Las APLICACIONES DIRIGIDAS son una herramienta cada vez más adoptada por los sistemas que buscan ser más eficientes. El Ing. Agr. Santiago Teruggi pone sobre la mesa sus experiencias en el uso de esta tecnología y cómo es la dinámica a la hora de prestar el servicio.
“Con el problema de la creciente resistencia de malezas a los herbicidas, las APLICACIONES DIRIGIDAS (AD) surgen como una posibilidad que nos brinda la tecnología moderna para pulverizar sólo donde hay malezas”, comienza su presentación como disparador del análisis tras más de 1 año y medio de uso, como productor y prestador de servicio.
Se basan en el uso de la tecnología WEED IT que consiste en el denominado Precision Spraying. Funciona con un sensor activo que emite luces azules hacia el suelo y las plantas mediante un lector de alta potencia que aísla la banda espectral a la que responde sólo la clorofila, es decir, la vegetación viva. La eficiencia de ello radica en que escanea todo el terreno pero sólo reacciona ante la clorofila y no simplemente al color verde. Una vez que detecta la maleza, el sensor procesa la información y los inyectores aplican el herbicida a cada una de esas plantas por separado. Lo asombroso es que se logra controlar cualquier tipo de maleza, incluso las más pequeñas y a una velocidad de hasta 25 km/hora.
El objetivo planteado fue buscar una solución al problema de malezas resistentes lo que aumentaba los costos de producción y de barbecho como también la demanda de trabajo en el campo. El foco que pusieron fue:
- controlar malezas.
- reducir costos.
- reducir el impacto ambiental.
- disminuir la manipulación de agroquímicos por parte del personal.
- alcanzar la sustentabilidad productiva.
“Arrancamos contratando un prestador de servicios que ofrecía WEED IT y trabajamos 590 has con aplicación dirigida. En esta primer experiencia se logró un 65% de ahorro, muy buenos controles y conocimiento de la tecnología por parte del equipo de trabajo”, destaca sobre sus primeros pasos. Tras ese éxito se decidió la compra del equipo y lo destacable para entender su uso fue acceder a las capacitaciones que ofrecía la empresa proveedora GEOSISTEMAS. Todo esto acompañado por el asesoramiento de Agroestudio Viento Sur.
Hay 4 conceptos claves para manejar el equipo. La sensibilidad con la que se quiere a hacer la lectura de la maleza, que es medible en una escala de 1 a 7; el margen de seguridad con el que se quiere trabajar; la dosis y calidad de aplicación que se definen regulando la apertura de las válvulas, la presión y el caudal. Y por último conocer los modos de uso que tiene el equipo. “En general usamos modo selectivo que aplica cuando detecta una maleza, y el otro es el manejo dual que brinda la posibilidad de aplicar dos dosis diferenciadas de un mismo producto (o mezcla) a las malezas desarrolladas y los nacimientos”.
Respecto a las regulaciones WEED IT ofrece una que se llama ‘prueba de lona’, que es básicamente una lona que centra las malezas a lo largo de la misma, se regula con sensibilidad 2 (tamaño de maleza chico) y se hace una pasada. También trae tarjetas hidrosensibles que se usan para chequear el tamaño de gota y la aplicación efectiva. Esto les sirvió para controlar algunos problemas detectados.
Los resultados económicos luego de 1 año de uso fueron más que satisfactorios. Lograron en promedio un 68% de ahorro, y sumado a la prestación de servicios, el repago del equipo se redujo a la mitad de lo planificado.
Para cerrar, Santiago detalla las ventajas logradas con las aplicaciones dirigidas:
- mejores controles para un tamaño óptimo de malezas.
- menores costos en barbecho.
- mayor cantidad de modos de acción para lo que es resistencia de malezas.
- bajar el EIQ, un índice de impacto ambiental.
- digitalizar los mapas de malezas con la plataforma digital de agricultura por ambientes y conseguir la trazabilidad del sistema.
Aapresid