Por Agroempresario.com
Tras la muerte de su padre, María José Ibarrola decidió tomar las riendas de la empresa fundada por él. Con el deseo de mantener y potenciar su legado, la joven de 19 años tomó la responsabilidad de continuar con Maquinarias Ibarrola y de transformarla en un proyecto innovador y fortalecido. En una entrevista con Agroempresario.com, la CEO de Maquinarias Ibarrola nos contó cómo evolucionó la empresa y como se siente ella como líder femenina en un rubro históricamente masculino.
En 1976, notando que faltaba tecnología en el agro, Ibarrola comenzó con la venta de maquinarias, sin saber nada del negocio. A los 10 años, tuvo un accidente con su familia, del cual no sobrevivió. La empresa continuó en manos de su mujer pero, por problemas de salud, debió pasarle el mando a su hija María José que tiene en su ADN el espíritu emprendedor: “Mi mamá era muy conocida en el pueblo y tenía una impronta de innovación; por el lado de papá, heredé la capacidad de emprender y armar un negocio de cero; de los dos tomé algo y me autodefiní ‘la hija de’. Pero después, con los años, me fueron enseñando mis colegas que el camino lo había abierto yo porque la empresa tuvo un giro y una nueva impronta cuando me hice cargo”, relató María José.
Al principio, sin saber nada del rubro, pasó meses sin lograr una venta. En 1998, viajó a Francia con Yomel y 20 concesionarios y, al volver, se encontró con una nueva realidad: había vendido todas las máquinas y, además, había gente que quería entregarle máquinas usadas. Allí vio una nueva veta del negocio: les sacaba fotos y se las mostraba a clientes para vender tanto la nueva como la usada. En el 2000 comenzó a subirlas y comercializarlas por Internet, logrando llegar a todo el país y a otras regiones. Siete años más tarde, desarrolló una página web, siendo una de las pioneras en la comercialización electrónica.
“Mi papá vendía en el pueblo y a nivel regional. Cuando yo me hice cargo, había empezado a haber mucha competencia. Con todo lo que había vendido ese año, notaba que no iba a vender más de lo que había vendido, no me iba a poder expandir”, señaló María José haciendo referencia a la lenta rotación de máquinas en el rubro.
¿Cómo se profesionalizó? Más allá de girar hacia el e-commerce, introdujo cambios a nivel administrativos que lograron elevar la empresa a otro nivel: “Medimos y dejamos asentado todo movimiento de la empresa. Tenemos los procesos para cada una de las áreas; entra un vendedor nuevo y ya sabe lo que tiene que hacer porque tiene un manual”, describió la CEO de Maquinarias Ibarrola e indicó que aprendió a medir, analizar, estudiar y proyectar conociendo a colegas de otros rubros.
En este sentido, destacó el rol de UNAJE – Unión Argentina de Jóvenes Empresarios como “la puerta a la profesionalización”; “La comunidad es increíble, los valores, las ganas de trabajar, de contagiar lo que cada uno va haciendo, de enseñar. UNAJE es parte de mi corazón”, expresó María José.
Como proyecciones a mediano plazo, la CEO de Maquinarias Ibarrola señaló que busca “la incorporación de toda la venta de repuestos por Internet. Queremos profesionalizar la unidad de negocios y vender absolutamente todo, pensando en venderlo rápido y que el cliente lo reciba”.
“Yo creo que las mujeres estuvimos siempre liderando el sector pero estuvimos siempre escondidas”, resumió María José y siguió: “Con el empoderamiento, hemos salido a la luz y somos más. También es una característica de la mujer no mostrar tanto lo que hace y estar encerrada en sí misma. Esto ha ido cambiando y vio que el trabajo en red es super importante. El cambio se hizo ahí: la mujer sale a buscar su trabajo en red y poder empoderarse más”.
En su caso en particular, subrayó que no sufrió la dificultad de abrirse camino siendo mujer dentro del rubro agropecuario en sus inicios: “Tuve la suerte de ser muy joven y, con mi ignorancia y juventud, no me llegué a dar cuenta en lo que estaba metida. También tuve la suerte de estar en un pueblo donde todos nos conocíamos. Hoy, 25 años después, sí puedo decir que tuve mis contratiempos de encontrarme en un mundo de hombres”.
De todas formas, María José destacó el rol de los “ángeles fierreros” que confiaron “en que iba a salir adelante” y actuaron como mentores y la alentaron a llegar al lugar donde se encuentra hoy a nivel empresarial.