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La leche de almendras conserva todos las propiedades de las almendras y es un reemplazo muy exitosos de la leche de vaca en especial para intolerantes al gluten, la lactosa, alérgicos, etc. ¡Conocé más sobre sus beneficios y llevate la receta!
Las almendras son un fruto seco que contienen importantes propiedades nutritivas que benefician la salud de nuestro cuerpo. En un mundo que parece haber alcanzado el pico máximo de saturación de alimentos superprocesados, las dietas saludables que incorporan frutos, frutas y vegetales naturales toman cada vez mayor relevancia a la hora de hablar de la salud de las personas.
La almendra es una semilla que proviene de un árbol frutal. Se trata del almendro, cuyo fruto carnoso no se come pero su carozo esconde dentro la poderosa semilla: rica en fibras, proteínas, vitaminas D, A, B y E, grasas saludables, hierro, calcio y fósforo.
Al contener un bajo índice glucémico son indicadas para personas con diabetes, y su harina, que resulta de su molienda, sirve para cualquier receta apta para personas con celiaquía. Por su contenido en fibra ayudan al tránsito intestinal. Son buenas para el corazón, el cerebro, la circulación, los intestinos, los dientes, los huesos y hasta las pestañas. Además combaten los radicales libres, responsables del envejecimiento.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, la principal provincia productora es Mendoza con 2.298 toneladas, lo que implica que el 92,7% de la producción nacional se encuentra dicha provincia, siendo Rio Negro, San Juan y Neuquén las otras provincias productoras con el 5,6%, el 1,7% y el 0,3% respectivamente.
La producción de almendras se destina casi en su totalidad al mercado interno, ya que solo se exporta un pequeño porcentaje de la misma, entre el 4% y el 10%. Al mismo tiempo, se importa una cantidad similar a la producida para satisfacer el mercado doméstico.
El consumo promedio de almendras en todo el mundo es el más alto de los frutos secos y la tendencia es que continúe aumentando, debido, en parte, a que cada vez más las dietas alimenticias incorporan estos frutos que están relacionados con la alimentación saludable y es por esto que cada vez se eligen más como colación entre comidas, como snack o para elaborar bebidas y harinas.
Se trata de una de las alternativas a la leche de vaca más exitosas. Es una bebida de origen vegetal por lo que es baja en calorías, en colesterol y rica en grasa buenas, lo que protege la salud del corazón y las arterias. Es apta para veganos, para alérgicos a la leche de vaca e intolerantes a la lactosa. Además las propiedades de las almendras se trasladan directamente a la leche, rica en vitaminas, minerales y fibra, estas son sus características y sus beneficios para la salud:
Su fibra soluble favorece al correcto funcionamiento del metabolismo, protege al intestino, previene el estreñimiento, la inflamación y los gases, y ayuda a regular la absorción de azúcares y colesterol
Contiene vitamina D que contribuye a mantener los huesos fuertes pues ayuda a absorber el calcio, además favorece a los músculos y nervios.
Contiene vitamina A que mejora la salud ocular, ayuda a fortalecer el sistema inmune y a la salud reproductiva, es beneficiosa para el correcto funcionamiento del corazón, los pulmones y los riñones, entre otros órganos.
Contiene vitamina E, un antioxidante que protege a las células de los daños causados por los radicales libres generados por la edad, la contaminación del aire o la radiación ultravioleta, así como por algunos alimentos dañinos; también favorece al sistema inmune y ayuda a dilatar los vasos sanguíneos evitando la formación de coágulos.
Contiene vitamina B2 que protege la pared de los intestinos y ayuda a mantener fuertes el pelo y las uñas.
Baja en caloría, aporta una sensación de saciedad que igualmente ayuda a bajar de peso y aporta todos los nutrientes mencionados.
Por todo ello, beber leche de almendra es muy beneficiosos para la salud en general y como dijimos para alérgicos a la leche de vaca, para quienes necesitan realizar una dieta baja en calorías o controlar el nivel de colesterol o triglicéridos en la sangre, también para personas celíacas o que tienen problemas para la absorción del gluten, para personas que sufren gastritis o problemas en el colon.
Es muy fácil de hacer y no se requieren utensilios que no tengas comúnmente en tu casa. La podes beber fría, calentar, incorporar al café o té y usar en otras preparaciones. ¡Empecemos!
Se necesita:
1 taza de almendras
1 litro de agua de filtro o mineral
1 pizca de sal
esencia de vainilla
endulzante de tu preferencia (azúcar, azúcar mascabo, estevia u otros).
Preparación:
Remojar toda la noche 1 taza de almendras entreras sin pelar en agua (filtrado o mineral , mejor)
A la mañana siguiente, descartar el agua de remojo.
Poner las almendras en una buena licuadora o procesadora junto con 3 tazas de agua (filtrada o mineral), gotitas de esencia de vainilla, una pizca de sal y el endulzante (si lo desean) el que prefieran.
Procesar muy bien hasta que se desmenucen las almendras y el liquido se torne blanco.
Dejar reposar para que sedimente.
Colar, lo mejor posible. Con un colador común, el más fino posible, para poder separar bien el líquido del resto, o sino con una tela de algodón o filtro.
Una vez filtrado va a quedar la leche por un lado y los residuos de la misma que es principalmente la piel de la almendra, esto es una especie de harina integral de almendra, con ella podes realizar otras preparaciones.
Para conservar la harina de almendras, si no la utilizas en seguida, la colocas extendida en una asadera y la llevas a horno suave hasta que se seque bien, así la guardas en frasco de vidrio, no dura muchos días ya que no contiene ningún tipo de conservante, guardala en lugar fresco o la heladera. Con la harina podes condimentar pastas, ensaladas, arroces, carnes, también podes hacer muffins, budines y tortas, reemplazando la harina de la receta por la harina de almendras.
El Agrario
