Por Agroempresario.com
Cabaña Tres cruces es, sin lugar a dudas, un referente de la raza Brangus. Con más de 40 años de historia, ha logrado estar en cada período a la altura de la evolución de la raza en nuestro país. Es una cabaña muy reconocida en Argentina y la región por su liderazgo y la enorme cantidad de padres que han aportado a la raza, especialmente en la variedad colorada.
En una entrevista en exclusiva para Agroempreario.com, dialogamos con Santiago Goldstein (quien dirige hoy la cabaña) sobre el presente de esta raza que no para de crecer y sobre el rol de ellos en ese contexto.
-¿Cómo fue evolucionando la cabaña Tres Cruces a lo largo de los 40 años de historia?
Creemos que a la par de la evolución que tuvo Brangus en nuestro país. La cabaña se inició en 1980, poco tiempo después de la fundación de la Asociación en Argentina y la raza en ese momento era muy distinta a lo que es hoy. Con el tiempo y con mucho trabajo de los criadores y de los técnicos, hemos logrado estabilizar un tipo de animal con excelentes aptitudes carniceras, mansedumbre, blandura de engorde, precocidad y fertilidad. Tenemos una raza que toma todo lo bueno y conocido del Angus y le agrega una cuota de rusticidad con la nobleza del Brahman. Todo esto con una plasticidad notable, es decir, con distintos grados de acebuzamiento, ya que el Brangus funciona bien en cualquier región y en distintos planteos: desde lo más extensivo, con esquemas de cría en pastizales naturales y medioambientes hostiles en superficies grandes, hasta lo más intensivo, con distintos tipos de recrías y engordes a corral.
Las vacas son excelentes madres y los novillos son buscados con mucha demanda por su blandura de engorde y la calidad de sus carnes.
Hemos ido incorporando cada vez más tecnologías y herramientas, tanto para seleccionar mejor como para multiplicar más rápido y de manera más eficiente nuestra genética.
Consideramos humildemente que hemos sido parte del grupo de criadores que lidera esa evolución en Argentina y seguimos trabajando permanentemente para estar siempre atentos a la demanda de los mercados.
-¿Por qué eligen la raza Brangus?
Hace 40 años mi padre Martín toma posesión de un campo de cría con limitaciones en plena Cuenca del Salado y se propone iniciar un programa de mejoramiento genético para agregar valor y mejorar el resultado.
Cuando se inicia la cabaña, la base de nuestros rodeos era Angus. El Ing. Fernando Lamarca, reconocido asesor de gran trayectoria en todo Latinoamérica y nuestro genetista desde ese día hasta hoy, en ese momento era protagonista de la fundación de la Brangus en Argentina.
Él supo convencer a mi padre de que por más que en ese entonces aún estaba todo por hacer, en esta raza estaba el futuro para buena parte de la ganadería Argentina; y mi padre con mucha visión comercial supo escucharlo. No era fácil en ese momento dar ese paso, había que tener coraje porque los animales eran muy distintos a lo que vemos hoy.
Ahora no solamente hacemos reproductores para venta en Luján, Bs. As. y en nuestros convenios genéticos en numerosas regiones, sino que hacemos ciclo completo en Cuenca del Salado, Oeste de Bs. As., La Pampa y San Luis.
Somos criadores pero también recriamos y culminamos nuestro ciclo productivo con novillo pesado Cuota 481 para exportación a Europa, así como también con novillo para consumo interno.
En ese ciclo completo hacemos Brangus y Angus en proporciones similares y los resultados son prácticamente indistintos ya sea en precocidad, fertilidad, facilidad de terminación, mansedumbre y en el valor que le da la industria a nuestro novillo.
-¿Cómo realizan el manejo productivo del rodeo?
Hoy utilizamos gran parte de las tecnologías que están disponibles; desde 1986 que hacemos transferencia embrionaria en Tres Cruces y hace unos años hemos incorporado la técnica de FIV (fertilización in vitro) que permite acelerar procesos, acortar caminos y a la vez le da más sustentabilidad a nuestras donantes.
Además, desde ya que utilizamos la inseminación artificial y nos aseguramos de estar inyectando siempre genética de punta a nuestro rodeo.
Nos nutrimos de lo que nosotros producimos e incorporamos lo mejor de nuestras cabañas colegas.
En cuanto a la sanidad, ofrecemos reproductores libres de las enfermedades más comunes, con rigurosos aptos clínicos y funcionales.
Desde ya que lo nacido en zona limpia sale con una sólida pre-inmunización contra Tristeza Bovina y lo nacido en zona sucia tiene el beneficio de tener una adaptación natural a las condiciones más duras.
En cuanto a la alimentación, nuestros reproductores se crían en campos naturales, se recrían en pasturas con suplementación estratégica y previo a su venta se encierran para que su genética se pueda expresar al máximo potencial.
Junto con nuestros asesores nutricionales, buscamos que el animal desarrolle adecuadamente su estructura ósea y su músculo y que en ningún momento se cometan excesos que a la larga son antieconómicos tanto para nuestros clientes como para nosotros.
-¿Cómo realizan la selección luego de tantos años de mejoramiento genético?
Siempre hay donde mejorar y por suerte la competencia es intensa, el nivel de las cabañas argentinas hoy es excelente, lo cual nos obliga a estudiar, capacitarnos y estar muy en contacto con nuestros colegas para intercambiar y aprender mutuamente. A medida que avanzan los años, vamos teniendo cada vez un bagaje de información más grande y confiable y nos apoyamos cada vez más en lo que conocemos y podemos controlar.
Sin embargo, a nuestro criterio lo más importante para seleccionar en el camino correcto, es escuchar a nuestros clientes y estar muy cerca de ellos para conocer sus problemáticas, ya que sus demandas nos marcan hacia donde tenemos que apuntar.
Aunque muchas veces no lo saben, ellos nos ayudan a seleccionar de la mejor manera posible y es en lo que más pensamos cuando estamos tomando decisiones en los corrales.
-¿Hoy cada vez hay más información genética, cómo ha evolucionado ese aspecto y cómo lo aprovechan?
Hace muchos años que llevamos DEPs en el 100% de nuestros animales de registros avanzados, por lo cual tenemos una manera confiable de predecir lo que va a producir un reproductor nuestro cuando tenga que desempeñarse en el campo de un cliente, con esa herramienta se puede decidir qué animal incorporar para cumplir con las necesidades que cada uno tenga, en base a un cálculo matemático objetivo que se complementa con la apreciación visual. Evaluamos facilidad de parto, crecimiento y desarrollo, aptitud materna, fertilidad y calidad de carne.
Esto es tecnología y los cálculos los lleva a cabo el excelente equipo de la Cátedra de Mejoramiento Genético Animal de la Facultad de Agronomía de la UBA; pero solamente podemos tener esta información gracias a la gente que trabaja con nosotros en el campo y que día a día pesa y mide datos, que son procesados por otra persona que los ordena y así logramos tener entre todos números confiables para tomar decisiones responsables.
Ahora se incorpora la genómica que viene a darnos mayores precisiones, ya que no solamente calculamos performance en base a medidas fenotípicas, sino que también ahora analizamos los genes de los animales a través de muestras de ADN.
Por otro lado, junto con nuestra Asociación, seguimos trabajando en distintos proyectos y vamos incorporando nuevos caracteres de interés económico para evaluar, como por ejemplo el estudio del Consumo Residual Neto para encontrar una genética que sea más eficiente en planteos de recría y engorde o la resistencia a garrapata para descubrir líneas de sangre que se desempeñen mejor en los campos donde ese hectoparásito genera mermas productivas.
Nos motiva especialmente encontrar nuevas herramientas de selección, ya que serán de gran ayuda para nuestros clientes y para nuestros propios planteos.
-¿Cómo realizan la comercialización de sus reproductores?
Es un punto que está evolucionando rápido e intentamos ser flexibles y abiertos en ese sentido.
Tenemos remates televisados y/o físicos donde vendemos futuros padres para centros genéticos o planteles así como también toros para rodeos comerciales de cría; además vendemos también vientres, incluyendo individuos superiores para donantes de embriones como también hembras para poblar campos. Todo con mucha información y el respaldo que nuestro programa ofrece.
Por otro lado recibimos visitas en los campos muy seguido y abrimos a nuestros clientes nuestras puertas para que vengan a elegir lo que necesitan, tanto animales en pie como embriones de cualquiera de nuestras donantes. Siempre ha sido nuestra costumbre abrir el 100% de nuestros planteles sin ningún tipo de reservas; a nuestro entender, compartiendo evolucionamos todos.
El semen de nuestros toros padres, dependiendo el caso, se ofrece en distintos Centros de IA o lo comercializamos directamente nosotros.
-¿De qué se tratan los convenios genéticos que llevan a cabo?
Los convenios son acuerdos de largo plazo que hacemos con socios estratégicos ubicados en distintas regiones. Son vehículos para que además de los animales que criamos en la cabaña, ubicada en Luján, Provincia de Buenos Aires, también podamos criar en diferentes lugares y de esa manera poner a prueba nuestra genética para que se desempeñe en todo tipo de zonas.
Actualmente, tenemos convenios funcionando en Corrientes, Formosa, Chaco, Tucumán, Paraguay y Bolivia. Nuestros embriones nacen, se crían y se comercializan desde donde están y eso nos abre un gran abanico de posibilidades. Con el tiempo, hemos podido comprobar que lo que hacemos funciona en todo tipo de ambientes y en distintos sistemas productivos, ya que nos adaptamos a la manera de criar de nuestros socios y no imponemos nada. Vamos aprendiendo sobre la marcha y cada día ofrecemos a nuestros clientes un producto más probado. Desde ya que lo más importante en todo esto es la calidad humana de nuestros socios, familias de trabajo y empresarios ejemplares, comprometidos con sus comunidades y con quienes nos unen vínculos de confianza que exceden lo comercial.
-¿Cómo ven la exportación de genética y donde están parados ustedes en ese aspecto?
Hay altísima demanda por genética Brangus Argentina en muchas partes del mundo y exportar es parte de lo que nuestro país necesita para salir adelante, por lo cual es uno de nuestros objetivos seguir creciendo en ese sentido.
Con los países que tenemos protocolos sanitarios abiertos trabajamos intensamente junto con nuestra Asociación, que cumple un rol clave para generar nuevas oportunidades.
Exportamos frecuentemente animales en pie, embriones y semen a Paraguay, Uruguay, Colombia, Bolivia y Brasil.
También hay mercados como Venezuela y algunos países centroamericanos con quienes hemos hecho algunos negocios y estamos en permanente conversación. México tiene un gran interés por lo que hacemos pero actualmente el intercambio con ellos es limitado ya que al no aceptar Estados Unidos el ingreso de nuestra genética, tampoco pueden hacerlo ellos y hay que entrar vía Canadá; uno de nuestros objetivos es lograr que ese mercado se abra oficialmente y poder ingresar, ya que tanto los criadores mexicanos como incluso criadores de EE.UU nos manifiestan permanentemente su interés.
Lo mismo ocurre con Sudáfrica que también se muestra muy atento a nuestra evolución y con quienes tenemos también buena relación.
En cuanto a lo que es el producto terminado en el plato, nuestra carne Brangus Argentina hoy se consume tanto en Europa como en Asia y esperamos que cada vez tengamos menos restricciones gubernamentales para poder seguir creciendo, lo cual va en interés de todos los argentinos.