En esta sección donde conocemos estas maravillas silvestres, profundizamos en las distintas variedades de orquídeas nativas, para tratar adecuadamente cada especie y descubrir toda su esencia y desarrollo. Como lo hemos visto en las últimas oportunidades, de la mano del biólogo Hernán López, del Taller Multidisciplinario de Plantas Vasculares del Laboratorio de Ecología de Bordes de la Universidad de Flores (sede Comahue) y curador responsable del Jardín Botánico de la Ciudad de Plottier, en esta ocasión hablaremos de la “codonorchis lessonii”, llamada vulgarmente “orquídea palomita”.
Según explica Hernán López, el género Codonorchis comprende solo dos especies, la extremadamente rara y en peligro Codonorchis canisioi Mansf. de Brasil y la especie Codonorchis. lessonii (D’Urv.) Lindl. que habita en la Patagonia Chilena y Argentina.
Esta especie que trataremos hoy también se la conoce como “Mariposa” y pertenece a la familia de las Orchidaceae. La etimología del nombre de género “Codonorchis” proviene del griego, Codon significa campanilla o cencerro y orchys: hace referencia a un género de la familia, aludiendo a la serie de apéndices del labelo y su forma.
Es una especie que también habita en Chile – aclara Hernán López – y es nativa de Argentina. Crece en zonas boscosas del bosque andino patagónico y se la suele observar en bosques de Lengas.
La distribución geográfica en nuestro país se desarrolla desde Neuquén hasta Tierra del Fuego. Crece entre los 100 a 600 metros sobre el nivel del mar y se la puede reconocer entre las otras orquídeas que crecen en la región por tener una flora tan característica y ser la única orquídea con flores solitarias.
En cuanto a su descripción botánica de la especie, el biólogo dice que es una hierba grácil de 30 a 50 centímetros de altura, bianual y geófita, ( geófitas son las plantas con las yemas de recambio en tallos subterráneos como bulbos, rizomas o tubérculos).
Las raíces de esta especie nativa se muestran delgadas con tubérculos esféricos y el escapo floral se presenta liso, verdoso con 1 o 2 catáfilas cerca de la base. Se denomina catáfilas a las hojas en forma de escama y frecuentes, de consistencia membranácea y carentes de clorofila, que protegen órganos y a los meristemos florales o vegetativos.
Las hojas son de 20 a 50 milímetros de largo y de 15 a 35 milímetros de ancho, de forma ovalada, agudas, dispuestas en un verticilo de 2 a 4 unidades – explica el experto- a un tercio de la altura del escapo floral.
Las flores de color blanco, se presentan solitarias en la axila de una pequeña bráctea que apenas cubre el ovario y los sépalos son en forma de lanza o lanceolados; el sépalo dorsal mide de 18 a 33 mm de largo y 6 a 8 mm de ancho, mientras que los sépalos laterales son de 19 a 23 mm de longitud y de 8 a 10 mm de ancho.
Los pétalos miden de 15 a 17 mm de largo y 8 a 11 mm de ancho y de forma ovada. Suele contener manchas de color purpura y presentan apéndices capitados lingüiformes o con forma de lengua, desnudos o sin pubescencia, de color amarillento.
La columna de cerca de 13 mm de longitud, con forma arqueada y con ala estrecha, recta. El estigma mide 7 a 8 mm de longitud, siendo alargado y el rostelo es ancho y truncado. El fruto es una cápsula de forma ovoide que contiene numerosas semillas.
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