La hora del sorgo

El sorgo marca tendencia gracias a la demanda China. Si bien hasta el momento la superficie en el país es del 3%, la gramínea toma cada día más fuerza. El cultivo es fuerte como forraje pero el sector apuesta a un mercado exportador. 

El escenario al que se enfrenta el sorgo es más que positivo: los últimos datos de la campaña 2020/2021 arrojaron una duplicación de las hectáreas sembradas, comparado con los valores de 2019/20. “Si bien aún nos encontramos por debajo de los máximos históricos en cuanto a superficie destinada a este cultivo, esta recuperación brinda un soporte positivo a las expectativas para los próximos ciclos comerciales”, expresaron Julio Calzada y Alberto Lugones, ambos economistas de la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario. 

Según los expertos, la apuesta para el cultivo se da en el mercado interno y también en la exportación. En esta línea, la demanda de China generó un fuerte incentivo, siendo uno de los grandes compradores para abastecer su mercado forrajero y de bebidas espirituosas. "En la campaña pasada se exportó el 67% de la producción nacional de sorgo, y el gigante asiático fue el principal destino. Solo hay tres países capaces de abastecer al mundo: Estados Unidos, Australia y Argentina", destacaron los economistas. 

Por otro lado, los precios a nivel internacional del sorgo acompañan las subas de los commodities agrícolas. "Debido a la sustitución que se da entre el consumo forrajero de maíz y de sorgo, se registra una correlación muy elevada entre los valores del cereal y de la gramínea.  Al mismo tiempo, las cotizaciones del sorgo superan, en muchas ocasiones, a los precios del maíz debido a la demanda de China", concluyeron.