Cinco años de crecimiento consecutivo para la producción orgánica en Argentina

La superficie destinada a la producción orgánica se multiplicó 750 veces en los últimos 25 años. De acuerdo la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA),  la superficie destinada a la producción orgánica se multiplicó 750 veces en los últimos 25 años. De acuerdo al estudio, se pasó 5.500 hectáreas en 1995 a 4,3 millones en la actualidad. La expansión del método alternativo y los desafíos que enfrenta para continuar la tendencia alcista. 

La producción orgánica es una modalidad de producción alternativa a la convencional o agroindustrial. Reconocida por la prohibición de uso de agroquímicos, posee principios mucho más amplios como la preservación de la biodiversidad y el cuidado de la salud humana y el bienestar animal. 

“En la actualidad, se transformó en un atributo diferencial de calidad que se respalda en la certificación de los productos, y es cada vez más importante en el mundo”, explicó Silvia de Bargas, docente de Producciones Animales Alternativas en la FAUBA.

En este marco, la cantidad de establecimientos que utilizan este método alternativo de producción en el país se cuadruplicó, de 322 a 1.343. Argentina ocupa el segundo lugar a nivel mundial dentro del ranking con mayor superficie certificada como orgánica. El 95% de esta producción corresponde a ganadería, mayormente en la Patagonia para la producción de lana de exportación.

“En menor medida producimos miel, carne bovina y huevos de gallina. En cuanto a lo agrícola, nos destacamos como exportadores de peras y manzanas, y sus procesados, y también de cereales, oleaginosas y cultivos industriales”, detalló de Bargas.

Por el lado de las falencias, el impulso de políticas públicas destinadas al sector continúa siendo el principal desafío para la producción orgánica.