En medio del desánimo generalizado que hay en el agro argentino por las fuertes pérdidas provocadas por la sequía, una luz que ha potenciado su color verde esperanza para la campaña 2023/24 es el precio de los fertilizantes que sigue en baja.
Según un informe de la consultora AZ Group, esta tendencia, sumada a un precio internacional del trigo atractivo, ha llevado a que muchos productores se estén adelantando y ya están armando presupuestos para la siembra que comenzará en un par de meses.
El factor económico, de relación insumo-producto, asoma a priori favorable: el resto de la decisión dependerá de que se confirmen las previsiones de cambio de tendencia climática, con La Niña retrayéndose tras tres campañas, y dejándole el paso probablemente a El Niño.
El reporte señala que, en el caso de la urea, el valor actual se ubica en U$S 358 la tonelada en la referencia FOB Medio Oriente, U$S 83 dólares por debajo de enero.
Y en este contexto, el mayor retroceso se dio en América, donde el FOB Golfo retrocedió U$S 131 a U$S 327.
“Los niveles actuales de precios se ubican en los promedios históricos, previo a la fuerte volatilidad de 2022, bajo este escenario, la demanda debería mostrar interés”, señala el documento.
Del mismo modo, la referencia del Fosfato Diamónico (DAP) Golfo bajó U$S 27 a U$S 640 la tonelada.
En este caso, “si bien la baja en los precios de los fosfatados ha sido más constate que en urea, la volatilidad ha sido más baja. Los precios nominales aún se ubican por encima de los valores promedio previos a 2022”, advierte AZ Group.
Lo que sucede con los precios a nivel global también se ve en Argentina: los precios de la urea bajaron unos U$S 77 hasta U$S 590, y la paridad teórica de importación se ubica en U$S 505, por lo que sería de esperar más bajas.
No pasa lo mismo con el fosfato monoamónico (MAP): cotiza en U$S 910 a retirar, U$S 34 por encima de enero, pero con una paridad teórica de importación de U$S 826.
Bajo este panorama, la consultora sostiene que para la campaña 2023/24 de cultivos de fina, comienzan a confeccionarse los presupuestos e inician las consultas y “las buenas relaciones de precios con el inicio de las cotizaciones de la nueva campaña de trigo apalancan este comportamiento”.
La contracara es la baja recarga de perfiles, que genera dudas desde lo productivo, y juega un importante rol para frenar, por ahora, la reactivación de la demanda.
La clave es la mejor relación insumo-producto. “La fuerte baja en los precios de los fertilizantes de los últimos meses llevan a analizar las relaciones de compra de los cultivos de invierno para la próxima campaña 2023/24 en forma más temprana que lo habitual”, subraya AZ Group.
En estas perspectivas también talla que la posición diciembre 2023 en el MATBA-Rofez está en U$S 267 la tonelada, un valor superior al promedio de los últimos años y que ubica la relación de precios para el fertilizante en 2,2 toneladas de trigo para comprar una tonelada de urea, cuando en los últimos 12 meses había sido de 3,3.
Esta mejora del 33% en la relación insumo-producto obedece fundamentalmente a que la urea perdió un 28% de su valor en los últimos 12 meses, pasando de U$S 825 hace un año a los U$S 590 actuales, y recordando que en marzo incluso había llegado a U$S 1.320.
“La relación actual se ubica, asimismo, por debajo del promedio de los últimos 3 años, que es de 2,9 toneladas de trigo por tonelada de urea”, enfatiza el reporte.
También es mejor que la relación de 3,99 al momento de proyectar la última campaña y la de 2,58 de febrero de 2021.
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