Luego de que los aceites producidos en el norte de Mendoza consiguieran el sello de Identificación Geográfica (IG), San Rafael comenzó las gestiones para que sus aceites de oliva tengan sello propio.
“La iniciativa surgió luego de conocida una noticia sobre los avances que realizó la Asociación Olivícola de Mendoza (ASOLMEN) para obtener la IG del aceite de oliva en la zona norte de Mendoza, parte de nuestros socios integran también la Asociación nos trajeron la inquietud y así nos pusimos a trabajar hacia el objetivo de que el Sur también tenga su sello”, explica Mauricio Marín, integrante de la Cámara de Comercio e Industria de San Rafael.
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Ya comenzó el período de adhesión para la campaña 2022/23 y los productores tienen hasta el 31 de agosto para pagar la primera cuota.
El sello de Identificación Geográfica se utiliza para saber el origen concreto de los productos, dándole una reputación específicamente de este lugar de procedencia, las prácticas y técnicas aplicadas a su elaboración, las características del clima y el suelo de donde proviene, sustentando el valor diferencial.
“Por ejemplo los aceites producidos en el sur de Mendoza son muy característicos en comparación a otros hechos en distintas zonas del país, incluso se diferencian con los del norte de la provincia”, expone Marín.
En lo que respecta al nivel técnico, los productos que se elaboran en el norte tienen una acidez de 0,15 a 0,25 % de ácido oleico, debajo del límite permitido en la categoría. Mientras que el índice de peróxidos es alta con valores inferiores a 10 meq O2/kg e índices K: K232:1,64 y K268 : 0,115.
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