Tanto las manzanas verdes como las rojas son ricas en hidratos de carbono y bajas en calorías, además de que su aporte de fibra y proteínas es prácticamente la misma. Entonces, ¿cuáles son las diferencias?
Según algunos estudios, la principal diferencia entre ambas se encuentra en su piel, concretamente, en el contenido de procianidinas, una subclase de flavonoides que se encuentran muy presenten en el reino vegetal (manzanas, uvas, almendras, arándanos, cacao, etc.).
Estos elementos son especialmente beneficiosos para reducir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y neurodegenerativas. Además, actúan frente al daño oxidativo, es decir, son perfectos antioxidantes que nos protegen contra el efecto de los radicales libres. Se trata de la protección que nuestro organismo necesita para reducir el los factores de riesgo para otras enfermedades, así como para retardar el proceso de envejecimiento de nuestras células.
Las manzanas son unas de las especies vegetales que más contienen procianidina por porción. Sin embargo, hay que destacar que este contenido en procianidina varía de un tipo de manzana a otra, es decir, que se dice que las manzanas rojas contienen una mayor cantidad de estos elementos. Esto no significa que una sea más saludable que la otra, ya que, de hecho, los expertos recomiendan combinar ambos tipos de manzanas. Y es que las diferencias no terminan aquí.
Las manzanas verdes son las más indicadas para proteger nuestra piel frente a los rayos del sol y otros posibles problemas de piel. También ayudan a regular los niveles de azúcar y no tienen colesterol, siendo ricas en vitaminas E, C, B y A.
Por su parte, las manzanas rojas son buenas para la memoria, además de limpiar los intestinos y purificar la sangre y el hígado. Las manzanas rojas son calmantes, y pueden ayudarnos a conciliar mejor el sueño y a combatir los nervios.
Libbys.es