os tratamientos para el cerezo, deben aplicarse en el momento idóneo para obtener cerezas de la máxima calidad. Gran parte de los cuidados del cerezo, deben encaminarse en hacer frente a las plagas y enfermedades de forma preventiva.
La cereza es una fruta de rápido crecimiento, con escaso margen de maniobra para la aplicación de tratamientos fitosanitarios. Resulta fundamental combatir las plagas de forma preventiva y seguir las recomendaciones de los boletines fitosanitarios emitidos por los Servicio de Sanidad Vegetal de las comunidades autónomas.
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Los tratamientos de prevención y control de las diferentes plagas del cerezo, resultan esenciales para mantener en un buen estado los cerezos. Para la producción de cerezas de calidad, se requiere aprovechar las diferentes medidas de control autorizadas para hacer frente a las plagas del cerezo.
Probablemente el pulgón del cerezo es la plaga más habitual y de mayor impacto en la cereza. Llega un momento en el que los depredadores naturales del pulgón se ven desbordados por el crecimiento poblacional del pulgón, siendo necesaria la aplicación de los tratamientos de control autorizados.
Daños producidos por el pulgón: La calidad de la cereza se reduce, madura más tarde, se vuelve pegajosa, empeora su sabor y pierde valor comercial. Los brotes y hojas de cerezo se deforman y el árbol pierde parte de su vigor.
La capacidad de adaptación de la mosca de la cereza, hace que su zona de influencia se haya disparado en los últimos años, afectando a zonas de producción temprana.
Produce importantes daños económicos al depreciar el valor de la cereza. Las cerezas vuelven blandas y su sabor empeora notablemente cuando la mosca hace apto de presencia.
La actividad del gusano Cabezudo puede resultar muy grave si los cerezos sufren estrés hídrico.
Cuando se produzcan episodios de sequía y se detecta su actividad, resulta necesaria la aplicación de tratamientos preventivos.
años producidos por el Gusano Cabezudo: Las larvas de esta plaga, se alimentan del cambium del tronco del cerezo, esto corta el flujo de savia y seca el cerezo por completo. Esta es una de las principales causas por las que los cerezos se secan.
Cun aspecto muy similar a la mosca del vinagre, Drosophila Suzukii es una plaga nueva y de gran peligrosidad cuando se encuentra la cereza madura. En la actualidad es una de las plagas más preocupantes para el sector productor de cerezas.
Aunque habitualmente no es una plaga muy relevante. El Piojo de San José puede producir daños muy importantes en las plantaciones de cerezo si se descuida su control. Los tratamientos con aceite de invierno son económicos y se recomiendan en el control de esta plaga del cerezo.
Las larvas del Barrenillo del Cerezo se desarrollan mejor en los árboles de vigor escaso, donde pueden producir daños importantes al secar los cerezos.
Además de las plagas de insectos, en el cultivo del cerezo tienen un gran impacto las enfermedades de tipo fúngico, producidas por la acción de diferentes especies de hongos.
El hongo de la Monilia afecta a la flor y al fruto dañando la producción de cerezas y haciendo a los frutos afectados no aptos para la comercialización. Las pérdidas pueden ser cuantiosas en años lluviosos, variedades de cerezo sensibles y cuando no se aplican tratamientos de control adecuados frente a esta enfermedad del cerezo.
Los tratamientos de control de la Antracnosis son fundamentales para obtener cerezas de Calidad. La enfermedad afecta tanto a las hojas como a las cerezas, impidiendo su correcto desarrollo y reduciendo el vigor del cerezo.
El Cribado o Perdigonada es una enfermedad fúngica que principalmente afecta a la hoja, reduciendo el vigor del cerezo. También puede afectar al fruto, produciendo manchas en el pedúnculo que deprecian el valor comercial de la cereza.
La infección producida por la Gnomonia incrementa el número de frutos afectados por el cracking, pudiendo a llegar a producir daños importantes en la cosecha de cerezas.
Las bacterias son más difíciles de combatir que otras plagas y enfermedades del cerezo, siendo fundamental su control preventivo.
Preocupante bacteria que además de al olivar puede afectar al cerezo y otros frutales de hueso.
Afecta principalmente a zonas con importantes variaciones de temperatura. La bacteria infecta el tronco produciendo daños y provocando la presencia de gomosis en el cerezo.
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