El organismo norteamericano proyecta para Argentina, una producción de soja y maíz que sería de 49,5 y 54,5 millones de toneladas respectivamente (57 millones estimó la BCBA para el cereal). Productores locales apuestan por el maíz tardío que llevaría a un nuevo récord de exportaciones
Respecto a la cosecha sudamericana, el organismo norteamericano proyecta para Argentina, una producción de soja y maíz que sería de 49,5 y 54,5 millones de toneladas respectivamente.
Mientras que para Brasil estima 144 millones de toneladas para la oleaginosa y 118 millones de toneladas para el cereal.
A nivel global, las existencias de soja caen, principalmente por una menor cosecha en China, mientras que aumentan para trigo y maíz por un incremento en la producción mundial.
Las existencias finales de trigo de Estados Unidos para la campaña 2021/22 fueron estimadas en 598 millones de bushels, 15 millones más que en la previsión anterior, dijo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en su informe mensual.
Por su parte los agricultores nacionales apostarán fuerte por el maíz sembrado de forma tardía para evitar posibles sequías durante un verano austral atravesado por el fenómeno climático La Niña, en una campaña en la que se aguarda una cosecha récord del cereal en el país.
Alberto Morelli, el titular de la cámara de la cadena del maíz (Maizar), dijo que espera que entre el 55% y 60% del total del cereal en el país sean lotes sembrados de manera tardía, desde el 52% del ciclo previo.
Esa estrategia, que permite a estos cultivos iniciar sus etapas clave de desarrollo al final del verano, probablemente lleve a las exportaciones de maíz a un nivel récord en momentos de una fuerte demanda global del grano, dijo Morelli.
La Bolsa elevó su previsión de cosecha del maíz 2021/22 a un nuevo récord de 57 millones de toneladas, casi un 4,6% menos de lo que estimó el USDA.
Brasil, vecino y competidor internacional de Argentina, ha visto su campaña de maíz 2021/22 afectada por una sequía, que golpeó principalmente a los estados del sur entre noviembre y diciembre.
Impulsado por una intensa demanda internacional en un año marcado por la gradual normalización de las sociedades tras las fuertes restricciones del 2020 por la pandemia, el maíz en mayo alcanzó su valor más alto en ocho años en el influyente mercado de Chicago y aún está muy por encima de lo histórico.