Una cosecha marcada por la sequía pone a prueba a todos, incluidos los maquinistas más experimentados.
Un informe de maquinarias de Az Group resalta que los lotes de maíz serán sin duda los más difíciles: "Habrá espigas de todo tipo y clase", explica Ezequiel Pezzoni, autor del informe.
Aquellos lotes que recibieron, siempre con lo justo, pero el agua necesaria en los momentos indicados del ciclo, tendrán lindas espigas y de desarrollo uniforme. Esa situación no debiera complicar la recolección, es decir el adecuado trabajo de la plataforma con un correcto ajuste de altura, rolos, chapas espigadoras y cadenas acarreadoras.
Pero esos lotes serán las excepciones: "La mayoría de los lotes presentarán espigas con diferente formación y llenado de granos, además de tamaños de espiga desigual entre aquellos sectores del lote con mayor o menor captación de agua, generalmente lomas y bajos". También ocurrió mucho esta campaña la caída despareja en cantidad de agua en sectores muy cercanos, lo cual se notará (o ya se nota) en el desarrollo de las plantas.
"Para estas últimas situaciones será de importancia la posibilidad de hacer ajustes desde de la cabina de modo que se demore el menor tiempo posible para cada cambio de situación, siempre pensando en captar el máximo de granos producidos en una campaña que no regala nada, ni siquiera el agua de lluvia", resalta.
Desde Az Group destacan que que 33 granos/m2 de maíz caídos en el suelo equivalen a 100 kg/ha de pérdidas: "Este año ese valor puede variar mucho, por el peso de los granos y su llenado, incluso de un lote a otro. Sirve como referencia, pero siempre será mas preciso pesar una muestra promedio de cada uno de los lotes donde se cosecha".
Para el caso de soja, 70 granos/m2 recolectados luego del trabajo de la cosechadora representan 100 kg/ha de pérdidas, a razón de 465 USD/tn; representan 46 USD/ha adicionales al ingreso de ese lote, sobre los cuales, claro, se aplican los gastos de comercialización.
La clave para poder recuperar esos montos está en la operación y regulación de la máquina. "La velocidad de avance durante la cosecha es difícil de definir, los lotes están irregulares, tal como mencionamos en maíz, en muchos casos muy raleados", remarca Pezzoni.
Aun sí el límite está determinado por el tiempo que requiere la barra de corte, en su recorrido alternativo y así las secciones puedan realizar el corte adecuadamente sin empujar las planas hacia adelante.
En términos generales no se debe superar los 7 km/h de velocidad. Por encima de este valor las pérdidas de granos por la plataforma comienzan a aumentar de modo exponencial; y cuando lo que hay para captar es poco, un alto nivel de pérdidas será determinante.
También tienen efecto el estado de mantenimiento de toda la barra de corte, el filo de las secciones de cuchilla, la luz o juego libre entre las mismas y los puntones.
Y por otro lado la regulación justa del molinete que va a estar influenciada por las condiciones del cultivo al momento de la cosecha. Dadas la irregularidades de los lotes, será clave esta campaña contar con la regulación automática del régimen del molinete con la velocidad de avance así como el ajuste de la posición del molinete respecto de la barra de corte.
"Jugando un poco con los números, según la cuenta hecha más arriba, podemos representar la recolección de dos granos de soja/m2 como si fuera una moneda de 1 dólar (y algo más...), que es el valor por ha de dicha pérdida", concluye Pezzoni.
Agrofy