Cafiero, por videoconferencia, señaló que en las reflexiones de San Martín y Bolívar sobre aquel encuentro está presente “el espíritu que preside la creación de la CELAC como proyecto político que aspira a concretar aquellos ideales de unidad. Solo juntos podemos preservar la soberanía de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Solo mediante la negociación y la confluencia de nuestros intereses alcanzaremos un equilibrio entre nuestros países para posicionarnos frente a la comunidad internacional”.
Del conversatorio que tuvo sede en Guayaquil participaron además el ministro de Cultura, Tristán Bauer; el vicecanciller argentino, Pablo Tettamanti; el subsecretario de Asuntos de América Latina, Gustavo Martínez Pandiani; el recientemente designado embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fuks; y la directora Ejecutiva de CLACSO, Karina Batthyány. Estuvieron presentes también la ministra de Cultura y Patrimonio de la República del Ecuador, María Elena Machuca Merino; la Alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Fernanda Viteri Jiménez, y el gobernador del Guayas, Lorenzo Calvas; y el titular del Instituto Sanmartiniano Nacional argentino, Eduardo García Caffi, entre otras autoridades e invitados especiales.
El Canciller afirmó que “debemos proyectar a nuestro tiempo el legado de aquel abrazo, donde se pusieron en juego diferencias pero sobre todo grandes coincidencias entre las corrientes libertadoras del norte y del sur. El destino de integración y desarrollo de la CELAC se nutre de nuestra historia común. En la entrevista de Guayaquil, el Libertador argentino exhibió su integridad ética y su visión política. Postergó todo interés propio ante el objetivo mayor de la libertad de nuestra América. En ese encuentro cedió el mando y la conducción de la guerra a Simón Bolívar porque entendió que era la opción necesaria para culminar la lucha emancipadora”.
“Hoy, una CELAC más fuerte implica más coordinación, más cooperación, más institucionalidad, y, por ende, mejores posibilidades de desarrollo y crecimiento para los pueblos latinoamericanos y del Caribe. Mucho se ha avanzado, pero mucho resta aún por hacer. La desigualdad es uno de los problemas que tenemos que enfrentar. Les propongo trabajar juntos para cambiar esta realidad. La historia no está cristalizada. De su continuidad a lo largo de siglos, y de las necesidades actuales de nuestros pueblos, surgen las políticas públicas para cooperar en busca de la justicia social”, concluyó Cafiero.
El Conversatorio de los Libertadores de América cuenta además con la participación de historiadores y expertos de Argentina, Ecuador, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay y Venezuela, en el marco de tres paneles: "San Martín, Bolívar y las luchas por la emancipación americana: una aproximación biográfica"; posteriormente "A 200 años del encuentro de Guayaquil: ¿cómo releer ese encuentro a la luz del siglo XXI?", y por último "El proyecto de Guayaquil frente a los desafíos de la integración en el siglo XXI latinoamericano y caribeño".
Cabe recordar que cuando San Martín se dirigió a Simón Bolívar lo hizo expresándole que “la América no olvidará el día que nos abracemos”. El encuentro ocurrió finalmente el 26 y 27 de julio de 1822. En torno a esto se buscará durante las actividades previstas enfatizar el valor del encuentro histórico entre líderes americanos por sobre las diferencias coyunturales, trazando una reflexión coral en torno a la visión de las luchas por las sociedades de un continente emancipado.
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.