L
as propiedades de los productos de lana reflejan calidad de materia prima. Cuanto más fina sea la lana, mejor tejido obtendremos. Por eso, es tan importante seleccionar la materia desde el principio, es decir ya durante el esquileo, trabajar limpio y clasificar la lana correctamente. Asimismo, hay que recordar que la alimentación es un factor decisivo en cuanto a la calidad de lana. Mejor forraje le da al ganado, mayor calidad de la lana obtendrá.
La esquila consiste en quitar todo el conjunto de la lana, en la mayoría de los casos obteniendo un vellón completo y de una pieza. A la hora de esquilar tiene lugar la preclasificación de la lana según el diámetro y la longitud de la fibra, contaminación, el porcentaje de pelo muerto y teniendo en cuenta sexo y edad de ovejas. Además de esta clasificación, la lana sigue siendo segregada. Según el sitio de crecimiento de la fibra varia su longitud, diámetro y resistencia. La lana de mejor calidad crece en los lomos y las partes laterales de la oveja. La lana de calidad inferior se encuentra en el cuello, en la espalda y en los muslos. La que crece en las patas, en la cabeza y en los alrededores del rabo es de peor calidad. La longitud de las fibras cambia según la raza de las ovejas y el periodo de la esquila. La media de la longitud de las fibras finas es de 50-90mm, y de las fibras gruesas 50-150mm. De algunas de las razas se puede obtener la fibra de más de 400mm. La raza de ovejas más apreciada por la calidad y utilidad de su lana es la raza merina.
Diámetro: Es la característica que determina el uso final de la lana. Para fabricar prendas de vestir u otros artículos de gran calidad se usa las lanas finas. Las lanas medianas se emplean en telas pesadas. Las lanas gruesas se destinan para la fabricación de alfombras.
Longitud: De esta característica depende el 15-20% del precio de la lana.
Color: La industria textil está interesada sobre todo en la lana de color blanco, ya que eso permite que sea teñida de una gama de colores más amplia.
Wool Center