La biotecnología está emergiendo como una herramienta para la creación de biomateriales que pueden reducir drásticamente el impacto ambiental. Así lo entiende Bionatur-All, una startup argentina que está apostando a los hongos para crear materiales bajos en carbono.
Con sede en Cosquín, Córdoba, Bionatur ha pasado los últimos cinco años investigando y desarrollando sobre el uso de hongos en productos biodegradables. Sus productos son una alternativa compostable al EPS y los plásticos de un solo uso, y se pueden personalizar en diferentes formas y tamaños.
Mushpack es un envase elaborado a partir de la inoculación de micelio con residuos orgánicos agroindustriales. Al mezclarlo con el micelio, la parte de los hongos que crece debajo de la tierra o dentro de la corteza de un árbol, el resultado es un material ligero, resistente a las llamas, aislante, semiflexible y de larga duración. Se puede utilizar para embalaje y se degrada entre 90 a 100 días.
“Queremos proporcionar a la industria del envase y embalaje biomateriales que respondan a la creciente demanda del mercado de soluciones respetuosas con el medio ambiente. Creando al mismo tiempo valor regional y contribuyendo a una transición ordenada del sector hacia soluciones más sostenibles”, explicó María de los Ángeles Cano, técnica química y responsable del proyecto.
Cano afirma que la iniciativa es factible a corto plazo y de bajo costo porque utilizan residuos de materias primas locales. Si bien los materiales a base de hongos ya existen en todo el mundo, este tipo de producciones son nuevas en Argentina. Cano dice que su laboratorio es “casero y no tiene la última tecnología”.
Bionatur-All también está trabajando en biotextiles y desarrollando “cuero” de hongos. Todavía en fase de investigación, el objetivo es lograr una opción menos costosa, biodegradable y ecológica. Hasta ahora el resultado es un material suave, flexible y duradero.
Cano cree que mostrando “cómo y por qué hacemos lo que hacemos” transmitirá la conciencia para entender otra perspectiva del sector productivo. “Espero que Argentina pueda acceder a la tecnología, que es mucha, y que mucha gente haga esto. Espero que seamos varios”.