ProYungas, poniendo en valor los paisajes silvestres de Argentina

Por Agroempresario.com 

Fundación ProYungas es una ONG que promueve la conservación del ambiente y el desarrollo sustentable en Argentina. La entidad, creada en 1999 por el ecólogo y experto en biodiversidad, Alejandro Brown, fue la primera en el país en poner en valor los paisajes silvestres vinculando la producción con la preservación de la naturaleza. 

Desde hace 23 años, Fundación ProYungas trabaja en pos de la conservación ambiental y la equidad social como pilares del desarrollo. Su fundador, se propuso traducir la información técnico-ecológica a la generación de políticas públicas y de transiciones privadas, sobre todo el sector productivo en materia de uso de recursos naturales. 

“Vengo del mundo técnico de las ciencias naturales, fui investigador CONICET y profesor universitario. Durante esa época académica uno va sintiendo todo el tiempo cómo podés influir en lo que pasa a tu alrededor, más allá de la burbuja académica y de qué manera podés aportar a la toma de decisiones en el ámbito gubernamental y privado”, precisó. 

Entre sus ejes de trabajo, la entidad brinda diferentes servicios y trabaja en diversos  programas abocados a la Biodiversidad y Conservación de la Naturaleza; Áreas protegidas; Gestión Comunitaria; Gestión Forestal; Gestión transfronteriza; Investigación, capacitación y difusión; Productos y servicios sustentables y Paisajes Productivos Protegidos (PPP), una iniciativa que logró trascender fronteras y que viene consolidándose en el tiempo a nivel regional desde 2010. 

“Quizás como ambientalista suena un poco raro impulsar un proceso que tenga como eje central a la actividad productiva pero desde ProYungas tenemos claro que la problemática ambiental solamente vamos a poder abordarla si lo hacemos junto con el sector productivo como aliado”, expresó. 

El objetivo del programa es poner en valor ambientes silvestres inmersos en los patrimonios donde se encuentran los espacios productivos. Según Brown, se trata de un tema “muy amplio, poco tratado en Argentina y que hasta ahora nunca había sido puesto en valor”. 

Impulsado por la Fundación ProYungas y cofinanciado por la Unión Europea, el PPP está destinado a empresas, asociaciones, cooperativas, organizaciones de la sociedad civil y propietarios privados que buscan comprometerse con la preservación de estos espacios. De acuerdo al presidente de la Fundación, el concepto busca  “bajar a tierra los lineamientos del Pacto Verde y los Objetivos de Desarrollo Sustentable, encarando la problemática ambiental a la misma escala de los problemas que se generan''. 

“Muchas veces se ve al sector productivo como parte del problema de la conservación de los recursos naturales pero nunca se lo ha visto fuertemente como parte activa de la solución. Además de todo lo que genera también está contribuyendo de manera importante e invisible -hasta ahora- a la conservación de bienes y servicios ambientales a lo largo y ancho de nuestro país”, destacó Brown. 

El potencial de una región 

En términos territoriales, el área de acción de ProYungas es el subtrópico sudamericano, específicamente el Norte Grande de Argentina, el área más biodiversa del país en términos ambientales, culturales y productivos. 

“Aunque hacemos foco en esta región asumimos que gran parte del país está en la misma situación, con millones de hectáreas de naturaleza bajo patrimonio privado muy bien conservados, algo que los argentinos ignoramos totalmente”, subrayó. 

La idea surgió en un ingenio azucarero de Jujuy con un enorme patrimonio de ambientes naturales y, con el tiempo, el programa se fue expandiendo a otras producciones provenientes de diversos sectores como el citrícola en Tucumán, donde las empresas más importantes -sobre todo en producción de limón-  se adhirieron al programa. También se sumaron empresas del sector forestal en Mesopotamia y yerbatero. 

Por otra parte, los Paisajes Productivos Protegidos de ProYungas comenzaron a replicarse en países limítrofes como Paraguay, con la producción ganadera en las colonias menonitas; en Bolivia, con pequeños productores ganaderos en las montañas y en Chile con impòrtantes empresas del sector forestal. 

“Es un programa que rescata valores positivos de las relaciones entre producción y conservación de la naturaleza; la verdad es que no tiene techo, el techo se lo vamos a poner nosotros. Creo que nos vamos a terminar sorprendiendo respecto a la enorme superficie en Argentina, que probablemente sea superior a toda la superficie de áreas protegidas nacionales y provinciales de nuestro país”, resaltó. 

De acuerdo a los datos provistos por la Fundación, el programa ya suma más de 2,5 millones de hectáreas.

Actores y comunicación 

ProYungas vincula a diversos actores territoriales, articulando acciones con organismos estatales locales y provinciales, ONG´s, instituciones técnicas y académicas, empresas, comunidades locales y la sociedad civil. La entidad mantiene una alianza en permanente crecimiento con el sector productivo con más de 20 empresas de diferentes rubros y con el sector ambiental involucrado en el programa.

“Obviamente, tienen que vencer ciertos paradigmas sobre los cuales se ha sustentado parte de su historia pero de a poco se van sumando. Necesitamos que el sector ambiental sea parte para hacer crecer el programa, ambientalistas y productores trabajando juntos lleva bastante paz al sector público para la toma de decisiones”, alentó. 

En este sentido, ProYungas se encuentra desarrollando el concepto de Paisajes Colectivos de Conservación, espacios públicos-privados en donde se vincula a una empresa con PPP con otros “vecinos” dentro de un mismo territorio. En este caso, el potencial de articulación entre el sector público y el sector privado para la conservación de bienes y servicios naturales es inmenso. 

“A veces queremos resolver dilemas ambientales con leyes -en muchos casos necesarias- pero en ocasiones las leyes no son el camino adecuado para conducir o resolver estas cuestiones. La solución al dilema ambiental está en el diálogo territorial, ése es el espacio en donde desde ProYungas nos sentimos muy cómodos y sinceramente como parte de la solución”, manifestó. 

Otra de las líneas de acción del PPP es el de la comunicación, uno de los “puntos débiles” del sector productivo: “Quizás tradicionalmente el sector sintió que cada vez que comunicaba era criticado y entonces prefiero no hacerlo. Tenemos que trabajar más activamente en este sentido, de una manera más atractiva”, propuso. 

ProYungas cuenta con su propia editorial Ediciones del Subtrópico, orientada a suplir esa falencia con un catálogo de calidad, actual y con un formato atractivo, destinada a todo público. Cabe destacar que el papel utilizado para la elaboración del material cuenta con la certificación PRODUCTOYUNGAS - FCA (Fibras Celulósicas Alternativas), un sello auditado por IRAM que certifica la producción a partir de fibras celulósicas de caña de azúcar. 

“Vemos al apoyo de la Unión Europea como una clara señal de que lo que estamos haciendo va por un camino, esto nos tiene que ayudar a los argentinos a posicionar a nuestro país que, además de producir cosas de mucha calidad también lo hacemos con responsabilidad ambiental pero esto lo tenemos que comunicar y hacer visible juntos”, sentenció. 

A la hora del balance, Brown analizó estos 23 años de trabajo de ProYungas: “Somos ambiciosos porque los problemas ambientales que tenemos que enfrentar tienen una magnitud muy grande. Estamos donde queríamos estar, de eso no tengo dudas. Estoy muy satisfecho con el camino que fuimos transitando aunque me gustaría haber alcanzado más cosas, pero los tiempos son lo que son y los procesos necesitan maduración. Muchas veces desde el sector productivo me dicen que llegamos con este concepto un poco adelante, ahora siento que estamos en una importante vorágine de crecimiento. Lo que está en juego en definitiva es el país que queremos y ambicionamos, con actividades que sabemos hacer bien pero que necesitamos insertar en el mundo de una manera más vigorosa”, concluyó. 

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