En su investigación, los científicos del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos de UC Davis llevaron a cabo una evaluación del ciclo de vida completo de la carne basada en células animales, utilizando lo que ellos describen como «métodos de producción actuales». Además, se basaron en hallazgos de otro estudio preimpreso, también realizado en UC Davis, que analizaba el ciclo de vida de los medios de crecimiento utilizados en la producción de carne cultivada.
El medio de crecimiento utilizado en el modelo de los investigadores se conoce como E8, un medio de crecimiento diseñado para la investigación de células madre y que los científicos creen que podría ser adaptado masivamente para la producción industrial de carne cultivada a gran escala. Este medio contiene los nutrientes y factores de crecimiento necesarios para el desarrollo de las células.
«Los autores creen que el uso de E8 o un medio de crecimiento refinado similar será necesario dada la sensibilidad de las células animales in vitro a las impurezas del medio en comparación con las células de levadura o bacterianas», explicó el científico de alimentos Derrick Risner y su equipo en UC Davis.
Los resultados del análisis del impacto del ciclo de vida de la carne cultivada, que abarca todos los insumos relevantes del ambiente (como minerales y petróleo, agua y uso de tierras) y las emisiones a la atmósfera (por ejemplo, dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno), sugieren que la producción basada en componentes purificados del medio de crecimiento genera un mayor potencial de calentamiento global (en kilogramos de dióxido de carbono equivalente [CO2e]) que la producción de carne bovina convencional.
Los investigadores estimaron que cada kilogramo de ACBM produce entre 246 kg y 1508 kg de dióxido de carbono, que es de cuatro a 25 veces mayor que el potencial medio de calentamiento global de la carne bovina producida en el campo.
Esto se debe a que el dióxido de carbono emitido para las diferentes etapas de la producción de carne cultivada en laboratorio, especialmente el proceso de crecimiento altamente purificado, consume mucha energía.
“El cultivo de células animales se realiza tradicionalmente con componentes del medio de crecimiento que han sido refinados para eliminar/reducir las endotoxinas”, dicen los investigadores.
«El método de reducción o eliminación de endotoxinas depende en gran medida de las propiedades de la sustancia que se purifica… el uso de estos métodos de refinamiento contribuye significativamente a los costos económicos y ambientales asociados con los productos farmacéuticos, ya que consumen muchos recursos y energía».
Es importante tener en cuenta que este estudio aún no ha pasado por el proceso de revisión por pares, un proceso fundamental para validar la calidad y veracidad de los resultados científicos. La revisión por pares permite que otros expertos en el campo evalúen y cuestionen los métodos utilizados, los datos recopilados y las conclusiones alcanzadas en el estudio.
La producción de carne cultivada se ha promocionado como una posible solución para abordar los problemas ambientales asociados con la producción convencional de carne, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la deforestación. Sin embargo, este estudio plantea interrogantes sobre la huella ambiental de la carne cultivada y destaca la necesidad de realizar más investigaciones y mejoras en el proceso de producción para minimizar su impacto negativo en el medio ambiente.
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