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a firma automotriz francesa Citroën, fundada en 1919 por André Citroën, presentó en París el vehículo eléctrico Ami, que posee una autonomía de setenta kilómetros y no requiere de licencia para conducir debido a su pequeño tamaño.
El Ami, que puede ser conducido a parte de los catorce o dieciséis años, dependiendo de las leyes de cada país, puede cargarse con cualquier enchufe de un hogar; es decir que no es necesario acudir a una estación especial.
Este modelo mide 2,40 metros de longitud, 1,39 m de ancho y 1,52 m de altura, posee un motor de 6 kilovatios y una batería de iones de litio de 5,5 kWh. La recarga se efectúa de manera sencilla gracias al cable eléctrico dispuesto junto a la puerta en el lado del pasajero. Una vez que se conectó el cable, la batería tarda solo tres horas en cargarse.