Por Agroempresario.com
Manuel Ron, director de Bio4, habló con Agroempresario.com sobre la gestión de la empresa, de la cual participan 28 socios: qué los motivó a asociarse, cómo mantienen el equilibrio, qué los inspira y cómo podría replicarse el modelo en el resto del país.
-Manuel, formás parte de una de las empresas más emblemáticas que demuestran que el valor agregado y la bioeconomía son claves para el progreso de nuestro país.
¿Qué los motivó como productores para asociarse y conformar el proyecto?
Somos un grupo de 28 productores agropecuarios que nos juntamos y asociamos bajo la idea de agregar valor. Muchas veces, lo tenés que hacer a escala para poder ser competitivo en el mundo; para lograr esa escala tenés que asociarte, poder juntar el capital necesario para tener una escala competitiva. Eso nos llevó a juntarnos, más allá que somos todos de Río Cuarto, de la región sur de Córdoba y también veíamos que todo esto podía traer desarrollo a la región. Después se corroboró en el tiempo y nos sorprendió. Este desarrollo, que creíamos que iba a ser importante, terminó siendo de unas dimensiones increíbles, con generación de empleo de calidad, conocimiento sobre todo, bioeconomía y las derivaciones que tiene, que son impensadas cuando uno planifica al principio. Hoy estamos exportando tecnología al mundo que es increíble.
-¿Cómo buscan un equilibrio y que todo funcione cuando son tantos socios, cada uno con sus situaciones?
Creo que hay un aprendizaje en el hecho de poder ser accionista y un buen socio y no querer tener todas las decisiones en la mano. De hecho, empezamos siendo 28 accionistas, somos 7 directores y entendemos que hay una sinergia entre las distintas capacidades de las personas: cuando nos juntamos somos más que las partes, estamos potenciados. Cuando muchas personas tiran para el mismo lado poniendo sus capacidades, nos complementamos entre todos y bajamos un poco los egos. Acá, lograr los consensos y el afecto societario es algo para trabajar permanentemente, evitar conflicto de intereses e inequidades. Nosotros copiamos el modelo de los farmers americanos asociados para el sector de plantas de etanol; creo que es un ejemplo de asociativismo para lograr proyectos a escala que se pueden replicar para lograr proyectos de cerdos y avícolas. Para lograr esas escalas productivas hay que asociarse.
-¿De qué forma se podría promocionar el modelo de ustedes en todo el país, para que más productores se unan y logren mayores beneficios?
Más allá del asociativismo, creo que una política de estado que se podría impulsar sería el agregado de valor con créditos de fomento para proyectos de transformación de los granos.
El caso de Argentina es que de 509 millones de toneladas de maíz, exportamos 30 como grano; podría haber políticas de estado que promuevan esa transformación para que en vez de grano se vaya como carne, como leche como biogás o bioplásticos. Tecnologías disponibles hay, mercados hay; es cuestión de que esas políticas de apoyo existan a mediano y largo plazo con tasas accesibles. Argentina tiene que armar un modelo agroexportador bien consolidado con productos de alto valor, que genere las divisas necesarias para no estar corriendo atrás del dólar todo el tiempo. Creo que si hubiera ese fomento de parte del Gobierno, los productores podrían encarar esos proyectos.
-¿Cómo viene evolucionando el proyecto BIO5?
El feedlot está consumiendo la mayor cantidad de burlanda posible para hacer proteína animal. Es carne que se está exportando. Armamos un consorcio exportador que se llama Río Beef que es carne Premium para distintos mercados. Estuvimos surfeando estos años el cierre de las exportaciones que hubo y creemos que es un mercado que hay que apuntar para la transformación de los granos. La carne premium el mundo la demanda y nos estamos perdiendo una gran oportunidad como Argentina; tendríamos que tener el doble de cabezas vacunas, pero para eso tiene que haber un fomento de la cría. Sin cría, con índices tan bajos, es muy difícil consolidar un modelo de exportación de carne vacuna.
-El gobierno aumentó el corte de biodiesel del gasoil del 5 al 12% por dos meses, ¿se podría haber evitado esta crisis tomando antes esta decisión?
La crisis del gasoil se podría haber evitado manejando este desacople que hay entre el precio externo y el precio interno. Argentina es un importador neto de gasoil. Si vos tenés un precio interno desacoplado del internacional, ninguna compañía va a querer importar gasoil para venderlo en la Argentina. Se podría haber evitado sabiendo que en el mundo el gasoil valía tanto y acá no podíamos vender a $80 menos porque era una pérdida. Eso podría haberse evitado.
Lo del biodiesel es un parche. La Ley de Biocombustible salió con una baja del corte de biodiesel del 10 al 5%. Nosotros producimos en bioetanol pero entendemos que conceptualmente bajar el corte de biocombustibles era una medida súper equivocada y terminó causando la faltante de gasoil porque hubiese sido un 5% más de gasoil en el mercado.
-¿Cómo ves el mercado internacional de granos con la guerra de Rusia y Ucrania?¿Cómo impacta en Argentina?
Nosotros somos compradores de maíz para transformarlo en bioetanol y burlanda y estamos trabajando en otro escenario de precios de cereales que probablemente se mantenga alto por tiempo considerable. Es otro escenario y difícil vuelva el maíz a los precios de U$S 130-140/ton en Rosario. Es un escenario que ya no lo vemos, en ningún proyecto de inversión lo consideramos. Creo que hay un nuevo piso de precios con todo esto pero para poder entender, la guerra parece que se va a estancar y va a durar. Está generando aumento en el precio de los commodities. Nosotros en Argentina no lo vemos pero en muchos países del mundo hay problemas de abastecimiento. Acá, por el maíz que tenemos y la suerte de demanda que tenemos, estamos bien. Parece que viene una siembra importante de maíz que arranca ahora en agosto y septiembre y esperamos que no se complique con los fertilizantes.