uvo una infancia feliz en contacto con la llanura pampeana, el viento del Atlántico y la Pampa extensa moldearon su estilo; sus fuertes raíces camperas marcaron su repertorio: milongas, huellas, estilos y cifras. Es autor de más de 300 composiciones grabadas por él y otros intérpretes. Recorrió la Argentina y varios países como Japón, España, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, Uruguay y Brasil, llevando siempre su guitarra y sus canciones haciendo conocer la música argentina.
Comenzamos a seguir la huella de Argentino Luna en la Estancia La Florida, camino a Paraje Macedo. En esta estancia centenaria nació un 21 de junio de 1941 Rodolfo Giménez, quién tiempo más tarde seria conocido como Argentino Luna.
Hijo Juan Lino Giménez y de Esperanza Castañares, tercero en orden entre cinco hermanos –Mario y Ramón los mayores, Julio y Juan los menores. Su madre se ocupaba de diversas labores, entre ellas la de cocinera para los peones de la estancia y su padre encargado de la peonada, conoció todos los oficios de la gente de a caballo.
Su vida estuvo marcada por una infancia rural, cuyos olores, colores y sabores quedaron siempre es sus sentidos, de esta manera jamás olvidó su nacencia. Sus padres y sus abuelos le aseguraron fuertes raíces criollas, en este lugar tomó contacto con la música de la zona y con las coplas que cantaban las penurias e injusticias que el paisano soportaba y que después estarían presentes en varias de sus canciones.
El recorrido en la ciudad se inicia por el lugar donde se encuentra la casa de su abuela materna “Villa Petrona”, allí vivieron un tiempo durante su infancia y era el lugar de encuentro y reunión de toda la familia.
El circuito sigue hacia el barrio San Martín donde se encuentra la Escuela N° 3 “-Carlos Pellegrini N° 745, entre 114 y 118- lugar donde realizó la mayor parte de sus estudios primarios, alternando con la Escuela N° 1 de Villa Gesell. El patio lleva su nombre en homenaje al alumno ilustre que recorrió sus aulas.
Para conocer la casa de su adolescencia nos dirigimos a la calle Arias 841, su padre alquiló al Sr. Cipriano Elie esta propiedad durante algunos años, aquí funcionó un comercio familiar atendido por su madre. Desde este sitio partió rumbo a la ciudad de Buenos Aires Rodolfo Giménez para regresar al tiempo como Argentino Luna.
El 14 de mayo de 1968 a las 18 hs. en la discográfica Odeón graba su primer tema “Zamba para decir adiós”, compuesta unos pocos días antes y empieza una nueva etapa en la vida del “negro”, como lo recuerdan sus conocidos.
En 1981, la Fiesta Nacional del Gaucho le da el nombre de “Argentino Luna” al Escenario Mayor y en 1987 por Ordenanza 288/87, se lo declara “Ciudadano Ilustre de General Juan Madariaga”.
Recorremos unas cuadras para llegar al Palacio Municipal donde en su jardín se emplaza el 30 de noviembre de 2011 un Busto de Argentino Luna, donado por SADAIC. Homenaje que se le rinde este artista de suma importancia para la cultura de nuestro país. Se dice que aquí, junto al Tala centenario, realizó un recital antes de partir a la ciudad capital para cumplir su sueño.
El destino final de este recorrido es el Museo Histórico del Tuyú -G. Martínez Guerrero 1649 - donde en la Sala Argentino Luna, inaugurada el 19 de octubre de 2007, se pueden observar los discos, cuadros y la vestimenta completa que usara en su primera actuación de Cosquín. Este espacio alberga una colección de objetos que pertenecieron a Argentino Luna y fueron donados por él. Allí descansan sus restos.
En el patio del museo se puede apreciar una talla de Argentino Luna realizada por el escultor local Alberto “Flaco” Gervasio (obra inconclusa).
General Madariaga celebra todos los años la “Semana de Argentino Luna”, la tercera semana de marzo rinde homenaje al mayor embajador que tuvo este pago y figura emblemática de la música surera y la cultura argentina.