En las mermeladas, la fruta se transforma en una pulpa o puré más o menos grueso, antes de mezclarla con el azúcar. Para obtener esta pulpa de fruta se utilizan diversos métodos: ablandamiento por cocción, picado, triturado o una combinación de éstos. El producto nal es de aspecto homogéneo y consistencia pastosa.
En las confituras lo que se busca es mantener en el producto final un alto porcentaje de la fruta entera (si es pequeña) o en trozos definidos, para conseguirlo es necesario hacer algunas modificaciones en el proceso de elaboración habitual de la
mermelada o aplicar algún tipo de tratamiento previo a la fruta. Las formas más usuales de conseguir esto son:
La jalea es una preparación donde se utiliza el zumo filtrado de la fruta con la finalidad de obtener un producto final gelatinoso, firme, con mucho brillo y lo más transparente posible.
Cocina con el Sol