Mono o multiflorales, de pradera o de monte, con gustos fuertes o suaves, existen en la provincia de San Juan una amplia variedad de mieles, con diversidad de sabores y colores.
En un proyecto financiado por la Universidad Nacional de San Juan, especialistas del INTA en conjunto con productores, universidades y organismos provinciales, buscan el agregado de valor de este alimento. Una de las estrategias es la venta diferenciada, lo que se obtiene de la determinación floral, sensorial y de las características físico-químicas.
“El planteo que nos hicimos en su momento fue desde la agroecología y buscamos poner en valor un producto local en circuitos de comercialización también locales, desde trabajos en equipos que son colectivos”, explicó Mariana Martinelli –investigadora del INTA San Juan– durante la entrevista.
“Hace dos años aproximadamente que estamos trabajando con un panel de catadores entrenados, ellos saben específicamente qué atributos evaluar en estas mieles”, agregó Martinelli. Con la información, van armando perfiles sensoriales de cada región.
La cadena de comercialización se compone en su mayoría por pequeños productores, por lo que, la tipificación de las mieles es una herramienta para garantizar y darle valor agregado a un producto con certeza.
“Específicamente nosotros trabajamos desde el aspecto de la evaluación sensorial de las mieles”, mencionó Daniela Ramírez –investigadora de la Universidad Católica de Cuyo–.
El consumidor podrá tener datos precisos del producto que consume, lo que le permitirá educarse en torno a las mieles y acercarse más al trabajo del apicultor.
“Buscamos aumentar el consumo de las mieles sanjuaninas, y estamos trabajando para lograr que se puedan individualizar las mieles nuestras, que podamos mostrar los atributos que tienen, y que la gente pueda valorarlos”, precisó Manuel Ruiz, referente de la Asociación Sanjuanina de Productores Apícolas.
INTA