Amy Keller es la nieta ‘disruptiva’ de Norman Spangler, segunda generación de empresarios de Spangler Candy Co, compañía de Ohio (EE.UU), dedicada a la producción de chupetines, bastones de caramelo y malvaviscos. Keller, buscando una solución al desperdicio de alimentos, creó el ‘climate candy’ (caramelo ‘climático’), elaborado con vegetales dañados recuperados: cada paquete vendido rescata 6 zanahorias, 3 remolachas, 1 batata, ½ calabaza y ¼ zapallo.
La empresa de Keller, PurePlus, fue concebida en 2018 junto a Kevin Wall. Asociados a un grupo de farmers, se encargan de recolectar vegetales dañados y convertirlos en polvos nutritivos que pueden usarse en la producción de diversos alimentos y bebidas.
El año pasado, PurePlus debutó con la primera marca, FAVES Fruits & Veggies Sweets. Disponibles en los sabores uva y frutilla, los caramelos a base de plantas contienen el polvo creado por la empresa de Keller, jarabe de tapioca, eritritol, aceite de palma, lecitina de girasol y extracto de stevia.
“FAVES se propuso resolver la crisis climática evitando el desperdicio de alimentos utilizando frutas y vegetales en buen estado para crear dulces que son buenos para las personas y para el planeta, logrando que las elecciones saludables y el impacto climático sean más accesibles”, sostuvo Keller y agregó que no elaboran ningún producto sin un beneficio realmente sustentable.
Para desarrollar el producto y el lanzamiento de la marca, la empresa recibió US$1,5 millones de Trousdale Ventures y PTK Capital. Este año, PurePlus estima que salvará 2,2 millones de frutas y vegetales.