Quienes hayan viajado por las rutas del oeste arenoso de la provincia de Buenos Aires, habrán tenido la dicha de disfrutar de los paisajes embellecidos con flores de girasol. Una zona propicia para el crecimiento del cultivo, por sus suelos sueltos y bien drenados.
Ernesto Jauregui y Norberto Héctor Bianchi, dos productores girasoleros, socios Aapresid de la Regional Guaminí-Carhué nos compartieron su experiencia durante esta campaña
Según el informe de cierre de campaña de Asagir, la Asociación Argentina del Girasol, a nivel nacional en esta campaña se sembraron 1,7 Mha, un 5,6 % por encima del ciclo previo, y un 1,7 % por encima del promedio de área sembrada en las últimas cinco campañas.
El aumento de la superficie sembrada, puede deberse a dos motivos, destacó Jauregui. En primer lugar, el hecho de ser un cultivo que se lleva bien con las zonas periféricas y no con los excesos de agua, hizo que los pronósticos de sequía incentivaran a muchos productores a sembrarlo. Por otro lado, resaltó que “el boom del girasol, es el boom del precio: mientras siga valiendo por encima del 50% del valor de la soja, se va a seguir sembrando mucho”.
Si hablamos de rendimientos, para esta campaña el promedio a nivel nacional es de 20,4 qq/ha, con una baja de 100 Mtn por debajo de las estimaciones iniciales, principalmente debido a las fallas de polinización que dejaron los intensos golpes de calor y también a la elevada incidencia de cancro del tallo durante llenado de grano. Phomopsis es “el nuevo cuco del girasol”, una enfermedad a tener muy en cuenta, donde el factor genético juega un rol importante. “Este año nos mostró lo peligrosa que es la enfermedad, tuvimos pérdidas del 20-30% y en algunos lotes hasta del 50%”, destacó Jauregui.
Ambos productores coinciden en que existen dos factores principales que hacen a este aumento de rendimiento a lo largo del tiempo. En primer lugar, el avance de la genética en estos últimos 8 a 10 años. “Hay un salto importante, tanto en rendimiento, como en sanidad y porcentaje de aceite, lo cual impacta en los precios obtenidos”, agregó Jauregui. Por otro lado, se está apostando a la fertilización del cultivo, y los resultados están a la vista.
A pesar de las incidencias climáticas y sanitarias de la campaña, en la Regional Guaminí-Carhué los rendimientos fueron alentadores. “En 1000 ha cosechadas, obtuvimos un rinde promedio de los 25 qq/ha, un récord para la zona de Salliqueló”, resaltó Bianchi. Y agregó que el sector se encuentra ante la necesidad de lograr una comercialización más transparente de los granos, lo que motivaría aún más la siembra del cultivo.
Aapresid