Pero para la campaña actual, se advierte un recorte de casi 100.000 hectáreas debido a la falta de agua.
El aumento en la producción de la arveja correspondiente al ciclo 2021/22 permitió incrementar las exportaciones, que en relación al año previo crecieron un 156% según estadísticas oficiales. Para la próxima campaña, si bien se esperaba una suba del área implantada, la sequía frenó el desarrollo de esta legumbre.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calculó que los despachos al exterior de arveja cerraron el ciclo comercial 2021/22 en 167.000 toneladas. Este escenario favorable se debe a dos motivos. Por un lado, la producción tuvo un incremento interanual de 53% y además, las condiciones del mercado internacional acompañaron.
La demanda exportadora fue liderada por Venezuela con 72.000 toneladas, seguido por China con 19.000 toneladas y Brasil, con 18.000 toneladas. También se realizaron envíos por menores cantidades a Senegal, Filipinas, Gambia y Egipto.
A nivel global, los principales exportadores son Canadá, Estados Unidos, Rusia y Ucrania. En este punto, la BCR señaló que el conflicto bélico la región del Mar Negro posicionaron a Argentina como un abastecedor con cierto peso específico, ante una creciente demanda internacional.
Con este repunte de los mercados externos, para este año se esperaba un impulso extra en la siembra. Pero las condiciones de sequía, que afectaron a otros cultivos invernales como trigo y cebada impactaron en la arveja y en relación al ciclo anterior, se espera una caída de 17% en el área sembrada. En total, se sembrarán casi 100.000 hectáreas menos.
La arveja constituye una alternativa interesante como cultivo invernal, a partir de su ciclo corto de crecimiento, se siembra en julio y se cosecha a fines de octubre o principios de noviembre. Con respecto al trigo, consume 100 milímetros menos de agua, cualidad que lo hace valorable ante un escenario de estrés hídrico.
La producción se concentra en la región centro del país y existen unos 40 cultivares diferentes, que resultan en arvejas de color verde y amarillo. En Argentina, las de tipo verde son las más producidas debido a que el principal comprador de esta legumbre es Brasil. Sin embargo, a nivel mundial las más consumidas, en especial por países asiáticos y africanos, son las de color amarillo.
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