertas de alguna manera “democratizar” las inversiones extra sector agropecuario. Si bien hay gente del sector, la realidad es que el 85% de nuestros participantes no son del sector pero les interesa, les atrae y les gusta participar.
- ¿Cómo se opera y en cuánto tiempo un inversor puede obtener ganancias?
En lo que es ganadería lo hacen a través del Bitcow, un token digital que está respaldado por un activo productivo real; en este caso las vacas. Es decir, cada BitCow está respaldado por una vaca preñada. Quien compró un BitCow o parte de él (fraccionado en un mínimo de 10 centavos): 10 personas que compran 10 centavos de BitCow, esto demuestra la apertura y accesibilidad con la que se puede participar. Hoy el precio del valor entero de BitCow (unidad) es de $140.000 (incluye la compra de la vaca más los costos de mantenimiento). No obstante, vimos que había gente interesada pero que no contaba con esas cantidad, entonces lo que hicimos fue particionarlo en unidades mínimas de 10 centavos de BitCow. De esta manera, hay personas que pueden participar del negocio ganadero solamente con $14.000, lo cual hace que sea mucho más accesible para la gente.
Las vacas van formando un rodeo es un campo produciendo y reproduciéndose y, a medida que van teniendo cría, esos terneros se transforman en porciones de Bitcow, con lo cual se va reproduciendo. En 2020 arrancamos con 1.000 vacas de cría y al año siguiente pasamos a tener los terneros correspondientes entre un 80 y un 85% (800 y 850) y cuando esos terneros cumplen seis meses (entre 170 y 180 kilos) se venden. Con ese dinero se compran más vacas para seguir agrandando el rodeo y tener más BitCows.
De esta manera, en poco tiempo pasamos de tener 1.000 a tener entre un 20 y un 30% más y así todos los años. Entonces, quien tiene un BitCow al año siguiente tiene un 1,2%. Sumado a esto, el precio del BitCow va fluctuando y se va moviendo de acuerdo a tres variables principales: el precio de una vaca preñada en el mercado; el precio de la carne y los costos de mantenimiento de ese animal, porque quien compra un BitCow además de asegurarse la compra del animal también tiene incluidos los costos de mantenimiento de ese animal por los primeros dos años, ya que a partir del tercer año el animal se vuelve autosuficiente y los costos salen de la misma producción.
- ¿Cómo impactan las condiciones coyunturales del sector en la rentabilidad del negocio?
El mejor escenario es que se abran las exportaciones, que Argentina vuelva a ser número uno en exportaciones, en venta de carne, en producción y que el precio se sostenga o se levante. El peor escenario es lo que ya sabemos: cierre de exportaciones y caída del precio de la hacienda. Cuando lanzamos el proyecto teníamos un marco favorable y con el cierre de exportaciones de este año se “planchó” un poco el precio del BitCow, cambiando esa tendencia alcista con la que veníamos.
El valor del BitCow está atado al valor de la vaca, por eso siempre decimos “pensamos en vacas”. El riesgo es productivo, si bien está tokenizado, digitalizado y respaldado no deja de ser un negocio productivo y en definitiva la rentabilidad o la ganancia que se tenga en este proyecto está íntimamente relacionado con el precio de los animales.
Por otro lado, la ganadería es un negocio que necesita tiempo y es algo que debe pensarse a largo plazo. Esto es como una caja de ahorro: yo empiezo con 10 vacas y al año tendré 12. Luego, hay un momento donde el negocio se vuelve más exponencial gracias a la recría: nos quedamos con las terneras hembras y las incorporamos al plantel de madres pero necesitás darle tiempo al sistema. Los argentinos, y me incluyo, tendemos a ser cortoplacistas y querer inmediatamente obtener una rentabilidad y en este tipo de negocios la realidad es que se piensa un poco más a largo plazo.
-¿Cuál es el funcionamiento de la plataforma en cuanto a permanencia? ¿Con cuántos usuarios activos cuenta BitCow?
Al ser un un esquema productivo necesitamos un plazo mínimo establecido de meses (180 días) y, a partir del día 181, la persona puede decidir retirar su inversión o vender su participación en BitCows. Ahí es donde está lo interesante de la plataforma www.bitcow.com.ar , donde se ofertan, compran y venden todas las participaciones.
Cada usuario tiene una cuenta con dos billeteras virtuales, una donde el participante “fondea” los pesos que quiere transferir y la otra de BitCows.
Una de las cosas más interesantes que tiene la plataforma es que nos permitió democratizar y llevarle la posibilidad de invertir a gente que no tiene ningún tipo de vínculo con el campo. Hoy, con la plataforma, las redes y estas nuevas tecnologías tuvimos 8.000 cuentas abiertas en sólo cinco meses; no todas están activas ni necesariamente invirtiendo, a veces compran o venden pero aproximadamente contamos con 900 usuarios activos con BitCows.
Por otro lado, hoy tenemos dos campos en producción con la idea que se vayan sumando productores independientes. La idea de BitCow es que con el tiempo nosotros podamos juntar al inversor que vive en una ciudad pero que le gusta y le interesa el campo contactarlo o asociarlo al productor que está en el campo y sabe producir pero quizás necesita financiamiento que no consigue a través del banco. De esta manera lo que hacemos es juntar el inversor con el productor, y hacerlo con la mayor cantidad de productores posible para diversificar zona, riesgos productivos con ciertos protocolos y reglas que hay que cumplir para darse de alta y subirse a este esquema de BitCow.
Nuestro objetivo no es producir 100 mil cabezas nosotros sino poner la plata de la ciudad a trabajar en el campo para fomentar y mejorar la producción en este caso ganadera.
- ¿Cómo influyeron la pandemia y el cepo a las exportaciones en el negocio?
La pandemia tiene dos partes: por un lado la gente pasó más tiempo en su casa y tuvo más tiempo para investigar y tomar decisiones. Esto sumado a los “buenos números” sin duda nos ayudó a tener más inversores. Por otro lado, la cuarentena se empezó a largar generando preocupaciones por la falta de trabajo, ahí un montón de gente que por ahí tenía pensado invertir no lo hizo, así que puede decirse que tuvo una parte positiva y otra negativa.
Por su parte, el cepo a las exportaciones no le hace bien al país en general, no solamente a nosotros; atenta contra la producción, la ganadería y la Argentina. Es una medida que repercute en toda la cadena y que cambia los planes de un productor que tarda cuatro o cinco años en terminar un animal. Además, el cierre impacta en la parte anímica de la gente que estaba en un proceso de inversión, haciendo pastura, mejorando el campo o la genética y tomando más empleados; corta este círculo virtuoso que veníamos teniendo y, si bien es estrictamente para ciertos cortes, desalienta muchísimo tanto para atrás como para delante.
- ¿Cuáles son las ventajas de invertir en este sistema?
Creo que Argentina todavía tiene ventajas comparativas e incluso competitivas aunque no estemos en el mejor momento como otros países, básicamente porque lo llevamos en la sangre, está en nuestras raíces, porque Argentina está ligada al campo, a la producción y es algo que sabemos.
Este sistema le brinda liquidez a una producción que habitualmente no la tiene o no la tiene con la inmediatez que la puede tener con este sistema. Por otro lado, e independientemente de la coyuntura actual, seguimos creyendo que la producción de alimentos,y después la exportación, se necesita. Si hay algo que el mundo necesita son alimentos, y Argentina los produce, los produce bien y de alta calidad. Lo que necesitamos es que nos acompañen las políticas para hacerlo mejor, más eficiente y con certidumbre pero sin duda que el campo es el motor de la economía, y un sector en el que a 8 de cada 10 argentinos les interesaría participar.
- ¿Qué nos podés contar sobre la idea de replicar este modelo en Uruguay, Paraguay y Brasil? ¿Piensan incursionar con BitSoy?
Cuando lanzamos esta idea en Argentina generó mucho interés, creemos que fue algo disruptivo participar en un negocio tan antiguo como es la ganadería pero de una forma tan moderna. Nos contactaron desde Uruguay, Paraguay y Brasil para poder replicarlo. Estamos muy avanzados en Uruguay y Paraguay, dos países donde la ganadería es muy fuerte y por su idiosincrasia este es un esquema que les interesó mucho así que estamos trabajando en el marco regulatorio viendo cuál es la mejor forma de adaptarnos a esos mercados. En breve estaremos en esos países regionalizándonos.
En Open Bit queremos tokenizar activos productivos relacionados con el agro. En esta línea, nuestro próximo token será el BitSoy; la idea es tokenizar toneladas de soja para conectar a los productores con los inversores y con la diferencia de que, además, el BitSoy pueda ser aceptado como medio de pago.
Hoy existe un “plan canje”, es decir, un productor puede comprarse una camioneta y pagar con toneladas de soja. Si bien existe, a mi forma de ver es todavía rudimentario la idea es tecnificar esta operación, hacerla más ágil y llevarla a otro “nivel” y que sea como una moneda.
Estamos en este desarrollo, como cualquier desarrollo en Argentina lleva tiempo e inversión pero esperamos lanzarlo en 2022.
- ¿Cuál es el camino para que BitCow se convierta formalmente en una criptomoneda?
Somos un token digital, para hacer una “cripto” te tienen que aceptar como medio de pago, tenés que correr sobre una exchange -tener cotización- eso es cuestión de volumen y tiempo. Ahora estamos incorporando el blockchain, la trazabilidad de todos los tokens que tengamos en el mercado y eso nos va a permitir tener mayor seguridad, trazabilidad y eventualmente podernos convertir en la primera criptomoneda del agro y poder transaccionar.
Creo que una de las cosas interesantes que tiene BitCow es que quienes lo armamos estamos hace mucho en el sector y conocemos las distintas áreas de la producción agropecuaria, tanto de la ganadería como la agricultura y la comercialización. Producimos y estamos en el negocio, no es algo que ofrecemos sin conocerlo sino que además somos productores y lo venimos haciendo hace tiempo.
Consideramos que el campo argentino y el sector en general es el gran motor de la economía, sin el campo es muy difícil salir adelante. Tecnificándolo e invirtiendo, las chances de tener altas rentabilidades son muy altas.