El sur de Buenos Aires vio nacer una raza de caballos que da que hablar en todo el mundo, que es famosa por su tamaño miniatura. Se trata de los mini Falabella, que tienen origen en la ciudad de Olavarría y tomaron relevancia internacional gracias al trabajo de Julio César Falabella, su criador más famoso, que se encargó de traspasar el negocio a su familia.
Hoy, quienes están al frente son su sobrino, Emigdio Ricardo Falabella, y el hijo de este, Evaristo Falabella, encargándose de la crianza de 100 ejemplares de estos curiosos animales que son adquiridos como mascotas alrededor del mundo.
“La raza tiene casi 100 años desde que Julio arrancó con el proyecto en la década del '30, con el objetivo de lograr un caballo en tamaño miniatura. Luego de realizar cruzamientos entre distintos especímenes, terminó formándola a través de la selección de padrillos y yeguas bien clasificadas, con un tamaño de un metro y 30 centímetros de estatura. Así nacieron los mini Falabella que tienen en promedio 75 centímetros de altura”, explicó a Agrofy Evaristo Falabella.
Fueron 30 años de realizar experimentos hasta dar con esta raza de caballos recién en los ´60. Para lograrlo, se encargó de ingresar al país razas pequeñas europeas como el Pura Sangre Inglés, el Welsh Pony y los Shetlands. Fue un trabajo arduo, pero que Julio disfrutaba al ser un apasionado por la genética y todo lo relacionado con los animales. A su muerte, Emigdio adquirió cinco yeguas preñadas y se encargó de continuar con su sucesión y crianza en su campo “Lomas de la Pampa”, en Olavarría.
Solo el tamaño distingue a los mini Falabella de otras razas de caballo, ya que en todo lo demás son iguales. Desde sus rasgos de carácter hasta en su estilo de vida, reproducen las mismas condiciones aunque, claro está, requieren dosis más pequeñas de alimento para sobrevivir. Otra virtud es su capacidad de adaptación, lo que los vuelve dóciles e ideales para vivir en compañía de los humanos y en múltiples entornos.
Son caballos miniatura cuya diferencia principal radica en las proporciones. Estos caballitos buscan tener las mismas características morfológicas de uno grande pero en miniatura, como en una planta bonsai. Las ventajas que tiene frente a un caballo grande, aunque no compiten, es que podés tenerlo en un jardín de una casa, en un lote pequeño, pudiendo las familias disfrutar de la convivencia diaria con un equino”, explicó Falabella y agregó que no precisan de grandes cuidados veterinarios ya que no son animales delicados.
De hecho, explicó que esta especie es principalmente adquirida por familias para alojarlos en los jardines o espacios de su hogar como animal doméstico, y no tanto para la vida en ambientes agrestes como en campos. Si bien el especialista no quiso entrar en detalles en cuanto a su precio de venta, señaló que son operaciones en dólares por tratarse de un animal exótico. Se estima que la cantidad registrada no supera los dos mil ejemplares, incluyendo todos los ancestros pasados. El precio de entrada sería superior a los US$ 2000.
En la actualidad, los mini Falabella siguen estando en Olavarría y la familia cría alrededor de veinte caballos por año. Cuentan con un sitio web para que los interesados puedan conocer más sobre la raza y contactarse para hacer consultas o en caso de querer adquirir un ejemplar. “No es un consumo masivo, es un consumo súper personalizado. Hoy tenemos unos 100 caballos en total en nuestro campo, es un número pequeño”, destacó el criador.
Los Falabella dieron la vuelta al mundo, arribando a la casa de cientos de familias a lo largo de su breve e intensa historia de vida. También pisaron lugares emblemáticos como el Palacio de Buckingham e incluso hay registros fotográficos de la Reina Isabel II en su juventud posando con los caballitos. Pero no solo eso, sino que el mismo Julio se encargó de regalarles ejemplares de Falabella a la familia Kennedy luego de la muerte del ex presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald.
Julio fue una persona fuera de lo común, yo no llegué a conocerlo, pero mi tío me contó que fue el primer hombre en hacer un viaje en avión con un equino. Al día de hoy, los seguimos enviando por avión cuando tenemos que hacer llegar alguno de estos caballos a otros países", indicó el criador y admitió que otras tantas celebridades o empresarios se contactaron para poder adquirirlos, aunque prefirió mantener sus nombres en reserva.
Otro logro que exhibe la familia Falabella de la mano de Julio son dos Récord Guiness, uno con el caballo más chico del mundo, un ejemplar de esta raza que medía 50 centímetros, y otro con el más grande, con un tamaño de 2 metros y 14 centímetros. “Era un hombre de campo y amante de los equinos. Él siempre decía que su terreno nunca lo iba a pisar una vaca y así fue", aseguró Evaristo.
Agrofy